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miércoles, 13 de septiembre de 2017

Cap XIII (Consecuencias)

Logan, vestido únicamente con su pañal calzoncillo, comenzó a llorar, sintió algo que no creía que pudiese sentir, echaba de menos a Spencer, que le abrazarse, pero ahí estaba el solo, entre lágrimas y sollozos vio algo, el osito de peluche de su hermano, lo cogió y lo abrazó muy fuerte, pegándolo contá su pecho y su barbilla, el peluche olía a su propietario, y esto tranquilizó al mayor, finalmente entre sollozos y para su sorpresa consiguió conciliar el sueño, no sin un cierto reparo a poder mojar su protección.

Pasó el rato y el castaño comenzó a despertar, palpó su entrepierna para notar la sequedad, esto le causó un alivio.
De pronto la puerta se abrió, de nuevo, su padre entró en la habitación esta vez mucho más calmado, lentamente se acercó al muchacho y con una siniestra sonrisa comenzó a hablar utilizando el tono de voz más forzadamente dulce e infantil que podía poner.

-Hola mi principito ¿A que se encuentra mucho mejor mi pequeñín después de su sientecita? Bueno, vamos a comprobar que el meoncete no ha hecho travesuras durante su siesta.

Diciendo esto bajó la mano a la entrepierna de su hijo y metió un dedo dentro del pañal para comprobarlo. Notando la sequedad dijo en un tono de extraña felicitación.
-Muy bien mi niñito, ese es mi chiquitín, séquito y cómodo. Pues bueno, vamos, tienes que hablar con tu mami y con  tu tita.
Diciendo esto le ofreció la mano, Logan aún un poco aturdido por la siesta, no estaba siendo muy consciente de nada de lo que pasaba a su alrededor, su padre vio esto y lo cogió en brazos y se lo llevó en dirección al salón mientras decía.

-Mi pequeño principito aún está un poco adormilado, necesita una alludita de su papi para andar.

Fue ahí cuando se comenzó a dar cuenta de su situación, en la que aún iba vestido únicamente con su pañal calzoncillo y estaba en los brazos de su padre, comenzó a resistirse pero fue inútil, rápidamente se dio cuenta de lo que pasaba, su padre había iniciado una carrera de humillación y aniñamiento, todo lo que le iba a pasar a partir de ese momento solo estaba enfocado a humillarlo y a tratarlo como un niño.

Lo primero estaba siendo ser llevado en brazos de su padre sin otra vestimenta que su protección nocturna. Lo siguiente no sabía que podría ser, rápidamente pensó en un plan de acción, para intentar reconducir aquella situación que ya intuía acabaría desembocando en más azotes. Su padre caminaba rápido y Logan seguía sin un plan que aplacase a sus verdugos, entraron en el salón y Lucke soltó a su hijo frente a uno de los sofás donde estaban sentadas Daniela y Cayetana, al chico se le indicó que se sentase sobre la alfombra que había bajo sus piés. Mientras lo hacía se le ocurrió una locura ¿Y si actuaba como el niño que le decían que era? Era una idea muy loca y seria difícil de llevarla a cabo, pero si salía bien se libraría. Entonces su padre como el inquisidor mayor, se sentó frente a él, junto a las dos mujeres y comenzó a hablar.

-Bueno pequeñín ¿Hay algo que quieras decir?

Logan sintió un cierto dolor al notar que su padre ya no le llamaba  ni "Gatito" ni por su nombre, era una sensación extraña, pues aunque odiaba aquel apodo, aquel nombre pronunciado por su padre hacía que se sintiese cómodo y seguro, sin embargo ahora sólo le llamaba chiquitín, pequeñín, niñito y cosas por el estilo que sólo hacían que el catorceañero se sintiese mucho más incómodo. Logan comenzó a buscar en su interior las palabras adecuadas que diría un niño.

- Lo siento mami, papi, tita, me he portado mal como un niño pequeño.

Daniela miró muy seria a su hijo, sentado en la alfombra, vestido solo con su pañal calzoncillo, verdaderamente parecía un querubín, pero debía enseñarle una lección, por lo que con gran seriedad dijo.

-No es solo eso Logan, te has portado mal y has humillado a tu tita y a mami.

El chico ardía por dentro, pues pensaba.

-¿He humillado? ¿Yo? ¿Y ponerme los mismos calzoncillos que mi hermano pequeño, pijamas de una sola pieza, calzoncillos nocturnos y demás no es humillarme?

Pero obviamente no podía decir nada de eso, por lo que intentó mantener su dócil y sumiso discurso.

-Em... Pero yo...

Su padre lo interrumpió mientras decía.
-Si ni tienes nada importante que decir mejor calla. Has hecho una cosa muy mala, y necesitas un castigo.

Logan lo estaba intentando, y aún así no era suficiente, apretó fuertemente los dientes sintiendo la rabia contenida, tal era su nivel de intensidad que dos lágrimas calleron por su rostro, a estas dos le siguieron otras dos y así dos cascadas se formaron en los ojos del castaño, que empezó a convulsionar mientras gimoteaba frente a los tres adultos, su tía que aún no había intervenido pareció conmovida por el llanto se su sobrino y le dijo.

-Logan, mi amor ¿Que te pasa?

El llanto del chico estalló con fuerza, mientras decía.

-Lo... Lo siento... Mami... Tita... Papi... yo... yo no... queria... pero... e... estaba... tan... cansado...

Antes de que pudiera continuar su tía se lanzó abrazandolo y acariciandole la cabeza y lo consolaba, el chico dejó de hablar y se refugió en los brazos de su tía mientras continuaba llorando. Cayetana miró a su hermana y su cuñado y dijo.

-Dani, Lucke, yo lo siento, pero no puedo quedarme indiferente viendo como el niño pasa este sofocón.

Daniela guardó silencio, fue Lucke el que habló.

-Cayetana, entiendo lo que dices, pero tu también entiende que es mi hijo, se ha portado mal y merece un castigo.

-Puede que lleves razón, pero mírale, está que le va a dar algo, además ha reconocido que estaba chinche porque estaba cansado, fíjate, se ha echado su siesta y ya está mejor ¿verdad que sí mi niño?

Logan seguía llorando sin decir nada, la humillación había sido llevada a cabo de un nuevo método, por medio del perdón, lo estaban intentando librar de los azotes, pero a cambio de decir que era un niño que necesitaba siestas.

El estado del muchacho había empeorado, seguía llorando incansable en brazos de su tía, pero debido a esto su cara se había puesto roja, de su nariz caían mocos. El castaño no terminaba de comprender el por qué de este llanto, pero no podía detenerlo. Finalmente sus padres se miraron y finalmente su madre declaró.

-Está bien, cuando estés más tranquilo hablaremos

Logan no comprendia nada, pero entendía que de momento se había librado, de un modo que ni comprendia demasiado bien. Sin embargo su padre le cogió en brazos de nuevo y lo sentó sobre su regazo, con su gran mano cogió la de su hijo y la cerró en un puño, dejando hacia arriba solo el dedo pulgar, tan rápido como esto estuvo hecho, lo llevó a la boca de su hijo, metiéndolo entre sus labios. Todos incluido Logan que no paraba de llorar estaban sorprendidos al ver esto, sin embargo Lucke dijo.

-Muy bien mi niñito, esto te tranquilizará, chupa sin miedo

Por el tono de su padre, sabía que no era una sugerencia, el castaño comenzó a chupar, su pulgar estaba salado, pero después de un rato se le fue el sabor, e irónicamente comenzó a calmarse, el llanto pasó a un pequeño gimoteo y finalmente se detuvo. Comenzó a sacarselo, pero si padre le detuvo.

-Nonono mi pequeñin, es mejor que lo mantengas, por si vuelves a tener ganas de llorar

Logan rojo como un tomate dejo su pulgar en su boca y asintió. Lucke continuó hablando.

-Muy bien, en la tienda has sido un niño malo...

Su hijo volvió a asentir, Lucke siguió hablando.

-Por consiguiente, mereces un castigo, pero... como pasado mañana debemos asistir a la boda de tu tía no lo recibirás hasta después, así tendremos tiempo de pensarlo con detenimiento.

Diciendo esto bajó a su hijo aún con el pulgar en la boca de su regazo y dándole un pequeño azote sordo en el trasero lo mandó a su habitación, en este caso la habitación de su hermano, a jugar, debido a que el ordenador estaba restringido ahora no sabía exactamente lo que podía hacer. Entro en el dormitorio de Spencer y se frenó en seco, ahí estaba su hermano, mirándole con una expresión sorprendida, pues el mayor se dio cuenta de que aún llevaba solo el pañal calzoncillo, de manera patética intentó taparse, muy nervioso inspeccionó sus alrededores en busca de su ropa o incluso de sus horribles calzoncillos, hasta que llegó la frase que le mortificó.

-Logan ¿Por qué llevas los calzoncillos de noche?

El castaño no soportó más esta humillación y corrió hacia su propio cuarto, el cual se encontró cerrado, con aún más estrés fue a buscar a sus padres, los encontró en la sala donde los había dejado con anterioridad, y cuando los encontró gritó histérico.

-¿POR QUÉ ESTÁ CERRADA LA PUERTA DE MI HABITACIÓN Y DONDE ESTÁ MI ROPA?

Este comportamiento lejos de provocar el enfado en sus padres solo provocó ligeras risas, pues era una escena muy cómica, el ver a su hijo mayor actuando como un niño de cinco años y vestido solo con su protección. Su padre se levantó, se acercó a el y posando sus manos sobre los hombros del castaño dijo.

-Verás chiquitín, es una pequeña sanción, estarás vestido tal y como estás hasta la hora de acostarte

-¡PERO TU DIJISTE QUE NO ME CASTIGARÍAIS HASTA DESPUÉS DE LA BODA!

-No es un castigo, es una sanción, que es muy diferente, y controla tu tono de voz si no quieres que Don Pulgar vuelva a callarte

Logan derrotado y humillado calló, apretó los dientes y salió corriendo hacia su cuarto, aunque recordó que estaba cerrado, a punto de caer ahí mismo, llegó al cuarto de su hermano, entró corriendo ignorando al rubio que jugaba en el suelo con sus peluches y se tiró sobre la cama y comenzó a gritar y llorar, para pánico del pequeño que observaba todo esto atónito, este sintió mucha pena por su hermano mayor, por lo que se acercó a la cama y se sentó a su lado, comenzó a acariciar su espalda, el mayor seguía ignorando al pequeño y seguía llorando sin consuelo. Spencer se tumbó junto a el y le abrazó, ahora sí hubo respuesta, el castaño sin mediar palabra se abrazó a su hermanito mientras seguía llorando sin consuelo. El rubio estaba tan feliz porque su hermano le estuviese abrazando y a la vez tan triste porque estuviese llorando que no sabía bien como reaccionar, el abrazo se prolongó hasta que el mayor se calmó un poco, entonces el pequeño suavemente le dijo.

-Logan ¿Por qué llorabas? ¿Papi o mami te han castigado?

Logan pareció darse cuenta de su situación y de la pregunta de su hermano, entonces reaccionó lanzandolo lejos de el y girando la cara, para frustración del otro que dijo muy enfadado.

-¡JOPE! ¿Pero que te pasa? yo solo quería ayudarte, pero eres un tonto

Hinchando los mofletes se giró y continuó jugando con sus juguetes, se disculpó por hacerles esperar y siguió como si no hubiera pasado nada, Logan escuchaba el discurso de su hermano con sus peluches, en verdad este era dulce, era muy dulce, entonces, ¿Por qué le molestaba tanto? no hacía nada en particular, solo era el mismo, pensando en esto, cada vez se sentía peor de haber sido tan cruel con el, por lo que finalmente se incorporó en la cama y se sentó en el borde, olvidándose de su vestimenta, se dispuso a hacer algo que no había hecho nuca sin que le obligasen, se iba a disculpar, bajó la vista hacia su objetivo que seguía inmerso en su juego.

-Esto... Spencer... yo...

El otro seguía sin hacerle caso, el mayor comprendió que su hermano seguía muy enfadado, por lo que decidió intentarlo de nuevo.

-Spencer... verás...

-¿Oye usted algo señor oso? parece que el viento suena fuerte

Era lo que Logan jamás había visto, su hermano le ignoraba de manera deliberada, nunca lo había visto así, finalmente se aunó de valor y lo soltó todo como lo sentía.

-Siento haber sido un idiota... ¿Me perdonas? Spency...

El rubio se detuvo en seco, no dijo nada, pasaron unos segundos, entonces el mayor dijo.

-¿Spenc....?

No le dio tiempo a terminar, el menor saltó del suelo al cuello del mayor, abrazándole y cubriéndole de besos, mientras se reía y decía.

-Pues claro que te perdono, te quiero mucho Logan

La carita del rubio irradiaba felicidad, pues a pesar de que no nada frecuente que su hermano se disculpase con el de su solo cabo, además le había llamado por el diminutivo que no utilizaba desde que eran muy pequeños y que a este le encantaba, un día su hermano se volvió idiota y dejó de llamárselo para cambiarlo por Spencer a secas. Logan reía también, ambos se abrazaron hasta que el menor se separó y de forma muy animada le dijo.

-¿Quieres jugar conmigo y mis amiguitos?

Al mayor no le pareció un momento para negarse, por lo que aceptó, otro gran abrazo llegó por parte de su hermano, finalmente lo cogió de la mano y lo llevó al suelo, donde estaban todos sus peluches, se sentaron y entonces el rubio inició una conversación.

-Mirad chicos, este es mi hermanito Logan, del que tanto os he hablado

-...

-¡Oye, es mi hermanito y puede jugar con nosotros si quiero!

-...

-Me da igual lo que digas, va a jugar con nosotros, y si no me haces caso, te castigo en el rincón

-...

-Eso está mejor. Bueno Logan, estos son: El señor osito, Mr. Trompita, Pancho,
Cuaqui, y Rocky

(El señor osito = Oso   Mr. trompita = Elefante   Pancho = Perro   Cuaqui = Pato    Rocky =Tigre)

El castaño levantó una mano a modo de saludo, no muy convencido de lo que estaba haciendo, entonces el rubio, un brillo especial en la mirada procedió a explicar la historia que estaba desarrollando. El señor osito era el policía de la ciudad, que perseguía a Mr. trompita que había robado todas las chuches de la ciudad y estas eran el alimento básico de los peluches, Rocky era el ayudante del señor osito, Cuaqui era el alcalde que le enviaba esta misión al policía y Pancho era el confidente que simpre daba la clave para resolver el problema. A Logan le pareció un poco simple, pero su hermano parecía feliz, así que decidió seguir el juego, se le asignó a Rocky y Spencer sería el señor osito, aunque según pasaba el rato alternarian roles según la conveniencia, después de un rato, durante una persecución, el menor hizo como si el mismo fuese atacado por Mr. Trompita, tras esto comenzó a quitarse la ropa, hasta quedar en calzoncillos, después la cogió junto al peluche y los lanzó lejos, mientras decía.

-¡Oh dios mío, Mr. trompita nos ha atacado y nos ha robado la ropa, debemos detenerle

El mayor no daba crédito a lo que veía, su hermanito se acababa de desnudar en solidaridad con el, en verdad era un cielo de niño, siguieron el juego y cuando estaban a punto de coger al ladrón Logan se abalanzó sobre Spencer abrazandolo y riendo mientras le decía.

-Ajá, yo era el malvado desde el principio, nunca recuperarás las chuches

El rubio río aún más y ambos rodaron por toda la habitación hasta que el mayor se dejó ganar y se hizo el muerto, el pequeño finalizó la historia con un pequeño epílogo en voz alta y una vez hecho esto comenzó a reír y a abrazar a su hermano, dándole las gracias por jugar con el y luchar, fue en ese momento que entró la madre por la puerta, viendo la escena, no pudo más que reír mientras decía.

-Cuando termineis la lucha libre o lo que sea que estáis haciendo bajad a cenar, Spencer, tu vístete primero

Logan que había olvidado su situación, recibió una puñalada por parte de la realidad, entonces El pequeño se levantó y se dirigió hacia su madre, abrazandola y poniendo cara de cachorrito decía balanceandose de un lado para otro.

-Pero yo quiero bajar a cenar así, anda, porfi, mami, porfi

Daniela  lo cogió en brazos y lo acercó a su cara, mientras chocaban sus narices decía.

-Ay ¿Que voy a hacer contigo? Eres el niñito consentido de mami ¿eh? Bueno mi amorcito, como quieras, pero no tardéis ¿Vale?

Diciendo esto salió de la habitación dejando a los niños solos. Logan miraba perplejo a Spencer, acababa de autohumillarse para que el no se sintiese tan mal, este abrazó al menor que rápidamente correspondió. Después se cogieron de la mano y bajaron juntos a cenar.
Una vez allí, se les pusieron una vez más la servilleta de babero y comenzaron a cenar, esta cena fue diferente, hubo varias miradas y sonrisas cómplices entre los hermanos, hasta que Cayetana anunció.
-Bueno familia, debo decir una cosa, ha habido problemas con las reservas del hotel y debo irme hoy mismo, ¿Podríais llevarme esta noche al aeropuerto?

-Pues claro Caye, acostamos a los niños y nos vamos

-¡Ay! Muchas gracias Dani

Los chicos seguían a lo suyo, sin prestar mucha atención a su tía o a sus padres, una vez terminaron la cena, Lucke hizo la pregunta que Logan temía.

-Logan, chiquitín, ¿Estas mojado?

-No papi...

Lucke metió un dedo dentro de la parte frontal de la protección de su hijo, sintuendo la sequedad, esto provocó el rechazo del castaño.

-¡Papi! Te he dicho que estoy seco

-Lo siento chiquitín, tenía que cerciorarme, oye, y ¿No tienes ganas de hacer pis?

Ahora que lo decía, llevaba aguantandose todo el día, su padre lo notó en la mirada y cogió a Logan por la cintura y lo llevó hasta el salón, donde lo tiró sobre una alfombra y el se tiró también, Spencer sin comprender nada los siguió y una vez todos estuvieron tirados en la alfombra Lucke declaró una guerra de cosquillas. Todos se comenzaron a atacarse mutuamente, hasta que llegó un punto en el que Logan se detuvo en seco, se puso rojo y de inmediato su padre supo lo que había pasado y le dijo.

-Anda mi principe, ve a lavarte un poco y luego os preparo para la cama

Logan se levantó y como un rayo, corrió hacia el baño, totalmente humillado una vez más, se había mojado estando despierto, y lo peor de todo era que no sabía en qué momento había pasado. Decidió no darle más vueltas, casi a borde del llanto, se lavó y cuando estuvo listo, se lió una toalla a la cintura y fue hacia su cuarto, pues suponía que ahora que su tía se iba, podría volver a él. Grande fue su sorpresa cuando vio que su habitación estaba aún invadida por la huésped haciendo las maletas, que no eran pocas, le dijo que aún tendría que dormir una noche más con su hermano, con un suspiro cansado se dirigió hacia el  otro cuarto y se encontró con que Spencer ya estaba listo, llevaba un pijama azul cielo con una mamá pato seguida por sus tres patitos, el mayor recordaba ese pijama, era de los primeros que le habían comprado, vio como ya era costumbre que había uno idéntico para el sobre la cama, Lucke apareció por su espalda y le dijo.

-Bueno bueno chiquitín ¿Ya estas limpito? Vamos a prepararte para la cama

Y diciendo esto arrancó la toalla de la cintura del mayor y le dio un pañal calzoncillo nuevo, Logan estaba tan dolido ¿Por qué su papi había cambiado tanto? ¿Por qué ya no le llamaba gatito? Tantas preguntas, se puso la protection y seguido el pijama, su padre le cerró la cremallera y los metió en la cama, les dio un beso en la frente y les deseó felices sueños, les dejó sus tazas con boquilla sobre la mesita de noche y se marchó. Fue entonces el turno de Spencer de hablar.

-Logan...

-Dime

-¿Te has hecho pipí antes cuando jugábamos a las cosquillas?

El pequeño preguntaba sin maldad, solo lo decía con pura e inocente curiosidad, el mayor lo sabía, pero no pudo remediar un empujón al otro que se quedó descolocado, Logan se giró e intentó dormirse, el menor pareció comprender la situación, solo sonrió y se abrazó muy fuerte a su hermano mayor, por su lado este sonrió y antes de que se diera cuenta ambos dormían abrazados.

Pasó el tiempo, marcaban más 1:00 am cuando Spencer despertó en brazos de su hermano, pero sintiendo las ganas de ir al baño como si fuera a estallar, rápidamente fue en busca de sus padres, pero no estaban volvió al cuarto y despertó a su hermano, muy somnoliento escuchó la súplica e intentó abrir la cremallera, era mucho más difícil de lo que él podía haber pensado, no sabía como sus padres lo hacían con tanta facilidad, cuando por fin consiguió bajarla, vio la cara de urgencia de su hermano mientras le decía.

-Porfi Logan ven conmigo hasta el baño

-¿Qué? Ve tu solo

-Porfi, que me da miedo

-¿Pero como puedes ser tan maricón?

-JOHHH

Decía el pequeño mientras tironeaba de la mano de su hermano.

-Está bien, está bien, ya voy

-Venga, que se me escapa

Cuando llegaron al baño Spencer entró y pidió al mayor que no se fuese sin él, Logan estaba medio dormido en la puerta hasta que de pronto sintió también unas ganas irrefrenable de hacer pis. Rápidamente comenzó a tocar la puerta e intentar abrir, pero el rubio había entrado y se había quedado dormido en la taza de bater, el castaño desesperado comenzó a aporrear la puerta, hasta que finalmente el pequeño despertó, salió y con imperiosidad intentó bajar la cremallera, Logan se agachó para facilitarle el trabajo, pero esto fue su gran error, al agacharse, su esfinter se relajó y lo dejó todo salir, era la segunda vez que el chico se mojaba estando despierto en un día, era terriblemente patético, simplemente se quedó ahí y lloró, Spencer no sabía que hacer, intentó consolarle, pero ya no era el hermanito tierno de aquella tarde y noche, volvía a ser el bruto que no se dejaba ayudar. Por su lado Logan no quería ni ver a Spencer debido a que le culpaba a el por su torpeza y lentitud, pero lo más patético era que necesitaba que le bajase la cremallera para poder cambiarse, el menor lo intuyó y procedió, como ahora el mayor estaba sentado le resultó bastante más simple, sin mediar palabras ambos niños se dirigieron al cuarto, Logan se cambió su protección por otra seca, y se volvieron a acostar, esta vez no hubo abrazos por parte del mayor, y cuando el menor lo intentó lo apartó de su lado. Aquella noche había desandsdo todo  lo que habían conseguido. ¿O quizás no?