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sábado, 25 de julio de 2020

Cap XXI (O no.... )

Todos los chicos dormían a pierna suelta, vestidos únicamente con los slips blancos que se les habían proporcionado, entre todos ellos, un chico castaño, se encontraba durmiendo plácidamente sobre su cama con una gran mancha de pis mojando su ropa interior y todo su colchón. Poco a poco, este fue abriendo los ojos, y para su horror, pudo comprobar su estado. Horrorizado de la situación, aguantó un grito tapando su boca con ambas manos mientras pensaba.

-Vamos Logan, algo debemos hacer...

Este miró a su alrededor, y pudo comprobar que sus amigos y los otros chicos aún dormían. Como un rayo, una idea apareció en su mente, silencioso como un felino en la noche, se levantó de la cama y buscó a un chico que tuviera una complexión similar a la suya. Encontró a un chico moreno durmiendo profundamente, pudo notar como la parte trasera de sus calzoncillos se habían bajado ya un poco, pues parecía que el chico era bastante inquieto durmiendo. Logan comenzó a tirar con cuidado sacándolos  poco a poco, dejando al otro chico desnudo en el frente también, este de vez en cuando se movía y se daba la vuelta, y sin contar que el moreno tenía un sueño verdaderamente profundo, cosa que también facilitaba el trabajo del catorceañero. En una ocasión que pareció despertarse, solo fue para decir.

-No mami, yo puedo vestirme solo, ya sabes que no necesito ayuda

Logan reprimió otra carcajada ante aquel comentario, no podía ser verdad que su madre lo vistiera y desvistiera de manera regular. Pero entonces recordó lo que había sido su vida en los últimos meses y el estado actual de su slip, lo que estaba haciendo justo en aquel momento y sintió verdadera vergüenza. terminó sacando los pies de aquel chaval. Entonces rápidamente bajó su calzoncillo y lo tiró a los pies de la cama del moreno al que pensaba inculpar de su acto. Metió las piernas por los agujeros del Slip y lo subió rápidamente, sintió que aún mantenían la sensación de haber sido usados previamente y esto le ruborizó y avergonzó. Pero no quería quedar como el meón del internado. Buscó a Jean Pierre que dormía acurrucadito en su cama, en la cual le sobraba más de la mitad del colchón. Se tumbó junto a el y cerró los ojos rezando para que no volviera a suceder.

Desde el otro lado el sonido de la sierra eléctrica resonaba desde la otra parte de la puerta donde un muy enfadado Fray Tomás esperaba impaciente a poder reprender a aquellos chicos que habían adoptado un comportamiento tan inadecuado, cuando ellos los trataron como adultos y jóvenes novicios. Al cabo de 10 minutos la puerta se abrió y entraron  todos los hermanos levantando, zarandeando y despertando a los chicos aún en sus camas, estos abrian los ojos perezosamente mientras Fray Tomás gritaba sobre su comportamiento inaceptable, entonces se fijó en un chico que dormía desnudo.

-Maldito cerdo impío....

Se acercó hacia el y con el cinturón que ceñía su hábito, comenzó a azotarle. Los gritos del chico terminaron de despertar a los pocos adolescentes que aún dormían. No duró mucho aquel castigo, puesto que rápidamente  vio los slips mojados a los pies de la cama.

-Maldito cerdo impío y meón...

Recogió los calzoncillos mojados y se los coloco en la cabeza, el pobre chico gritaba y juraba que el no se había mojado. Otro hermano encontró la cama mojada. Recogieron la sábana y la liaron al rededor del cuerpo del chico tapando su desnudez. Finalmente entre todos, como si fueran ganado, los hermanos los trasladaron a empujones a todos los chico aún vestidos únicamente en su ropa interior o en su defecto, con su ropa interior en la cabeza y una sábana alrededor del cuerpo. Fueron conducidos al auditorio. Los chicos que el día anterior se habían mostrado altivos desafiantes y rebeldes, se encontraban muertos de vergüenza, vestidos únicamente en slips blancos y frente a un montón de hombres que les reprochaban su comportamiento inmaduro. Fray Tomás se acercó al atril desde el que había hablado el día anterior y dijo.

-Hijos míos... no esperaba esto de vosotros... vuestro comportamiento de la noche pasada fue inadmisible... Los hermanos y yo tratamos de daros un trato adulto como le daríamos a cualquier hermano novicio... pero visto lo visto... está claro que no sois dignos de esa confianza que se os otorgó. Anoche varios hermanos acabaron con un ataque de nervios hasta que finalmente los mandé a sus celdas... No he visto semejante falta de humanidad nunca... He pasado toda la noche en vela y... He podido dictaminar que... No sois los jóvenes de buen corazón que yo pensaba... Pues todos vuestros colegios nos mandaron informes acerca de cada uno de vosotros, pero decidimos ignorarlos... Dios cree en las segundas oportunidades y nosotros quisimos hacerlo también... Sin embargo... demostráis que no necesitáis guías que os ayuden a generar empatía y a ser mejores personas... Necesitáis ser educados como niños en lugar de jóvenes. Nosotros no cuidamos niños... no es nuestro cometido... Nosotros no dedicamos a la oración y a enriquecer el espíritu. Por todo esto... Hemos decidido... Abdandonar el internado...

Hubo una pausa y un gran murmullo que acabó en vítores de alegría, los chavales reían y estaban contentos, pues aquel mensaje significaba que habían ganado y volvían a casa. No obstante, los adolescentes no pensaron que los cuentos de hadas no suelen ser parte de la vida real. Fray Tomás siguió hablando tras ordenar silencio.

-Abandonar el internado no significa que vosotros os marchéis, sino que nosotros nos vamos.

De pronto hubo un murmullo de nuevo sin llegar a comprender qué uva a suceder, nadie podía dejarlos morir de hambre allí solo ¿verdad? Las preguntas fueron acalladas con la continuación y finalización del discurso del Fraile.

-Ayer noche una vez tomamos la decisión y se la comunicamos al Arzobispado, milagrosamente, hubo otra orden que quiso hacerse cargo del internado y de vosotros con él. Sin más dilación. Os presento a las hermanas Carmelitas descalzas del dolor perpetuo.

Al decir aquello, un montón de monjas entraron en escena, sus hábitos eran azules con cocas blancas, ceñidos con unos cinturones también blancos de cuerda. La que parecía la madre superiora se hacercó a Fray Tomás y se dijeron algo que no escucharon los chicos, se dieron la mano y tras aquello, los frailes se levantaron y cedieron sus asientos a las hermanas mientras ellos salían para siempre del auditorio.
La que parecía la madre superiora era una señora mayor con arrugas y gafas, con un rostro amable y dulce. Se acercó al atril y dijo.

-Holi holi jovencitos. Oyyy ¡que guapos sois todos! Me llamo Madre Teresa. Fray Tomás me ha informado de todo lo que pasó ayer. ¡Ayyy! Fuisteis un poco traviesillos. Esas cosas no las hacen los niños Buenos y educados. Pero ahora que no nos escucha nuestro amiguito. La culpa es suya, no se le puede dar la construcción de un castillo al albañil que no sabe levantar un muro ¿Verdad? Bueno, no vamos a tomar represalias, sabemos que los hermanos aunque tenían buen corazón, pero pusieron unas normas que eran un rollo del siglo XII vamos a ver ¡Nuestra rutina será más diver! Por la mañana nos levantaremos a las 8, nos vestiremos con el nuevo uniforme, que es el mismo que el de vuestro cole. Rezaremos una breve oración antes del desayuno, que ya aviso que será con todo tipo de cosas buenas, no como iban a daros antes. Después las clases, de 9 a 16:40 con tres recreos entre medias, después hasta las 18 para hacer los deberes y libre hasta las 21:00 que cenaremos, después a las 21:30 será la hora del baño y finalmente os prepararéis para la camita con vuestro pijamita y demás y a la camita a las 22:30 como tarde tras decir una oración para dormir. ¿Alguna pregunta?

Un chico Rubio de unos 17 años levantó la mano y dijo muy airado.

-Si, ¿De qué coño va usted? ¿Se piensa que esto es el país de la piruleta?

-Jovencito, no me gusta para nada ese lenguaje en niños buenos como sé que sois todos... Si no quieres que tu pompis sea castigado olvidarás esas palabras feas y malsonantes. ¿Está claro?

-Si... Lo que Usted diga....

Dijo el chaval Rubio hastiado. Otro chico castaño de unos 16 años levantó el brazo y preguntó.

-Entonces... ¿No vamos a tener castigo por lo de anoche?

-Mi dulce jovencito, yo sé que ya la mayoría estáis arrepentidos, no habrá castigo.

Todo el auditorio comenzó a aplaudir y romper en vítores a la madre Teresa coreando su nombre.

-Sin embargo. Lo que sí os voy a pedir es que toméis un pequeño baño matutino para lavar vuestros pecados y empezar el día con alegría y dando gracias al señor ¿Si? ¡Si estáis de acuerdo gritad amén!

-¡Amén!

Gritaron todos los chicos que salían, cuando fueron detenidos una vez más.

-Oh, olvidé deciros, las duchas han sido clausuradas por los hermanos, hemos habilitado otro lugar para que podáis asearos. Y como hoy ya ireis bañados, no hará tomar el baño de la noche. Asique si sois tan amables de seguir a la hermana Jenevieve, ella os guiará.

La hermana Jenevieve era una mujer mayor bastante gorda y con cara fatigada, andaba de manera cansada, como si le costase extremo trabajo andar. Atravesaron todos los pasillos hasta llegar a un salón gigantescos, l allí había un corral de sillas y en el centro un gran cesto con ruedas. Una vez entraron. La moja que los guiaba le dijo.

-Bien, fuera calzoncillos hombrecitos. Os los quitais y los echáis al cesto para que podamos lavarlos

Los chicos parecían recelosos, no estaban muy dispuestos a desnudarse allí, delante de una desconocida y mucho menos una mujer. Un chico pelirrojo de unos 12-13 años habló tímida e inocentemente.

-Pero señora...

-Hermana, por favor

-Hermana... El padre Paulino nos explicó que la desnudez es impía y que solo debíamos estar desnudos en soledad y ante Dios.

La hermana Jenevieve rió ante aquel comentario de manera estridente antes de devolverle el pelo al pobre chico que la miraba extrañado y muerto de vergüenza.

-Típico de frailes.... No os preocupéis, eso es para cuando seáis mayores, aún sois niños o en algunos casos adolescentes tempranos y no tenéis nada que esconder ante nadie, las que cuidamos de vosotros siempre vemos lo mismo, niños que hacen un drama por su desnudez, pero después no hay para tanto...

-Pero...

El chico no pudo contestar, pues la hermana ya estaba con otra cosa, más concretamente otra persona, el chico al que habían inculpado de mojar la cama, que seguía con los calzoncillos en la cabeza y cubierto con una sabana llena de pis. La hermana escandalizada le arrancó los slips de la cabeza, le abrazó y le dijo.

-Pero a tí hombrecito ¿Qué te ha pasado y quién te ha hecho esto?

El joven explicó su historia ante la mirada atónita de la hermana, esta lo abrazó tranquilizándolo, el chico denotaba incomodidad de aquel abrazo y aquella situación, pues un adolescente siendo abrazado por una extraña mientras estaba  envuelto en una sábana mojada de pis no es que fuera su sueño. Pero sin previo aviso la hermana agarró la sábana tirando de ella haciendo el que chico se desliase girando sobre sí mismo como una peonza dejándolo completamente desnudo con un gran rubor en sus mejillas y juntando las piernas y tapándose con ambas manos, mientras la hermana decía.

-Bueno ya estás listo para el baño hombrecito, y los demás, ¡Venga y sin excusas, calzoncillos fuera y a la bañera! ¿O necesitáis que os ayudemos a quitároslos?

La mayoría de chicos enrojecieron, pero algunos agarraron la cintura de sus slips y comenzaron a bajarlos desnudándose y lanzándolos dentro del gran cesto, tras aquellos todos adoptaban la misma posición, piernas juntas y manos en el frente tapándose.

-Muy bien, ya aprenderéis a perder esa absurda vergüenza infantil. ¡Venga el resto, Vamos!

Logan que había estado escuchando todo el tiempo, intervino, pues estas monjas no podían ser peores que los frailes, además parecían débiles, tanta amabilidad. Si en un día había logrado echar a los hermanos, con estas brujas sería mucho más fácil.

-Vamos a ver señora... si quiere ver pollas pague una página de porno o algo, pero no venga con mierdas, no queremos enseñársela a un montón de zorras lascivas...

La expresión de la hermana Jenevieve se volvió más dura, mostraba una clara expresión de enfado, se colocó las manos en las caderas y dijo.

-Jovencito... para empezar, es hermana... no señora.... y si no quieres que me enfade muchísimo ahora mismo te quitarás ese calzoncillo y entrarás a la bañera...

Un chico mayor de unos 17 años, castaño casi rúbio de ojos marrones, piel clara y un cuerpo atlético salió en defensa, hablando muy airado.

-Es cierto... si quiere ver pollas paguenos malditas putas...

La expresión de la hermana era extremadamente enfadada, rápidamente gritó.

-¡Hermana Bárbara! Tenemos un par de angelitos caídos...

De repente la puerta se abrió y entró una mujer enorme, era altísima y corpulenta, no gorda, pero muy imponente.

-¿Quienes son los niños malos?

La hermana Jenevieve señaló a los chicos, esta agarró por la oreja a ambos y se los llevó a un rincón de la habitación. Los dos la siguieron gritando de dolor y sin poder resistirse. Logan fue colocado mirando a la pared con  los calzoncillos en las rodillas y los brazos sobre su cabeza. El otro chico fue colocado frente a la hemana, le arrancó los slips y colocado en su regazo, y propinó una gran paliza que en poco tiempo redujo al adolescente a un manojo de gritos y lágrimas. Seguido fue el turno de Logan que trató de resistir, pero con el agarre por la oreja poco podía hacer, en poco su situación fue igual que la de su compañero, y ambos chicos lloraban como niños de cinco años, de cara a la pared con culos muy rojos completamente expuestos. Todos los otros chicos que habían estado observando atónitos, sintieron un escalofrió cuando la hermana Barbara los miró y les dijo.

-¿Hay algún angelito más que quiera ser malo?

Todos los chicos tragaron en seco, negaron con la cabeza e inmediatamente comenzaron a bajar sus slips y quedar desnudos.

Una vez el carro estuvo lleno de calzoncillos blancos, la hermana Jenevieve lo comenzó a empujar saliendo de la sala y quedando la hermana Barbara a cargo de los chicos, la cual los dejó a todos sentados, a la espera, mientras dos de ellos seguían cara a la pared desnudos con el culo rojo al aire y los brazos sobre la cabeza. Una vez pasaron varios minutos, otra hermana del mismo tipo físico que Barbara salió y le hizo a esta una señal para que los chicos fueran pasando. De cinco en cinco, los chicos fueron pasando por un pasillo, pasaban 5 minutos y otros cinco muchachos eran enviados, así sucedió hasta que fue el turno de los castigados, primero mandaron al chico mayor y cinco minutos después enviaron a Logan que coincidió que marchaba con Tristán, ambos chicos se miraron sonrojados, con las manos en su entrepierna desfilando por un pasillo hecho con telas hasta llegar a una abertura en la que se encontraban cinco puertas, allí les estaba esperando una hermana igual de grande que las que habían visto con anterioridad, Logan sonrió y dijo a su amigo.

-Dios, son monjas de la WWE...

Tristan y el soltaron unas carcajadas descontroladas que atrajeron una mirada de indignación por parte de la hermana.

-Soy la hermana Justina y veo que alguien ya ha sido travieso ¿Verdad?

Dijo mirando al trasero rojo de Logan que calló rápidamente y se lo tapó tratando de esconderlo con ambas manos de la mirada de aquella mujer, pero rápidamente se dio cuenta que había dejado desprotegida su parte delantera, por lo que llevó sus manos al frente de nuevo. Esto hizo reír a la hermana Justina que indicó a cada chico que entrasen en cada una de las puertas e indicó al castaño que la siguiera, este entró con ella en una habitación separada por biombos de tela como todo el recinto parecía estar formado por esto, en la instancia había una gran bañera antigua con agua cristalina, y justo enfrente otra puerta por la que el catorceañero suponía que debería salir después de su baño, en la habitación también había estanterías llenas de pelotas de colores perfectamente ordenadas en cajas y un tubo que se colaba hasta la habitación que seguía. a través de las "paredes" podía escuchar las voces de las otras hermanas que hablaban con sus compañeros, pero no pudo escuchar nada, ya que la hermana Justina se dirigió a el.

(Foto)

-Bueno... Logan ¿Verdad?

Hablaba secamente pero cordial, como un médico le hablaría a un paciente.

-Em... si...

-Estupendo, a ver hombrecito, vamos a comenzar.

La hermana se dio la vuelta y se estaba colocando unos largos guantes plásticos que le llegaban hasta los hombros, el chico se puso muy nervioso al verla hacer esto, trató que no le temblase la voz cuando dijo.

-¿Qué vas a hacer?

La hermana lo miró y no le dio mucha importancia, sin responder a su pregunta le indicó que retirase sus manos para que pudiera examinarlo, Logan se tensó rápidamente y le dijo.

-¡Una polla me vas a examinar zorra!

-Por eso quiero verla, para examinarla... ahora vamos, quita las manos y modera tu lenguaje, tu culo me indica que ya has tenido problemas...

-¡QUE TE FOLLEN!

Sin mediar palabra, fue tirado sobre la bañera, agarrándose al borde para no caer al agua y le propinó unos fuertes azotes que hicieron gritar al castaño, energicamente fue levantado por los sobacos con fuerza y colocado frente a la hermana, que muy enfadada le dijo.

-Ahora te vas a portar bien... o no seré tan amable, señor culo rojo.... Mantente quieto.

Logan al borde de las lágrimas se mantuvo quieto mientras la hermana le rodeaba observándole y manipulándole como si de un muñeco se tratase, le apartó las manos del frente y observó su entrepierna solo para lanzar un bufido exasperado y decir.

-Ves, como de costumbre, nada que esconder....

Le levantó los brazos y le miró los sobacos, los brazos, las piernas, la espalda y el culo, y cuando Logan temía lo peor. Se retiró, apuntó algo en una carpeta y solo dijo.

-Bien, Huevo de dragón y bomba de universo.

Se dirigió a las estanterías y agarró dos pelotas, lanzó una dorada por el tubo otra blanca que depositó en el interior de la bañera, la cual rápidamente se deshizo dejando el agua totalmente blanca y con pequeñas trazas sólidas rojas que asomaban, el olor, era super fresco y almizclado, muy agradable. La hermana colocó un gorro de baño al adolescente que se sentía ridículo, entonces se le indicó que entrase a la bañera, este se dirigió, era un poco alta, pero la mujer le ayudó a entrar. El agua se había vuelto espesa, pero era bastante agradable, la hermana Justina le indicó que se relajase de momento, sin embargo, se acercó demasiado a la cabeza del chico metido en la bañera. Logan se sonrojó, esta fue a acercarse y agarrarlo, pero este se retiró, la hermana le dio un pescozón en la cabeza y le dijo.

-Deja de hacer el estúpido ¿Crees que a mi me gusta tocar a un cerdo adolescente como tú? ¿Por qué creer que llevo guantes? A saber qué clase de higiene tienes...

Logan se sonrojó y la dejó acercarse hasta que sus caras estaban frente a frente, el menor se sentía totalmente expuesto, pero ella lo miraba como analizándolo,  entonces metió la mano en la bañera le lanzó agua sobre la boca y las mejillas, Logan no comprendía nada y parecía un poco confuso, hasta que la hermana explicó.

-Estate quieto, tienes una mancha.

Cuando la señora estuvo satisfecha se retiró y dejó al chico reposar, no durante demasiado rato porque a los tres minutos, le ordenó que saliese, este lo hizo y al hacerlo pudo ver como su piel salía totalmente blanca, como si estuviese manchado de pintura, la hermana le dijo que aquello era normal y que se aclararía en la siguiente sala. Este atravesó la segunda puerta y conforme lo hacía, vio lo que le pareció que era el pequeño culo blanco de Jean Pierre saliendo por otra puerta que había al fondo. Aquella instancia era igual que la anterior. Otra hermana le indicó que esperase un segundo, mientras metía la bola dorada que habían mandado anteriormente en el agua y de igual manera se disolvía tiñendo el agua de un color azul con destellos, muy similar al color del universo, en ese momento, los biombos se retiraron y de repente los cinco chicos que habían entrado  quedaron de nuevo en una sola habitación con cinco bañeras, cada una esperando a su usuario. Logan pudo ver a Tristán no lejos de el, que estaba pintado de blanco también, otros niños estaban pintados de rojo o de dorado. Pudo ver como igual que el no se cubría ya la delantera y le hizo gracia ver a su compañero, que parecía una estatua griega. Se fijó también en que Tristán tenía más pelo que el y que con aquella pintura, parecía que le quedaba muy rígido, el se miró y vio que el estaba en la mima situación. Las hermanas les dieron paso para que entrasen, todos de manera obediente, entraron en sus respectivas. Conforme el castaño entraba, pudo ver como la pintura se despegaba de su piel, la sensación era como ser una pastilla efervescente, miles de burbujitas subían por su cuerpo, causandole una sensación agradable, casi cosquillas. Cinco minutos pasaron sintiendo aquella sensación divertida en todo el cuerpo y la cara, cuando un timbre sonó y se les indicó que salieran. Los chicos se levantaron. Logan estuvo a punto de caer al intentar salir de la bañera, ya que era un poco alta pero una hermana lo sostuvo y lo ayudó, este cruzó miradas con Tristán, su cuerpo ya estaba de su color de nuevo, pero mucho más brillante y tenía como pequeñas motas de purpurina microscópica, sin embargo, lo que más llamó la atención del castaño, fue la entrepierna de su amigo, pues estaba tan clara y sin pelo como la de Spencer, sin poder reprimir sus carcajadas dijo

-Tris... mírate...

El moreno se miró y rápidamente se avergonzó tapándose de nuevo totalmente desconcertado, sin embargo, respondió.

-A ¿Si? Pues mírate tú

De pronto la risa de Logan se ahogó. Poco a poco miró hacia abajo, y vio una piel resplandeciente como la de su amigo y que todo el pelo de su cuerpo había desaparecido. Los chicos estaban confusos y desorientados, las hermanas reían al ver sus caras.

-Ahora sí que sois angelitos, o más bien, querubines

-Pero mira que cositas... solo había que retirar lo feo para ver a los pequeñines más preciosos

Reían de manera divertida mientras los chicos se tapaban una vez más sin saber donde meterse ni qué hacer, estaban confusos y desconcertados.

-Venga venga, avanzad a la siguiente sala si no queréis que los niños mayores que vienen os vean....

Los chicos se miraron aterrorizados, una hermana abrió la siguiente puerta y todos los chicos entraron corriendo por ella, justo cuando el último pasaba se abrió la puerta trasera entrando otros cinco chicos pintados de diferentes tonos como ya les había sucedido a ellos. La nueva habitación era similar a la anterior aunque un poco más pequeña, con las bañeras posicionadas más cerca unas de otras y al lado de cada una una monja que les sonreía.

-!Awww cada grupo nuevo son más monos que los anteriores!

Fue entonces cuando Logan se dio cuenta, habían sido aquellas mujeres y sus baños los que les habían quitado su pelo, dejándolos pelados como niños de 10 años. En ese momento la ira lo llenó.

-!Chicos estas putas son las que nos han quitado nuestra hombría! ¡Dejandonos como putos niños! ¡No podemos seguir así! ¡REVELÉMONOS!

Tristán reaccionó secundando a su amigo, Los otros chicos igual, pero las hermanas no era la primera vez que se enfrentaban a esto, rápidamente fueron colocados en sus regazos y estuvieron llorando como auténticos niños. Tras aquello de nuevo se les puso cara a la pared y colocaron una moneda que se les ordenó sujetar pegando la nariz a la pared, si esta caía recibirían más azotes. los dos obedientemente pegaron sus narices llenas de lágrimas contra el frio metal y allí quedaron mientras las hermanas seguían haciendo su trabajo. Al cabo de diez minutos, el sudor había hecho que las monedas de ambos estuviera a punto de caer, obligando a los chicos a adoptar posiciones muy incómodas, doblados y agachados. Mientras aquello pasaba ambos adolescentes escuchaban a aquellas mujeres advertir a los chicos nuevos que entraban que fueran buenos o acabarían como sus compañeros de la pared. Ambos no sabían qué sucedía, pero ningún chico llegó a protestar lo suficiente como para acabar haciéndoles compañía. Logan ya no podía más, todo le daba igual, pero cuando estaba a punto de rendirse las hermanas los llamaron.

-A ver, los angelitos de la pared ¡Venid aquí! podéis dejar caer las monedas, ya no estamos enfadadas

Ambos chicos se levantaron con gran cansancio escuchando un sonido metálico, proveniente de la moneda que chocaba contra el suelo. Se dirigieron hacia las hermanas. Antes de que pudieran reaccionar fueron levantados por los sobacos y metidos en las bañeras, acto seguido cogieron una pastilla de jabón y comenzaron a bañarlos. Entonces Tristán se alejó mientras Logan, más acostumbrado últimamente a que lo bañasen se quedó en el sitio solo preguntando.

-Pero dijeron que no bañarían a adolescentes como nosotros

La hermana rió y pellizcándole la nariz le dijo

-Pero vosotros ya no parecéis esos adolescentes cochinos, más bien parecéis niñitos adorables

-Pe... pe... pero...

No pudo acabar, fue silenciado cuando la hermana le lanzó agua a la cara y comenzó a manipular su cuerpo frotando con el jabón lavando cada centímetro de su cuerpo siendo extremadamente exhaustiva y no olvidando ningún lugar. Loa chicos rehusaron un poco más al llegar a sus partes más privadas, especialmente Tristán, pero unos buenos azotes mojados les persuadieron de que ellos no tenía ningún tipo de opinión al respecto. Mientras las hermanas les decían.

-Ya aprenderéis a perder esa vergüenza tonta frente a los adultos, los niños pequeños no tenéis nada que esconder.

Ambos chicos se pusieron rojos, con el comentario. Sin embargo, no tuvieron tiempo de asimilarlo, fueron aferrados de los pies y tirados hacia arriba, haciendo que sus cuerpos se precipitasen dentro del agua, teniendo que agarrarse con ambas manos a los bordes de la bañera para no ahogarse. Las hermanas con esponjas en las manos comenzaron a frotar las planta se de los pies de ambos chicos. Hasta que la que bañaba al castaño puso una expresión sorprendida.

-Mira hermana, Fíjate en esto, a este pequeño le bañan regularmente

Esto provocó la confusión de la mujer y el sonrojo de Logan, que no sabía cómo era posible que aquella mujer supiera aquello. Sin embargo sus preguntas pronto obtuvieron respuesta.

-La planta del pie de un niño es el espejo de su higiene, por lo general, los niños son especialmente perezosos a la hora de bañarse y lo hacen mal y con desgana. Eso hace que sus pies tomen un color amarillento y opaco, incluso en algunos casos casi brillante de la suciedad. Sin embargo, mira este pequeño, su planta del pie está blanca y clara. Algún papi o alguna mami se Encarga de bañarle. Por la pinta yo diría que al menos una o dos veces en semana alguien se encarga de tu higiene ¿Verdad angelito?

Logan quería contestar, aunque todo lo que hubiera dicho era cierto no podía permitir que su secreto se supiera. La hermana que escuchaba reía al ver aquella clase de cuidados y crianza infantiles. El chico quiso reclamar pero solo logró hundirse en el agua. Finalmente los sacaron y con toallas mullidas los secaron. Una vez todos secos, esperaban desnudos en una sala de espera. La madre superiora llegó con un carrito con diversos compartimentos. Los miró a todos y dijo.

-Que guapos estáis todos así, tan limpitos, ahora sí que se que seréis buenos, pero venga, es hora de vestirse

La madre abrió los compartimentos del carrito creando un super armario, lleno de pantalones, jerseys, camisas, calcetines y slips blancos.

-Este es vuestro nuevo uniforme, lo hemos buscado que fuera muy igual que el que llevabais en vuestra escuela.

Los chicos poco más querían saber, estaban hartos de humillación y solo querían vestirse y largarse de allí. El día transcurrió sin grandes novedades, Logan trató de instigar al desorden, pero todos los otros chicos no estaban por la labor de escucharle, incluso sus amigos le echaban la culpa de la ida de los frailes y la llegada de aquellas brujas. Pues según se había enterado el castaño, el y su amigo no habían sido los únicos adorados, varios chicos mayores habían acabado con culos muy rojos y casi sin poder sentarse.
La hora de la cena llegó. Esta era un gran banquete en el que no faltaba detalle, había comida de todo tipo, refrescos azucarados de todas partes y deliciosos postres. Esto reconfortó un poco a los chicos. Entonces llegó la hora de acostarse. Todos los chicos se dirigieron al que había sido su dormitorio la noche anterior, ahora tenía esas terribles paredes de tela de nuevo separándolo en compartimentos. En el centro de la estancia habían un carrito como el de aquella mañana en el que habían tenido que lanzar sus calzoncillos. A un lado una gran estantería llena de ropa de todas las tallas, desde pantalones hasta calcetines y slips perfectamente apilados.

-Bienvenidos angelitos del cielo, venga, ropita fuera, todo al carro, desnuditos para mimir.

Los chicos comenzaron a mostrarse reacios, pero tres hermanas entraron detrás de ellos y comenzaron a levantar sus jerseys, sacándoselos y tirandolos al cesto. Siguieron bajando los pantalones, varios chicos al ver aquello decidieron  hacerlo por ellos mismos y mantener un poco la poca dignidad que les quedaba. Cuando varios estuvieron desnudos, la hermana que estaba sentada abrió un gran libro y fue leyendo sus nombres e indicándoles que pasaran de uno en uno a la Sala siguiente. Entonces llegó el turno de Logan.

-Logan Lucas de Ampurias Wood, pasa a la sala.

El castaño odiaba que lo llamasen por su nombre completo. Solo lo usaba su madre cuando estaba extremadamente enfadada con él, el chico se adelantó y de la manera más educada posible le dijo.

-Mi nombre es solo Logan, Lucas es mi segundo nombre y nadie me llama así, por favor, no lo use.

-Cielito, Lucas es un nombre precioso, así se llamaba uno de los apóstoles más importantes del señor.

-Pero...

-Es más, creo que así es como te vas a llamar mientras estés con nosotras, Lucas, es un nombre precioso y dulce para un niño precioso y dulce como tú, Logan es demasiado feo...

- ¿Qué? ¡Espera!¡Eso no puede ser! Odio ese maldito nombre

-Angelito, si no quieres más problemas hoy yo llevaría tu culete ya coloreado de rojo a la otra sala cuanto antes, si no, vas a ser un niño bastante dolorido...

Logan quería rebelarse, pero la hermana tenía razón en una cosa, su culo ya había sufrido bastante por un día. Así que decidió no darle más importancia y marcharse por donde le indicaban. Mientras avanzaba hacia la otra sala la hermana le apostilló.

-¡Y quita esas manos de tu delantera, aún no tenéis nada que esconder y podríais haceros daño sin querer!

Rojo como un tomate Logan avanzó y entró en la otra habitación donde le esperaba una hermana igual de enorme que las que lo habían bañado, esta le sonrió, pero a aquellas alturas una sonrisa de aquellas mujeres era algo que causaba bastante intranquilidad en el chico. La mujer le indicó que se acercase, el castaño vio que la mujer señalaba al suelo donde se encontraba un orinalito  de gran tamaño con forma de patito donde un adolescente podría sentarse fácilmente y casi teniendo cuidado de no caer en el interior. El catorceañero comenzó a quejarse, sin embargo, la hermana lo agarró de la oreja y lo sentó rápidamente. Dos minutos pasó ahí, mientras veía como una cola de 4 chicos le observaba esperando sus turnos, entre ellos se encontraban Daniel y Jean Pierre que le miraban con miradas divertidas que causaban el absoluto sonrojo del otro. Finalmente se levantó sin hacer nada, lo que causó que un bufido saliese de la boca de la mujer, que dijo.

- Pasa con la hermana Gertrudis y no le des problemas, espero que lo que no has soltado aquí, no lo sueltes esta noche en la cama....

El castaño corrió lejos y atravesó una pequeña cortina, cuando llegó donde le habían encargado, vio una enorme mesa de cambiar pañales, tan grande que podría caber incluso su padre

-Hola hombrecito

Fue lo único que pudo escuchar Logan, pues en unos segundos estaba siendo levantado por los sobacos, colocado de espaldas encima de un enorme pañal, limpiado con toallitas húmedas, cubierto con talco, cerrado y la hermana lo estaba ayudando a levantarse. El castaño por su parte, que había estado como anestesiado debido q la rapidez, estaba volviendo en sí, se miró por un segundo y vio algo que le horrorizó.

-Pe... Pero.... ¡Estos pañales tienen dibujos como los de los bebés!

-Sois poquito más que bebés cariñín

-¡Esto que lo lleve tu madre!

Un fuerte azote en su trasero acolchado persuadió al chico de que dejara de hacer berrinches.

-Ahora ve a que te pongan tu pijama y te metan en la cama...

El chico cubierto de ira obedeció y pasó de sala. Cuando llegó, fue puesto en calcetines con pompones un camisón que le llegaba muy por encima de las rodillas y coronado con un gorrito de noche en forma de cono que colgaba hacia abajo un pompón. Logan quiso contestar pero de nuevo unos azotes le disuadieron. La hermana le miró y le dijo.

-No pongas esa carita de enfado cielito, somos una congregación femenina y nos solemos encargar de niñas, vuestros pijamitas de niño llegarán mañana probablemente, mientras tanto, toca ir así de guapos.

La hermana acompañó al chico a la último sala que parecía estar llena de jaulas, sin embargo, cuando Logan se fijó más, eran cunas, antes de que pudiera hacer nada, la hermana lo agarró de su culete acolchado recordándole su situación y lo obligó a marchar con ella, se retuvieron frente a una cuna con unas sabanas blancas, la hermana la abrió por el lateral, y le indicó que entrase. El castaño ya cansado de todo lo hizo y antes de marcharse la hermana metió un gran chupete en su boca, era tan grande que casi ocupaba toda su cavidad bucal, rápidamente el adolescente lo escupió ante el gesto de disgusto y desaprobación de la mujer que lo cogió, sacó de su bolsillo un bote de cristal, echó dos gotas en el pezón del chupete y se lo volvió a colocar al castaño, este de inmediato sintió un sabor extremadamente amargo y trató de volverlo a escupir. Sin embargo se encontró con que la mano de la hermana taponaba la salida.

- Me vas a guardar esto durante toda la noche ¿De acuerdo pequeñín? Y mañana por la mañana vendré a buscarlo al mismo sitio donde lo he dejado... Y por tu bien espero que esté ahí... Le he puesto una resina que hace que el sabor sea amargo, cuanto más lo chupes más se te acostumbrará la boca al sabor, pero si lo sacas, el choque volverá a ser igual de horrible y si lo dejas fuera y se seca... Que Dios te ayude... No podrás meterlo de nuevo en la boca.... Así que, buenas noches angelito

Diciéndole esto, le dio un beso en el frente del chupete que le hizo sonrojarse muchísimo, había sido su primer beso, un beso indirecto o algo así, pero su primer beso. Rojo como un tomate con un sabor horrible se lanzó sobre la cama a gritar sobre su almohada. Cuando se tranquilizó, se sentó y se puso a mirar alrededor y pudo ver como entraban de uno en uno sus amigos, ver a Tristán en aquella situación le hizo reír tanto que su chupete calló al colchón, rápidamente las palabras que le había dicho la hermana  llegaron a su cabeza y como un rayo lo recogió y se lo colocó, no era ninguna mentira, el sabor amargo volvía a ser igual de intenso que en un principio, cosa que hizo hacer grandes muecas al castaño. Jean Pierre también entró y lo peor de todo era que el camión le quedaba grande, estaba terriblemente mono pensó Logan recordando a su Hernanito. Chupetes con resina le fueron colocados a algunos otros niños que como Logan habían sido osados como para escupirlos delante de las hermanas. Una vez todos estuvieron acostados en sus "camas" Un grupo de hermanas llegó e hicieron pasillo mientras se aproximaba la madre superiora que había hablado al principio de aquel día y que tan buen pronóstico les había dado esa mañana. Esta les echó un vistazo y sonrió juntando las manos.

-Que guapos estáis todos, tan limpitos, vestiditos, sin esos feos pelitos que os condicionan a hacer cosas mayores para las que aún no estáis preparados. Os preguntareis por qué todo esto... Pues bien, la cunita es solo para evitar que seáis traviesos y salgais de la camita, así podréis descansar sin problemas ni tentaciones del demonio de meteros en líos durante la noche...

-Una polla...

Gritó un chico desde una de las cunas tratando de escalar por los barrotes. Todas las hermanas se quedaron mirando en silencio sin hacer nada hasta que el chico llegó a la parte superior, en cuanto la tocó, soltó un grito de dolor y calló de nuevo sobre el mullido colchón. La madre volvió a sonreír y siguió hablando.

-Veis pequeñines, eso le pasa a los niños traviesos, solo las hermanas pueden sacaros de vuestras cunas, que están para vuestra protección y para que no armeis una como la que le formasteis a los pobres hermanos que pensaron que erais mayores. Los pañales iban a ser solo por seguridad, pues no os podriais levantar al baño, pero visto lo visto esta mañana, creo que habrá algunos a los que de verdad les haga mucho bien que los protejan. Y en cuanto a los pijamitas... Aunque estáis guapísimos vestidos de damitas, la Biblia prohíbe el travestismo, así que mañana deben llegar vuestros pijamas de niños. También deciros, nada en este internado será gratuito... Tendréis un sistema monetario basado en estas bonitas monedas.

Dijo levantando una bolsa de malla con monedas con dibujos de paw patrol.

-Cada día se os dará un número de monedas que podréis gastar. Pero bueno, mañana se os explicará el funcionamiento, de momento, dormid bien e intentar manteneos secos y en la cunita. Nada de quitarse los pañales ni los pijamas. Ahora buenas noches.

Dicho esto, se dio la vuelta y dejó a todos los adolescentes listos para dormir. Las luces se apagaron y los chicos algunos trataron de hablar, otros trataron de salir con el mismo resultado que el otro chico. Logan incluso llegó a escuchar algunas cintas de pañal despegarse y ser lanzados. Logan se tumbó sobre su espalda, debatiendo consigo mismo si se revelaba y se arrancaba aquel estúpido pañal también, como habían hecho algunos compañeros y se arriesgaba a mojar la cama o se lo dejaba y se arriesgaba a mojarlo. Haciéndose estas preguntas, sin darse cuenta se quedó dormido. Llegando entre sueños a las dos únicas conclusiones verdaderas. Había caído en el infierno y ese iba a ser un verano muy largo....

FIN

lunes, 15 de junio de 2020

Cap XX (El internado puede ser una fiesta)

Logan comenzó a abrir sus ojos, aún parecía temprano, rodó en su cama sintiendo el plástico abultado rozando contra sus muslos. Aquellos pañales no eran como los pañales calzoncillo que había llevado con anterioridad, con los cuales nada más despertar sabía claramente si se había mojado. Con los pañales de verdad que ahora le hacían llevar, no llegaba a distinguirlo bien, debía prestar mucha atención. El chico directamente imitando a su madre cada mañana, introdujo un dedo en el frente de su pañal para sentir la evidente humedad. Estaba tan mojado e hinchado que no se explicaba cómo era posible que le costase darse cuenta. Entonces comenzó a sentirse mal, un dolor en la boca de su estómago. Los remordimientos, la vergüenza y la humillación sufridas el día anterior le estaban causando una inquietud y malestar que casi no le estaban dejando vivir. Rápidamente las lagrimas se formaron en sus ojos, el chico se tapó con las sábanas y comenzó a chuparse el pulgar sintiéndose cada vez peor, poco a poco sus ojos se fueron cerrando y calló dormido de nuevo.
Los rayos del día entraron por la ventana despertando al castaño que dormía plácidamente aún con el pulgar en su boca. Daniela entró en el dormitorio y destapó a su hijo que se estremeció un poco. Esta no pudo evitar enternecerse al ver a su hijo chupando su pulgar y con un pañal evidentemente muy mojado, tomó una foto del chico y por inercia comprobó el estado del pañal.  Logan que había despertado tras la invasión de su pañal se sonrojó cuando escuchó.
-Vaya querubín, estás totalmente mojado... menos mal que te cambiamos a este tipo de protección. Tus anteriores pañales calzoncillo no hubieran aguantado tanto pipí.
Logan se sonrojó y sintió que estaba muy húmedo. se había vuelto a mojar durante la noche. Su problema no parecía mejorar, cosa que solo empeoró el estado anímico del catorceañero. Daniela indicó a su hijo que se levantase. Antes de que el chico pudiera percatarse las cintas fueron despegadas y el pañal calló al suelo haciendo un fuerte ruido sordo. El chico, tuvo el autorreflejo de taparse con sus manos, pero antes de poder protestar, con un azote cariñoso fue enviado a tomar su baño de la mañana. Corrió desnudo por el pasillo, cada vez era más frecuente aquella carrera matutina y en el transcurso, pudo cruzarse con Spencer vestido con su pijama y dirigiéndose a tomar la ducha que ahora le correspondía. Entró al baño y allí se encontró ya la bañera llena de agua caliente, lista para él. Cuando comenzaba a entrar en la bañera, la puerta se abrió, entrando su padre vestido con un pantalón negro, una camisa blanca con los tres botones superiores desabrochados y con una toalla al hombro.
-Que bien, ya estás preparandote, vamos a bañarte hombrecito.
Logan se sonrojó, y quiso protestar, pero nada pudo contra el firme agarre de su padre que lo levantaba y lo metía en la bañera como si tuviera 4 años. El castaño mientas esto pasaba, sintió el dolor en su culo. Un recordatorio que le sirvió para sentarse en la bañera y dejar a papi hacer a su antojo, frotandole y lavandole cada centímetro de su cuerpo como si realmente tuviera los cinco años a los que le habían rebajado. Lucke notó la seriedad de su hijo.
-Awww no pongas esa cara gatito, mojar la cama les pasa a muchos niños de tu edad, papi te va a dejar bien limpio sin ese feo olor a pipí. Además, mira lo que te he traído.
Lucke arrojó al agua varios objetos que salpicaron la cara del catorceañeroq que cerró instintivamente los ojos. Cuando los abrió, vio que flotaban en el agua un patito de goma, un barco pirata y un camión que se hundía poco a poco. Lucke intervino.
-Ves, ahora podrás jugar mientras papi hace su trabajo y no pensarás en esas feas camas húmedas o accidentes nocturnos. Ahora, levanta los brazos, tengo que lavarte bien
Logan estaba rojo como un tomate. Su día no había hecho más que comenzar y ya estaba totalmente avergonzado hasta el nivel que quería que se lo tragase la tierra. Cuando su padre hubo terminado, introdujo su mano en el agua y sin previo aviso agarró uno de los pies de su hijo. Comenzó a frotarlo enérgicamente mientras decía.
-Ohhh que sucio estas ¿Hace cuanto que no te lavabas entre los dedos de los pies? Deberíamos haberte empezado a bañar nosotros hace tiempo...
Logan quería morirse, cuando su padre terminó iba a continuar, pero fue detenido por el timbre, este salió dando instrucciones a su hijo para que se lavara la cabeza, cosa que el catorceañero comenzó a hacer como hacia de costumbre. Cuando lucke regresó, encontró a su hijo donde lo había dejado, aclarandose la cabeza. El adulto se acercó a su hijo y tomó el control de nuevo, revisando que se hubiera lavado bien. Chasqueó la lengua antes de decir.
- No te has dado detrás de las orejas... Tan grande que dices ser y no sabes bañarte apropiadamente...
El chico una vez más quería morir, si no fuera lo suficientemente malo ser bañado por su padre a los catorce años, este encontraba formas nuevas para hacer más humillante aquel momento. Una vez terminado su baño, su padre lo sacó levantandolo por las axilas, dejándolo en el suelo del baño y secandolo con una toalla grande. Una vez seco, dejó la toalla a un lado y lo llevó desnudo a su cuarto. Donde encima de su cama, en lugar de su uniforme escolar, habia un paquete pequeño con el logotipo de una famosa tienda online. Logan miró a su padre confundido, no hizo falta formular pregunta, pues bien parecía que lucke había leído la mente del catorceañero y con voz alegre respondió.
-Es un regalo para tí gatito
-¿Para mi?
-Claro, abrelo tontin
El chico sin pensar abrió ansiosamente el paquete esperando ver su regalo. Pero grande fue su sorpresa con lo que encontró dentro. Miró a su padre confundido y dijo.
-¿Un cepillo para el pelo? No tengo el pelo tan largo como para necesitarlo
Su padre sonrió dulcemente ante aquella afirmación. Le acarició la cabeza mientras cogía el cepillo, que era de tamaño medio, cabía perfectamente en la mano, el cabezal era totalmente redondo, de madera de pino bastante clara, con cerdas suaves para evitar tirones. Lucke se sentó en la  cama con las piernas muy separadas y sentó a su hijo aún desnudo en medio y comenzó a cepillarle el cabello. Mientas le abrazaba y le besaba la mejilla le dijo.
-Tontin, claro que lo necesitas. Mira lo suave que es.
Logan estaba rojo de vergüenza. Con sus manos tapaba su frente, aunque no le importaba que su padre le viera ya a aquellas alturas, se sentía demasiado expuesto. Una vez totalmente peinado. Lucke llevó a su hijo frente a un espejo y le dijo.
- !Mira que guapo! te das cuenta de que sí te puede servir.
- Emmm bueno si....
-todos los días mami o yo te peinaremos para que vayas muy guapo.
Logan enrojeció, y bajó la mirada, tímidamente preguntó.
-¿Donde está mi uniforme?
-Mami lo traerá, pero antes que nada, gatito, hay que hablar de un detalle
-¿Qué ? 
Preguntó el catorceañero de manera cansada y un tanto intranquilo. Papi se acercó a la cama y sacó del cajón de los calzoncillos de su hijo su nuevo y reglamentario slip blanco que debía llevar al colegio, lo abrió y le indicó al chico que metiese sus piernas. Este aún con vergüenza lo hizo pues solo quería dejar de estar desnudo. su padre comenzó a subirlo. Pero cuando había recorrido más de la mitad de la pierna e iba a medio muslo, se detuvo, soltó el slip y miró a su hijo. Este lo miró confundido y antes de que pudiera hablar. El rubio tomó la palabra.
-Algo olvidamos ¿No hombrecito?
Logan miró confundido, pero su padre siguió hablando.
-Alguien no se portó demasiado bien... Hay que recordarle ser un buen niño...
Dicho aquello Lucke lanzó a su hijo sobre su regazo y con el cepillo de pelo en la mano comenzó a azotar al ya coloreado trasero de su hijo durante la noche anterior. Los azotes caían con ritmo y sin pausa, Logan acabó llorando como un bebé completo en cuestión de segundos. Mientras lucke acababa su trabajo y abrazaba a su pequeño como un niño travieso al que corregia por puro amor y deseo de ayudarle a ser mejor.
-Esta será nuestra nueva rutina diaria al despertar ¿De acuerdo gatito?
-¿Qué? ¡Pero Papi!
-Ni papá ni pipí. Te portaste muy mal Logan y papi tiene que castigarte para que puedas ser bueno en el futuro. Un niño tranquilo y calmado, en lugar de un pequeño inquieto y busca problemas.
Logan calló. Pues sabía que no había nada que pudiera decir para que aquella situación mejorase. Papi le dio un abrazo final, le subió los calzoncillos y lo vistió con su uniforme. Bajó, desayunó y se marchó al colegio. Fue extraño no contar a ninguno de sus amigos. Pero nadie se metió con el. Pues a pesar de su humillación pública todos sabían que para haber pasado por aquello, algo muy malo debían haber hecho.
La semana pasó y los compañeros de Logan volvieron. Irónicamente, aquel castigo que habían sufrido los chicos ayudaron a mantenerlos bajo control y sin meterse en líos. Sin contar además los continuos azotes en casa, los pañales nada más volver del colegio, los baños, las horas de acostarse temprano. Todo aquello pareció surtir efecto en Logan de manera impresionante. Pues se comportaba como todo un niño modélico. Tanto fue el cambio que sus estrictas normas comenzaron a ablandarse. Comenzó el poder mantener sus slips en casa al llegar del Colegio y durante los fines de semana, podía usar de nuevo el baño sin pedir permiso, seguido, ampliar su hora de acostarse, aunque no era superior a la de Spencer, ambos hermanos seguían yendo a dormir a la misma hora. Incluso se le permitió volver a ver a sus amigos y salir por ahí con ellos. El castaño respondió de manera correcta y madura a todas las muestras de confianza que sus padres estuvieron dando. Los baños diarios poco a poco se fueron reduciendo. Un día  a la semana se le permitía bañarse solo, despues se sumó otro día, luego pasó a un día ser bañado otro día bañarse solo, hasta que finalmente quedó toda la semana pudiendo bañarse solo, solo con la Supervisión de papi o mami y su ayuda para lavarse el pelo y la espalda y solo el domingo un buen baño a fondo dado por cualquiera de sus padres, eventualmente Spencer acompañaba a su hermano mayor en la bañera. Incluso mejoró su problema de humectación nocturna, reduciéndose solo a una o dos veces por semana, aunque todas las noches debía llevar pañales como precaución y su culo seguía siendo azotado por la mañana y la noche.
Así mientras esto sucedía, las páginas del calendario caían como si fueran hojas de un árbol en otoño. De tal modo que llegó la semana final de colegio. Para aquel entonces Logan había conseguido que sus padres le dejaran salir con sus amigos incluso recibir visitas en casa. En aquel fin de semana en el que terminaba el colegio los chicos habían hablado de hacer una fiesta de pijamas y casualmente tocó en la casa de Logan. El chico hasta cierto punto lo prefería, con su problema y protección necesitaba estar en algún lugar donde controlase la situación y se había encargado de que Spencer ese día no estuviese, le había organizado una fiesta de pijamas con otros niños amigos del colegio.
El colegio terminó y los chicos bajaron todos en la casa de Logan, cuando entraron, olía a galletas recién hechas, entraron en la cocina y encontraron a Daniela horneando las galletas preferidas de su hijo. Esta cuando los vio dijo.
-Hola chicos, he preparado una pequeña merienda, me dijeron que vendríais hoy. Subid a lavaros las manos y dejar las mochilas en el cuarto de Logan y bajais a tomaros esto. Hay refrescos y batidos.
Todos agradecieron el gesto y obedecieron, en ese momento Logan se congeló. Verían las sabanas infantiles de su cuarto y sus peluches, no podía parar, no sabía que hacer, daba un paso tras otro, entonces la puerta de abrió.
Cuando entraron el cuarto del catorceañero seguía teniendo ese aire infantil, pero su cama tenía sabanas normales, los peluches, los juguetes infantiles y la alfombra de circuito de coches habían desaparecido. El chico miraba atónito su cuarto, que parecía más maduro que en muchos meses. Sin embargo, esto no pareció suficiente para Tristán.
-¡Eh Logo! ¿Que carajos le ha pasado a tu habitación? Parece la de un niño de 10 años...
-Pues... Esto... Eh.... Cla... Claro... Porque ahora es la habitación de mi hermano, solo que como es más grande vamos a dormir aquí, mis padres nos han cambiado porque en su habitación hay una humedad que le da alergia sí, eso es.
-Ah... Pues valiente mierda
Respondió Daniel.
-Bueno, tampoco está mal, así tienes menos para limpiar
Intentó minimizar Jean Pierre
-A ti seguro que te encanta, claro, seguro que tu habitación también es así
Se burló Tristán.
-Has estado en mi habitación mil veces imbécil y no es así, lo sabes...
Se quejó el rubio. Finalmente fijaron las cosas, se lavaron las manos y bajaron a comer, pasaron todo el dia jugando videojuegos y jugando al Badminton y al fútbol en el jardín. Al llegar la noche los chicos cenaron y subieron al cuarto. Los chicos se desnudaron y se iban a poner el pijama cuando sin previó aviso entró sin llamar Daniel llevando unas toallas en las manos.
-Chicos, es hora del baño
La mujer quedó un segundo en shock cuando vio a los cuatro chicos en slips.
-Huy, disculpad, por cierto. Vuestras mamis me han pedido una foto vuestra para saber que estáis aquí. Venga Posad

Los chicos titubearon, pero Daniela tenia una sonrisa siniestra que no era para ignorar y que indicaba que no debían desobedecer. Los chicos posaron y el flash se disparó. Y envió la foto al grupo de papis y mamis.
-Bueno al baño, no hay excusa. ¿Teneis calzoncillos limpios?
-Eh... Si.... Lo... Los de repuesto de educación física
Respondió unicamente Tristán.
-Bueno, el resron que no tengáis, Daniel seguro que unos de Logan te Irán y Jean... Puede que algunos de Spencer. Venga sin excusas.
Los chicos fueron entrando en la ducha y otros en la bañera. Daniela llevó un slip rojo con gomas blancas para Daniel y otro azul celeste con Cabezas de ositos para Jean Pierre. Una vez que Daniela vio que su hijo entraba en el baño, entró con el y le tendió el slip amarillo con coches de colores por todas partes. La reacción contrarias por parte del otro no se hizo esperar. Sin embargo Daniela prometió que si llevaba aquellos calzoncillos durante la noche, a la hora de acostarse podría llevar pañales calzoncillos de nuevo en lugar de los boluminosos pañales que llevaba habitualmente. Logan pareció relucir de alegría, abrazó a su madre lleno de agradecimiento y rápidamente se bañó, salió y se puso sus calzoncillos, subiendolos y ajustandolos como era costumbre ya con un cierto contento. Logan se detuvo un segundo y reflexionó acerca de algo que llevaba percatándose todos aquellos meses, pues ciertamente los slips le empezaban a parecer cada vez más... cómodos... y más naturales de llevar.... sentía como se amoldaban a su cuerpo y le brindaban una sensación de suavidad y confort. Los boxers le parecían ahora demasiado sueltos, asperos y le causaban intraquilidad e inseguridad debido a que ya no le resultaba que sujetasen nada, pues sin que nadie lo supiese, un día se había colado en el cuarto de sus padres y había cogido los boxers más pequeños que había encontrado en el cajón de los calzoncillos de su padre y se los había puesto, le quedaban solo un poco más grandes que sus boxers antiguos, pero para su horror, los sintió  incómodos y que tenían demasiada tela por sus piernas. Los slips ahora le parecía que eran perfectos, le daban la sensación de sujeción y ocupaban es espacio justo para no sentir que llevaba otros pantalones debajo de los pantalones. Le parecía que eran los calzoncillos que realmente debía llevar, aunque en un principio los despreciase y aún todavía no le gustasen los diseños de dibujitos. Pero aquello era algo que jamás compartiría con nadie y seguiría defendiendo su lucha para volver a los boxers aunque no era lo que ya deseaba.
Finalmente, salió del baño y se dirigió a su cuarto donde le esperaban sus amigos.
Una vez entró, encontró a todos vestidos únicamente en slips y con Tristán sobre Jean Pierre el cual se encontraba tirando en el suelo con expresión frustrada y el moreno le repetia constantemente
-¿Quien es el bebé? ¿Quien es el bebé?
-Logan.....
Respondió Daniel mientras reía al ver los calzoncillos de su amigo que acababa de atravesar la puerta. Tristán calló al suelo liberando a Jean Pierre que se levantó muy airado y reteniendo una risa al ver al castaño, pues aquella imagen no era algo que se viera todos los días.
-¿Logo, qué coño llevas puesto?
Se rió Tristan.
-E... es... es solo una mierda vieja, me han obligado...
Respondió Logan de manera esquiva, sin embargo, Daniel estaba hurgando en el cajón de los calzncillos del castaño y decia a carcajadas.
-No diría que te hayan obligado, todo es igual...
 Logan estaba a punto de colapsar, no sabía qué hacer, no sabía donde meterse ni que responder. Sin embargo, al rescate apareció Daniela por detrás de su hijo con una chancla en mano y con expresión enfadada.
-Bueno bueno... veo que hay algunas discrepancias aquí... menos mal que vais a portaros bien, ¿Verdad?
Todos los chicos se detuvieron y asintieron rápidamente mientras se levantaban y se marchaban a por sus camisetas para dormir.
-Chiscos, como vais a estar tan bien portados... vamos a rehacer la foto de antes...
-¿QUEEEE?
Todos se exaltaron, pues no querían posar en slips de nuevo y menos con aquellos slips aunque Tristán un poco divertido dijo.
-Vamos maricas, no es para tanto
-Claro eso es fácil de decir para ti que llevas un calzoncillo similar a la anterior foto

Dijo airado Jean Pierre, sin embargo, un tono de exasperación de la mujer les persuadió de que debían obedecer rápido. Por lo que posaron de igual manera y al foto fue repetida. Tras aquello Daniela les dio pijamas de Logan a todos los niños, estos no estuvieron demasiado conformes, pero no quisieron exponerse a la ira de la mujer y que podría derivar en la ira de sus respectivos padres. Una vez los chicos estuvieron vestidos con sus pijamas de patitos, gatitos, pelotas de beisbol y otros patrones infantiles con cremalleras en la espalda. Tras esto, Fueron enviados abajo a cenar, pues Daniela había encargado pizza.
Todos comieron y finalmente fueron al salón, Daniela entró y la escena que encontró era encantadora, los cuatro niños vestidos infantilmente viendo la tele, en ese momento llamó a Logan a la cocina, entonces le tendió el pañal calzoncillo y lo llevó al baño donde le bajó la cremallera y se la subió una vez estuvo listo. La noche transcurrió normal sin que nadie se enterase del pequeño secretito de Logan. A la mañana siguiente el catorceañero se dirigió rápidamente al dormitorio de su madre, la cual le ayudó a desnudarse y ver que estaba un poco mojado aunque no mucho. Una vez vestidos todos, se despidieron. Logan fue elogiado por sus padres por su buen comportamiento. 
Los días pasaron hasta llegar el día que debían marcharse al internado, Logan se levantó con un pañal seco como últimamente solía pasarle. Fue bañado por última vez en mucho tiempo y vestido con un slip amarillo básico, un vaquero y una camiseta de manga corta. Lo llevaron a la parada donde el autobús los recogería. Se despidieron con lágrimas en los ojos, especialmente Spencer, Los padres de Tristán lo llenaban de besos mientras Jean Pierre era aplastado en un super abrazo y Daniel llegaba tarde como solía suceder. Finalmente los chicos subieron al autobús y se marcharon. Entonces fue cuando Daniel que casi se quedaba en tierra dijo.
-Logo, tu plan ha sido una puta mierda pinchada en un palo... ser chicos modelicos no nos ha servido para librarnos de esta puta mierda...
Tristán y Jean Pierre asintieron al unísono, sin embargo, el castaño no parecía desanimado, con una sonrisa maligna dijo.
-No os preocupéis chicos... Tengo un plan B...
El resto del viaje transcurrió tranquilo y casi en silencio, una vez llegaron allí, el edificio era similar a un castillo, con un gran patio delantero. Allí los recibieron unos frailes que los guiaron a una gran sala en la que en el dintel se leía "Auditorio", los chicos entraron en él, allí se sentaron en los sillones. Una vez estuvieron colocados el telón se abrió, un gran crucifijo se levantaba en mitad del escenario y seis frailes se sentaban a los lados, posicionados en grupos de tres. Uno de ellos se levantó y se acercó al atril donde se encontraba el micrófono. El atril era de madera marrón sobrio, con forma de cruz. El hombre que se acercó tenía la cara redonda con barba, tenía poco pelo, una nariz chata y ojos azules. Este comenzó a hablar, su voz era ronca y potente.
-Bienvenidos mis queridos chicos, soy el padre Tomás. Estáis aquí para aprender espiritualidad y guiar vuestros corazones y vuestras almas más cerca de Diós. Espero que os comportéis como los novicios de Franciscanos que sois. Se espera de vosotros, respeto, obediencia y castidad. Vuestro equipaje quedará requisado y se os devolverá cuando os marchéis. Las rutinas serán: Levantarse a las 6:00 de la mañana para una sesión de hora y media de rezo. Seguido de un austero desayuno de pan y agua. Después, como vuestra educación no puede quedar de lado, estaréis en clase hasta las 12:00 que pararéis para rezar el ángelus, seguiréis hasta las 14:30 cuando comeréis y tendréis un rato de esparcimiento hasta las 18:30 que tendremos otra sesión de rezo hasta las 20:30, a esa hora cenaremos, tendremos un rato de esparcimiento de nuevo y a las 21:30 será hora de ducharse, y prepararse para dormir. Todos debéis estar en la cama y con las luces apagadas a las 22:00. Los fines de semana se dedicarán al estudio o a lo que cada cual considere, sin embargo, es obligatorio acudir a las sesiones de rezo y a la misa del domingo. Nuestros hermanos, El padre Francisco, Paulino, Domingo, Rosendo y Jesús están a vuestra disposición si tenéis cualquier duda, los demás hermanos os ayudarán en las tareas menores. Ahora. os guiarán a vuestros dormitorios donde cambiaréis vuestras ropas a las que llevaréis habitualmente, que evidentemente es el hábito de los Franciscanos.  Muchas gracias por vuestra atención y bienvenidos al San Sulpicio.
El padre Paulino llamó a los chicos y los guió hasta una gran sala donde había camas con hábitos marrones perfectamente doblados, unas sandalias de peregrino en el suelo y un cuadrado blanco al lado, cuando los chicos lo desplegaron se dieron cuenta de que era un slip. Hubo algunas protestas, pero no fueron escuchadas y se les apremió para que se cambiaran. Todos comenzaron a desnudarse, a pesar de que estaban los curas presentes, ni a Logan ni a cualquiera de los otros chicos les importaba y continuaron desvistiéndose, pues estaban acostumbrados a mostrarse desnudos unos delante de otros, y frente a su profesor de gimnasia, todo marchaba relativamente bien hasta que el padre Paulino vio que uno de los chicos se quitaba el calzoncillo para cambiárselos por el nuevo que le habían dado, de manera que  quedaba totalmente desnudo.
– Alto chicos, nadie debe quitarse los calzoncillos delante de nadie, la desnudez es impía y ya no sois niños, solo debéis estar desnudos en soledad y ante Dios.
Logan vio que algunos de los chicos usaban slips como él, esto le alivió un poco, aunque se sentía avergonzado, no porque le viesen en aquellas circunstancias, si no de que viesen que usaba slips fuera del horario escolar. Una vez estuvieron todos vestidos como mini frayles, les hicieron un tour por todo el lugar y se les indicó que la hora del rezo se indicaría con las campanas. Tras aquello quedaron solos. Logan y sus amigos se reunieron bajo un naranjo cercano que había en el patio en un parterre de piedras de río blanca y negra. Logan con una sonrisa malvada dijo.
-Chicos... a los curiquis estos se les ha flipado el coño.... estos hoy se deben enterar de quienes somos... sus votos... sus rutinas... se van a cagar... vamos a demostrarles que este internado... puede ser una fiesta...
Los chicos asintieron medianamente conformes, entre los cuatro urdieron un plan y una vez les quedó claro, se separaron y fueron reclutando a otros chicos para que les ayudaran, pues con un gran caos, los hermanos no sabrían de donde venía ni quien lo había ocasionado.
Todo comenzó a la hora del rezo, los rezos eran continuamente interrumpidos por pedos, risitas, eructos y ruidos molestos que hicieron de la hora y media de oración algo imposible. Seguido de la hora de la comida, alguien se había colado en las cocinas y había echado un bote de pimienta en la olla que iban a servir a los curas, que rabiaban de picor y bebían agua sin control ante la risa de los novicios y la impotencia de fray Tomás al cual no le salía la voz para mandar callar. Finalmente a la hora de la ducha, todos se comenzaron a desnudar y una vez que todos estuvieron en calzoncillos, los hermanos les indicaron que fuesen pasando a las duchas de cristal individuales, todo parecía ir bien, los chicos se desnudaron dentro de la ducha y comenzaron a enjabonarse, cuando los hermanos pensaban que todo había acabado de repente empezó a sonar una canción sacrílega por la megafonia, Uno de los dos que custodiaban a los jóvenes se marchó a ver qué sudedía. De repente las puertas de cristal se abrieron y todos comenzaron a correr desnudos alrededor, algunos se abrazaban ante la atormentada vista del pobre hermano que intentaba poner orden, otros se habían metido juntos en la ducha y apoyaban sus culos contra el cristal, finalmente, todos corrieron desnudos hasta el dormitorio donde se encerraron bloqueando la puerta y pusieron música muy enérgica comenzando a armar la fiesta del siglo, ante los Golpes de los curas. Todos los adolescentes en Slips estaban disfrutando de la anarquía que vivían y poco a poco la música se fue calmando y fueron durmiendo. Los golpes en la puerta cesaron alrededor de las 2:00 de la mañana. Todos se sentían victoriosos, sabiendo que si esto había sido el primer día, este internado sí que seria una fiesta.

jueves, 16 de abril de 2020

Cap XIX (Reincidentes)


El aire corría entre las piernas de Logan, era fresco y acariciaba sus slips a la vista de todos sus compañeros. Los segundos se le pasaban como horas, el muchacho, rojo como un tomate, se quería morir de vergüenza. El no era vergonzoso con los otros  chicos a la hora de exhibirse, pero en aquel momento, todos sus compañeros estaban viendo que llevaba puesto el mismo tipo de ropa interior con la que el se metió su ultimo día de clase y  que le había costado la expulsión. Estaba al borde de las lágrimas, pero se serenó y se dio cuenta de que no podía permitirse llorar en el colegio, poco a poco, su vergüenza se fue transformando en ira, ira contra aquel que había hecho semejante afrenta. Tan rápido como su cuerpo se lo permitió, se subió los pantalones tanto como pudo y se giró en busca del causante de su vergüenza. Entonces vio a Jake, el chico del que se había burlado antes de la expulsión, riéndose y señalandolo. Mientras decía.
-Unos calzoncillos encantadores Logan, pero las clases de Primaria no han comenzado aún.
El castaño perdió la visión, sin darse cuenta, se abalanzó sobre el chico y comenzó a golpear curiosamente y gritar como si se tratase de un animal. Sus amigos lo sujetaron rápidamente intentando calmarlo. Su mejor amigo David le dijo.
-¡Logan tío, para!
- ¡Dejame, voy a reventarle la cabeza a ese maricón!
Seguía Forcejeando tratando de liberarse.
- ¡Logan para joder! ¡Todos llevamos slips blancos!
Tras decir esto, David dejó caer su pantalón exponiendo el mismo tipo de ropa interior que llevaba Logan. Este se tranquilizó un poco y empezó a escuchar.
¿¡QUE!? ¿¡COMO ES ESO POSIBLE!?
-Tranquilo marica, desde que te fuiste, hace unos días se impusieron los slips blancos como parte del uniforme, llevar otro tipo de calzoncillos ya no está permitido.
-¿¡QUE!? ¡A MI NADIE ME HABÍA DICHO NADA! ¡PENSÉ QUE ERA COSA DE MIS PADRÉS!
-Puede que la circular llegase tarde a tu casa...
La conversación fue interrumpida por Jake que estaba siendo ayudado a levantarse y sangraba por el labio.
-Si no sabias que eran parte del uniforme... ¿Pensabas que tus padres te estaban obligando a usar slips?
-¿Quien es el niño de primaria ahora?
El castaño se lanzó una vez más hacia el chico que le estaba molestando en actitud totalmente amenazante y dispuesto a acabar lo que había empezado.
-¡Te voy a matar hijo de puta!
-¿Tú y cuantos slips más?
Los compañeros hacían todo lo posible por refrenar al toro enfurecido en el que se había convertido Logan mientras trataban de aguantar las carcajadas. Pero cuando estaba a punto de liberarse llegó el profesor.
-Señoritas, os estoy esperando, sé que ahora os hacen llevar esas bragas blancas a todos, pero no significa que seáis chicas de verdad para tardar en el baño como ellas.
Todos los chicos enrojecieron al escuchar estas palabras. El profesor Camilo era el encargado de la asignatura de educación física. Un hombre de rostro duro, de mediana edad, bastante Atlético, Moreno de pelo y de piel clara. Un hombre bastantes atractivo aunque en ocasiones tenía comentarios fuera de lugar y que solían avergonzar a los chicos, como reseñar la falta de pelo de algunos muchachos, comparar el olor corporal de algunos con vertederos, animales muertos o incluso llegar a hablarles en femenino debido a sus cuerpos aún sin terminar de desarrollar.
- ¿Es que hablo en chino? ¡Moved el culo!
Todos los chicos rápidamente se pusieron en marcha y salieron como centellas por la puerta. Cuando Logan estaba a punto de salir el profesor lo detuvo.
- ¡De Ampurias! Tu no...
El castaño tragó en seco y se detuvo mirando a aquel imponente hombre.
-Es tu primer día después de todo el alboroto que armaste la última vez... Hay muchos compañeros que tienen ganas de devolverte tu amabilidad por hacer que les hagan llevar las bragas que ahora lleváis.
- Pero...
Fue interrumpido por el profesor que continuaba hablando.
- Pero lo que quiero decirte, aguanta... Y no busques líos, porque no te va a llevar a nada bueno.
- Pero yo no busco líos, son....
- ¿Que no buscas líos? De Ampurias, no me trates por imbécil. Entonces ¿Qué era lo que estaba pasando cuando he entrado?
- ¡Me habían bajado los pantalones!
- Y tú te burlaste de otro sin ellos el  último día antes de tú expulsión. Estáis en paz.
-Pero...
- No hay peros que valgan, ahora ¡sal ahí y ponte a correr nenita! Aún no te han crecido las domingas (nombre vulgar para los pechos femeninos) para que te reboten...
El catorceañero volvió a ponerse rojo y salió como una bala sin volver a mirarle a la cara. 
La clase transcurrió normalmente. Cuando acabó Logan volvió a cambiarse en privado, cuando salió vió a algunos compañeros aún cambiándose únicamente en slips blancos. Esto hacia una semana le hubiera generado grandes carcajadas algún que otro comentario cruel, como el que le había llevado a la explicación. Sin embargo ahora solo sentía vergüenza de que todos tuvieran que llevar la misma ropa interior infantil. Agachó la cabeza y se marchó a su siguiente clase, seguido por su corte de matones beta. 
Durante el recreo, cogieron su merienda y se fueron a buscar un lugar con sombra, hacia un día cálido, el verano de acercaba. Los adolescentes charlaban de cosas banales sin importancia hasta que finalmente Logan estalló no pidiendo olvidar el agravio anterior de aquel día.
-Tíos, estoy hasta la punta del navo... Jake tiene que pagar por lo que me ha hecho....
Sus compañeros giraron los ojos un poco cansados del tema, su amigo Daniel, un chico castaño cobrizo de piel muy blanca con algunas pecas en la cara y de una altura similar a Logan respondió.
-Logo tío, olvidalo, si te vuelves a meter con el, irá llorando de nuevo al Director y te echaran de nuevo...
- Me la pela, quiero su sangre...
Intervino en ese momento Tristán, el más macarra e incluso más impulsivo que Logan, un chico moreno tanto de piel como de cabello, bastante Atlético y el más alto de todos.
- Ay... Pero vamos a ver... Ya nos han hecho ir uniformados hasta en los putos calzoncillos...
- Pues por eso marica, ¿Qué más nos van a hacer?
Jean Pierre, un chico rubio oscuro, con la piel blanca ojos verdes, tenía un cuerpo un poco subdesarrollado aún, era el más bajo de todos, por lo general pensaban que era aún un alumno de primaria. Este chico había sido el último de los cuatro amigos, en unirse al grupo, ya que había llegado de algún lugar en el que se hablase francés, ya que hablaba con un acento bastante característico, pero los demás nunca se molestaron en recordar de donde. Debido a su apariencia infantil siempre era el blanco de todas las bromas de los otros tres chicos. A pesar de todo, solía ser el chico más coherente y razonable, aunque participase de las maldades urdidas por los otros chicos siempre intentaba hacerlo del modo menos agresivo y destructivo. Este había estado sentado escuchando y dijo.
-Siempre pueden hacer más... Parece mentira que no conozcais aún a los adultos, además, los slips tampoco están tan mal... No es que sea un gran drama.... Solo son otro tipo de ropa interior...
- Ya está el marica... Tú eres un bebé y seguro que ya los tenías desde hace tiempo...
Inquirió Tristán con una risa socarrona mientras todos los demás reían.
-Se ve que te encantan... Si quieres... Te puedo prestar algunos de mi hermano pequeño de la paw patrol, creo que usáis la misma talla...
Logan y los otros dos muchachos rieron fuertemente. Casi había olvidado que había sido él quien hacia unos días había llevado ese slip de la patrulla canina.
-Ya está bien... Es la última vez que os intento animar un poco... Panda de soplapollas...
Jean Pierre se giró y colocó su cabeza entre las manos exasperado por la estupidez de aquellos que se llamaban sus amigos.
Los chicos concluyeron en que si el Colegio no quería que se peleasen, entonces no sería un problema del Colegio. Le darían su merecido al acabar las clases. Fuera del recinto, donde solo sería problema del pobre chico y sus futuros agresores. El día pasó normal, con los chicos haciendo bravuconadas y tonterías típicas de la edad. 
La campana sonó y rápidamente los chicos habían salido a esperar a su presa. Logan ya había avisado a su hermanito que volvería a casa con sus amigos andando. El tiempo pasaba, los autobuses se marchaban cuando de repente Jake salió. Un chico castaño oscuro de complexión esbelta, bastante similar a la de Logan salió por la puerta y tranquilamente se alejaba del colegio, cuando de pronto, se encontró a los cuatro chicos cortandole el paso con sonrisas amenazantes en sus rostros. El chico comenzó a retroceder lentamente mientras temblaba y se esperaba lo peor. Logan se acercó y rodeandole como una fiera antes de atacar comenzó a decirle.
-Vaya... vaya... ¿Qué tenemos aquí Tristan?
-No lo sé Logan... Daniel... dímelo tu...
-No lo sé Tris.. parece que tenemos un pollito que huele a miedo... Jean... ¿Qué ves tú?
-¿Yo? emm... un niño que tiembla como un flan...
Todos rieron sin compasión del chico que ahora todos estaban rodeando Logan volvió a tomar la palabra.
-¿Te sentiste muy hombre y muy valiente por bajarme los pantalones e intentar humillarme frente a todos esos estúpidos de la clase?
-Eh... no, Logan, te juro que solo fue una pequeña broma... todos llevábamos esos calzoncillos...
-¡CÁLLATE QUE PARECES RETRASADO!
-....
El otro chico estaba totalmente intimidado, de repente sin que pudiera hacer nada, notó que le empujaban y caía al suelo, antes de que pudiera reaccionar, como un grito del castaño, todos los otros chicos se lanzaron sobre Jake como una manada de lobos sobre un cervatillo herido y le arrancaron la mochila, sus zapatos y lo peor de todo, sus pantalones, dejando al pobre chico descalzo y en slips. Este comenzó a intentar recuperar sus cosas de manera desesperada mientras apretaba los dientes tratando de contener las lagrimas. Los cuatro abusones comenzaron a correr huyendo de él y riendo. Pero debido a su tamaño, Jean Pierre fue alcanzado y lanzado por el suelo, pero antes de caer pudo lanzar la mochila a Logan que tenía las manos vacías. Una vez hizo esto, Jake se olvidó del pequeño rubio que se levantó dolorido mascullando algo en francés. La victima ya no pudo aguantarlo más y les gritó rompiendo a llorar.
-¡BASTA YA! !DEVOLVEDME MIS COSAS!
Logan rió.
-Awww, el bebé está llorando... quiere sus cositas... de acuerdo
y dicho aquello le volcó la mochila vaciando todo el contenido en la carretera
-!GILIPOLLAS¡
-Eh... esas no son palabras de un niño bueno....
En ese momento Tristán recogió la botella de agua caída de la mochila y la abrió y se acercó bebiendo y con una expresión macarra dijo.
-Logo tío... pasa de este bebé... fijate está llorando y hasta se ha meado....
Y dicho eso vació la botella sobre la parte delantera del slip de Jake, al sentir esto, el chico se abalanzó sobre el moreno. Jean Pierre lo vió venir y lo frenó, agarrándolo y tirándolo al suelo. Daniel le dio una patada en el estomago. Tras esto, todos los chicos tiraron todo por los alrededores y dejaron al pobre chico en el suelo, llorando y con sus manos enroscadas en su vientre por el dolor y envuelto en lagrimas, vergüenza y humillación. Antes de perderse, Logan gritó desde lejos.
-¡Si dices algo de esto te irá peor puta marica!
Todos corrieron y rieron de su gran "Hazaña". Cuando estuvieron lo suficientemente lejos todos pararon jadeando, se miraron y comenzaron a reír y comentar lo que acababa de pasar. Pero como de costumbre Jean pierre dijo algo que en verdad estaba dentro de todos y cada uno de los chicos.
-Oye... chicos... ¿Y si nos hemos pasado?
-Nah marica, sabía donde se metía cuando se metió con nuestro Logo ¿Eh?
Respondió Daniel queriendo acallar su conciencia. Cosa que hizo con la afirmación de los otros dos chicos y dejando a Jean Pierre pensativo. Finalmente cada cual se fue a su casa e hicieron sus vidas normales, a excepción de Logan que seguía con su vida de niño de 10 años. a las 20:30 sus padres ya le habían puesto su pañal, pijama y metido en la cama, iba a reclamar, pero en verdad después de aquel día no tenía especial problema con dormir antes. A la mañana siguiente fue despertado como de costumbre, con un pañal muy mojado, para su tranquilidad ese día Spencer también se había mojado. Ambos fueron enviados a bañarse juntos, aunque Logan no fue especialmente consciente de las cosas que le decía el rubio, ya que solo pensaba en lo que le habían hacho a Jake. Nisiquiera se percató de que su hermano se colocaba el mismo slip blanco que el también llevaba. Ambos se vistieron con sus uniformes escolares y se subieron al autobús. Toda culpa fue disipada al no ver a Jake y juntarse con sus amigos y ponere ha hacer el gañán (Jayanazo, Garrulo, Bestia, Bruto). Todo transcurría con normalidad hasta que de repente, a través de megafonía sonó la voz del director.
-Alumnos, diríjanse hacia el salón de actos para una charla sobre el final del curso y como serás las clases de verano. Todos excepto Logan de Ampurias, Jean Pierre L'hulier, Tristán de Orellana y Daniel Valdivia que deben dirigirse al despacho del director sin demora.
Los cuatro chicos sentados en sus pupitres se miraron temerosos, Daniel temblaba especialmente. Se levantaron y lentamente se dirigieron hacia el despacho donde se les había indicado que debían acudir. Una vez dentro, encontraron un panorama nada halagüeño, dentro se encontraba Jake con sus padres, los padres de los cuatro chicos el director, el consejo directivo del colegio y el sacerdote encargado de los estudiantes. La cosa estaba fea. Cuatro sillas estaban colocadas en el centro de la sala. El director habló al fondo y con voz ronca dijo.
-Sentaos ahí chicos, vamos a hablar...
La siguiente hora fue un continuo interrogatorio a todos los chicos, en la que se le preguntaba por la historia que había sucedido el día anterior. Desmontaban hábilmente los argumentos y mentiras de los adolescentes, de manera que uno por uno se fueron derrumbando y confesando lo que había sucedido. Las miradas de los padres eran un cuadro, no se sabía cuales estaban siendo sus pensamientos, pero algo era seguro, no estaban para nada contentos con lo que acababan de escuchar. La sesión concluyó con el director diciendo.
-Tristán, Daniel y Jean Pierre, seréis expulsados, Logan teniendo en cuenta que has sido expulsado hace poco, lo dejaremos estar para saber si es por malas influencias...
-¿QUÉ?
Gritó Jake totalmente dignado. El director lo acalló y le ordenó guardar la calma mientas seguía hablando.
-No obstante, también tendrá su castigo, tendrás que realizar el oficio durante una semana en todas las misas, como un monaguillo, junto a los niños de primaria. ¿Está claro jovencito?
Logan solo asintió levemente, sintiendo los ojos taladradores de sus padres clavandosele en la nuca.
- Y finalmente, el Padre Jesús, os impondrá un castigo de piedad para cumplir hoy. Padre...
Dijo dando paso al hombre de mediana edad, vestido con sotana y alzacuellos mientras sostenía su rosario. Aquel hombre los miraba acusadoramente.
-Habéis sido muy malos con vuestro compañero... Jesús dice, poned la otra mejilla... pero creo que con vosotros ya no quedan más... así que... usaremos el antiguo testamento.... ojo.. por ojo...
Los cuatro chicos tragaron saliva, el padre Jesús normalmente era bastante amable y comprensivo, siempre ensalzando el nuevo testamento, en el que Dios siempre era amor y perdón. En cambio, siempre usaba el antiguo testamento para regañar, pues según les parecía a los chicos, en ese libro, siempre estaba cabreado y convirtiendo a la gente en sal. Antes de que pudiera continuar, el director intervino de nuevo.
-Una cosa más caballeros... si Jake recibe cualquier daño les culparé a ustedes, si sus posesiones reciben cualquier daño, les culparé a ustedes, si le sucede algo que pueda dañarle minimamente y no hay un culpable aparente, les culparé a ustedes, cualquier cosa inexplicable que perjudique a su compañero, será culpa de ustedes... así que traten de no tomar venganza... porque la próxima vez serán todos expulsados de manera definitiva. Ahora, padre, disculpe, puede continuar.
-Gracias Señor Director. Seré claro y directo. Desnudaos chicos, todos en ropa interior.
-¡¿QUEEE?!
Gritaron los cuatro al unísono.
-Ya me habéis oído, vuestro castigo de piedad comienza ahora. Así que ya podéis poneros desnudos como el señor en la cruz.
Los chicos querían protestar, pero las severas miradas de sus progenitores les indicaron que obedecieran. Pronto los cuatro se encontraban delante de un montón de gente vistiendo únicamente sus slips blancos. Era la primera vez que Logan veía a sus amigos en aquel estado, todos parecían tremendamente avergonzados, pues una cosa era estar desnudos entre ellos o con el profesor de gimnasia y otra muy diferente era estar en aquellas circunstancias delante de los padres de sus amigos, un chico al que habían maltratado el día anterior y sus padres, el director y el consejo escolar y el sacerdote del colegio. Todos se encontraban encogidos tratando de esconderse y deseando que se los tragase la tierra. Sin embargo, su castigo no había hecho otra cosa más que empezar. Una vez soltaron su última prenda de ropa, el sacerdote indicó.
-Muy bien, ahora caballeros. Como el señor, comenzaremos nuestro paseo por el calvario, siganme hacia el patio, en fila india y que nadie se separe o el castigo será peor.
Los cuatro sabían que solo les quedaba una opción. la de seguir a aquel hombre que pretendía humillarlos exhibiéndolos en slips por todo el colegio. Los muchachos hicieron caso, pues tampoco olvidaban la presencia de sus padres, muy alentadora a que siguiesen las ordenes que se les estaban dando. Antes de salir Logan y los demás pudieron escuchar cómo el director les decía a sus progenitores que se quedasen para debatir un tema importante acerca de su futuro. El timbre justamente salió y una cantidad ingente de chicos de todas las edades inundaron los pasillos por los que desfilaban nuestros protagonistas. Todos al ver la escena, no podían evitar echarse a reir de ver a aquellos adolescentes marchar en solo su ropa interior reglamentaria tras el padre Jesús que caminaba realmente despacio, haciendo como ya había dicho, un verdadero calvario de camino.
Finalmente llegaron al patio, todos los chicos tenían los pies destrozados de andar sin zapatos por los pasillos y soportar la dura piedra del suelo del recreo. Una vez allí el padre Jesús les colocó uno al lado del otro. Los otros chicos se agolpaban alrededor, curiosos de lo que iba a suceder. A los cuatro penitentes se les ordenó poner los brazos cruzados por detrás de la cabeza. Mientras el sacerdote comenzaba a hablar para los espectadores y contando el gran pecado realizado por los cuatro y lo lamentable que era aquella conducta y lo que Dios opinaba sobre ello. Jean Pierre no Pudo soportarlo más y comenzó a llorar, no tanto por el arrepentimiento, sino más bien por la humillación acaecida. Al acabar su discurso, el sacerdote sacó una vara fina y larga y paseó por detrás de los chicos, repartiendo varazos en sus traseros tapados por sus delgados slips mientras hablaba sobre la moral y sobre cómo ser bueno cristianos, humildes y devotos. Durante este periodo, Logan y Daniel comenzaron a llorar de dolor, solo resistía Tristán que apretaba los dientes resistiendo las lágrimas que luchaban por salir. De repente, llamó a un chico de entre el público y le dijo algo al oído. Siete golpes cayeron sobre sus pobres culos indefensos. Finalmente el padre terminó y sentenció finalmente.
- Y ahora, arrodillaos y extended los brazos...
Los chicos con lágrimas en los ojos obedecieron. De pronto apareció el chico con el que había hablado. Llevaba una bolsa llena de algo que los chicos no vieron, pero que no tardaron en descubrir lo que era. El padre Jesús sacó un par de biblias y se dirigió hacia Logan que era el más próximo en ese momento.
-¡Esta es la palabra del señor!
Dijo en voz alta para todos los oyentes y dicho esto colocó una en una mano del castaño.
-!Su palabra es el peso que debemos soportar para ser cristianos decentes!
Y colocó la otra sobre la otra mano, dejando al catorceañero de rodillas, en cruz y sujetando una biblia con cada mano. Realizó la misma operación hasta llegar a Tristán, a quien miró y dijo.
-Tu no has llorado... ¿Te crees demasiado duro para escuchar al señor? Ahora sentirás el peso de su amor.
Diciendo esto, le colocó dos biblias en cada mano. Una vez los chicos estuvieron todos en las mismas condiciones. El sacerdote finalizó y miró a los chicos que observaban aquel insólito castigo jamás visto en el colegio.
-Estos pecadores ahora comienzan a expiar su culpa, pero no seré yo el juez que los supervise, sino alguien que ha vivido de lleno un calvario similar
Hizo un gesto con la mano y de entre la muchedumbre salió Jake, con una sonrisa de satisfacción.
-Jake, ahora te encargarás de que estos... "Compañeros" cumplan su castigo, por cada vez que se les caiga la biblia, recibirán un azote con la vara al final del día. Tú serás el encargado de llevar la cuenta. Y si alguno decidiera no cumplir su castigo, será expulsado inmediatamente y de manera definitiva de este colegio.
Dicho esto. Entregó una libreta al chico que ejercería de juez y desapareció junto con todos los otros chicos, que volvían a clases.
Tres horas pasaron y allí seguían los cuatro, los brazos les temblaban, como un flan, las biblias habían caído reiteradas veces y Jake había tomado buena nota de todas y cada una de ellas. Evidentemente el más perjudicado había sido Tristán quien había dejado caer más que ninguno las cuatro biblias que debía sostener, sin contar, el dolor de sus rodillas. El timbre que anunciaba el final del día sonó y de nuevo, el Sacerdote apareció para llamarlos. Los chicos gimieron de placer, cuando se les retiraron las biblias, y se les permitió incorporarse. Todos caminaban un poco raro, casi como ancianos encorvados,  debido a la prolongada postura que habían mantenido. Se les indicó que le siguieran, cosa que hicieron sin dudar. Ya no les importaba su desnudez, lo habían olvidado y reemplazado por el dolor que sentían. Al llegar de nuevo a la oficina del director, pidieron el número de azotes que merecía cada chico. Jake respondió.
-Logan 12, Jean Pierre 18, Daniel 16 y Tristán 22
El padre comenzó a llamar a los chicos, y pedirles que se apoyaran con sus manos en una silla, poniendo su trasero en una posición  más vulnerable. Comenzó con Logan, que fue colocado en posición y trasesto, bajó un poco el slip del castaño, dejando su trasero al aire. Sus azotes fueron administrados ante la vista de todos los adultos que aún se encontraban en aquella habitación y no parecían tenerle más simpatía que antes. El siguiente fue Daniel, al cual se le aplicó el mismo método que al anterior, Después Jean Pierre y finalmente Tristán que acabó llorando igual que todos sus compañeros. Para terminar, el padre jesús dijo.
-Ahora ya habéis atravesado el calvario. Dios os ha perdonado, ahora os toca hacer propósito de enmienda y logar el perdón de los hombres.
Ninguno estaba escuchando. Solo siguieron las manos que les tomaron las suyas y se los llevaron fueran de ahí sin vestir aún. Logan fue metido en el coche con sus padres y se marcharon. Era bastante tarde. Nadie habló a excepción de su padre que dijo.
-Hemos enviado a Spencer a dormir a casa de un amigo. Así estaremos solo para hablar.
A Logan no le gustaba como sonaba aquello. Pero se centró en descansar por el momento, todo había sido demasiado intenso para el. 
Cuando llegaron a casa, su madre lo arrastró fuera del coche y lo llevó al baño, allí dio un fuerte tirón a sus slips un poco sucios debido a la exposición exterior y lo dejó desnudo, llenó la bañera y lo metió, le dio un baño un poco brusco y sin respetar ninguna privacidad del chico. Este trató de protestar, pero un fuerte golpe en su muy dolorido trasero le persuadieron para que fuera un buen chico y se dejase bañar. Una vez acabado aquello, Daniela sacó a su hijo de la bañera y lo secó para llevarlo desnudo por el pasillo hasta su cuarto donde le esperaba ya un pañal sobre la cama. La nube de polvo de talco cegó al castaño que rápidamente tras ser puesto en pañales fue llevado únicamente vestido con eso al salón donde su padre lo esperaba. Este respiró hondo antes de hablar.
-Logan... hijo mío... No sé sirve que te castiguemos si en cuanto nos damos la vuelta vuelves a reincidir...
-Pero papá yo...
-Nada de peros... No me interrumpas mientras hablo..
-...
-Entonces... visto lo visto, tu madre y yo hemos decidido que este verano irás al campamento que ofrece todos los años el colegio. Este año es un campamento interno, donde aprenderás a comportarte como un hombre de bien. Este año ha cambiado de manos y será llevado por la orden de los franciscanos. Allí aprenderás y tendrás tiempo para el retiro y pensar en tu comportamiento. Mientras tanto, tu  madre te va a leer algunas normas nuevas hasta que llegue el día que te vayas.
Daniela sacó una cartulina y comenzó a leer.
1. A partir de ahora te trataremos como si tuvieras en lugar de 11, 5 años
2. La hora de dormir serán las 19:30 excepto los fines de semana que seas bueno que será a las 20:00
3. Llevarás tus slips al colegio y nada más volver se te pondrá en pañales.
4. El baño está prohibido a no ser que nos pidas ir a Papá a Mi o a Spencer que ahora es tu hermano mayor
5. Los fines de semana los pasarás solo en pañales. no podrás llevar nada que los cubra
6. A partir de ahora se te azotará regularmente. 14 azotes al despertar y 14 azotes al acostarte
7. Nada de ir por ahí con tus amigos los cafres
8. Respeto absoluto hacia tu nuevo hermano mayor

-Espero haber sido clara...
-¿QUE? ¡PERO MAMÁ NO PUEDES ESTAR HABLANDO EN SER....!
-Creo que es su hora de dormir
Dijo Daniela fríamente, Lucke agarró el brazo de su hijo en pañales y lo puso sobre su regazo. Veinte azotes cayeron sobre el mullido culo de Logan, el cual lloraba desconsoladamente. Tras esto. Fue llevado arrastras mientras seguía llorando y metido en la cama sin pijama ni nada, indicándole que no se debía mover absolutamente para nada. El chico se quedó allí asumiendo todo lo que acababa de pasarle y cómo su estupidez, le había llevado una vez más a aquel barranco de humillación y degradación que parecía cavar el mismo con cada uno de sus actos y de manera cada vez más profunda.