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sábado, 14 de octubre de 2017

Cap XIV (La boda parte I)

Era muy temprano y los chicos dormían espalda con espalda, al no haberse subido las cremalleras de sus pijamas la noche anterior, tenían sus pechos y abdómenes al descubierto, entonces fueron despertados por sus padres que entraron con un par de maletas en las manos.    Su padre dio una palmada y anunció.
-Bueno peques, es el momento de ponerse en pie, vamos a revisaros y os quiero bañados y preparados para desayunar
Los chicos aún un poco adormilados no eran conscientes lo que que pasaba hasta que sintieron como les quitaban sus pijamas y comprobaban sus protecciones, que para sorpresa de los chicos estaban mojadas, los padres los abrazaron y los cubrieron de reconfortantes besos, ante la frustración de ambos. Tras esto, los mandaron a bañar, a lo que Logan con suficiencia dijo.
-Bueno, como ya no está la tía, al menos puedo ducharme
-No chiquitín, puede que ya no esté tu tía, pero el olor a pipí es muy difícil de quitar con solo una ducha, mientras sigas teniendo accidentes, tu mami y yo queremos que sigas tomando baños
El corazón de Logan se partió en ese momento, de pronto se sintió pequeño y vulnerable, nerviosamente comenzó a intentar argumentar de forma patética e infantil que debía ducharse en vez de bañarse.
-P... p... pero... ya no está la tita, me puedo duchar, soy un niño grande, no necesito un baño
Su madre se había marchado para terminar las cosas que quedaban por hacer, su padre lo miró cansado y dijo.
-Gatito, a la bañera...
-Pero papi, no necesito un baño...
-No, chiquitín, me refería a tu hermanito
Spencer miró a su papi y sin mediar una palabra salió directo al baño, Logan sentía que volvían a romperle el corazón, pues aunque odiaba que su padre le llamase "Gatito" odiaba mucho más que no se lo llamase, el castaño estaba al borde del colapso, pero entonces su padre le habló.
-A ver pequeñin...
-NOOOO...
Lucke miró sorprendido a su hijo, pues esa reacción le había pillado por sorpresa, iba a reprenderle, pero su hijo continuó su discurso.
-ESTOY HARTO, HARTO DE SLIPS DE NIÑO, HARTO DE PROTECCIONES NOCTURNAS, HARTO DE PIJAMAS DE BEBÉ, HARTO DE QUE SIEMPRE QUERÁIS MÁS A SPENCER, HARTO DE MOJAR LA CAMA, HARTO QUE NO ME LLAMES GATITO...
No pudo terminar, Lucke abrazó muy fuerte a su pequeño y lo sentó en su regazo, había explotado, pero por una vez había explotado su corazón en vez de su ego, Logan había hablado de sus sentimientos, y se había retratado como un niño asustado y que sólo necesitaba un poco de amor y comprensión. Mientras, el castaño ahora lloraba entre los brazos de su papi, este acariciaba su cabeza mientras le decía.
-Ya está mi hombrecito, ya no llores más mi amor, papi y mami te quieren, nunca lo dudes, mi pobrecito, se que estás pasando momentos duros con mojar la cama, pero papi y mami estamos aquí para ayudarte
Diciendo esto lo separó un poco y limpiandole las lágrimas con la mano, le dijo.
-Venga, no llores más corazón mío, ¿Quién es el gatito valiente de papi?
Esto provocó un poco de vergüenza y alegría en Logan, que sonrió entre sollozos, su papi le sonrió también y de nuevo le abrazó y le cubrió de besos.
-Venga gatito ¿Vamos a la bañera?
El castaño asintió muy alegremente y fue a levantarse cuando su padre le cogió en brazos, esto le produjo sonrojo, pero no dijo nada, estaba como anestesiado, todo lo que ocurriese entre los brazos de su papi estaría bien y él estaría a salvo y seguro, sin embargo sintió algo nuevo, sintió la presión de su protección mojada contra su culo, por lo general sólo se la había quitado sin ningún tipo de sensación así, Logan no podía recordar una sensación más desagradable, como el pis se exprimia y era reabsorbido por las partes secas, esto provocó que con un ligero sollozo  el catorceañero se abrazarse muy fuerte al cuello de su padre, el cual sonrió y comenzó a tararearle una canción infantil. 
Cuando llegaron al baño encontraron a Spencer ya metido en la bañera que miraba con incredulidad la escena, Lucke le dio a su hijo un beso en la mejilla y unos golpecitos en su culo acolchado, mientras decía.
-Abajo hombrecito, es hora de entrar en la bañera para ser un gatito limpio
Cuando los pies de Logan tocaron el suelo su padre procedió a rasgar los lados de su protección nocturna, dejando caer la parte trasera y retirandola como si de un verdadero pañal se tratase, el catorceañero estaba rojo, pero de nuevo, su padre le levantó sin ningún esfuerzo y lo metió en la bañera junto a su hermano. 
Sentía el agua contra su cuerpo y los pies de Spencer que chocaron contra su barriga, esto le provocó una risita, pero fue distraído cuando sintió las grandes manos de su papi que comenzaba a frotarle la cabeza, lavandole el pelo, este pareció volver en sí mismo un poco, se giró y le dijo.
-¡Papiii! ¡Para, puedo hacerlo yo!
Lucke sonrió a su hijo mayor y dándole un beso en la frente le respondió.
-Pero mi gatito, no pasa nada, papi puede hacerlo por ti también
El castaño, rojo como un tomate iba a responder, sin embargo, Spencer interrumpió.
-Papi, yo también quiero que me laves el pelo...
El padre sonrió ante esta petición, continuó lavando la cabeza del mayor que mostraba claramente su vergüenza, pero antes de que pudiese terminar la voz de Daniela sonó desde la puerta.
-¡Lucke! ¿Se puede saber que haces? No tenemos tiempo que perder, deja a los niños y ven a ayudarme...
Este dejó a los niños en la bañera y fue junto a su esposa. Ambos continuaron bañándose sin decir nada, a pesar de las continuas miradas curiosas de Spencer hacia su hermano mayor. De repente su padre irrumpió en con su ropa y volvió a salir, una vez estuvieron limpios, ambos salieron, se secaron y cuando fueron a coger la ropa el horror se dibujó en sus caras, en lugar de calzoncillos su padre les había llevado protecciones nocturnas, ambos chicos se miraron, no llevaban nada que los cubrirse, pero tantas veces en la bañera juntos les había enseñado a no ser vergonzosos el uno con el otro, aunque Spencer no lo era casi con nadie. Rápidamente los gritos de Logan atrajeron a sus padres, cuando llegaron, el mayor se tapó con la toalla y comenzó a decir mientras agitaba el pañal calzoncillo en la mano.
-¿Se puede saber que es esto? ¿Donde están nuestros calzoncillos?
Los padres se miraron el uno al otro y Lucke le dijo a Daniela.
-Te dije que no les haría gracia
La mujer se adelantó y abrazó a su hijo mayor, en esta ocasión Spencer no se sumó, pues también estaba relativamente enfadado de que no le hubieran llevado sus slips. Daniela se separó y con determinación les dijo.
-A ver hombrecitos, no os hemos traído vuestros slips porque el viaje es muy largo y os podéis quedar dormidos o puede que no haya un baño cerca o mil cosas, por lo  que por vuestra propia protección queremos que llevéis esto 
Dijo cogiendo ambos pañales calzoncillo y conociéndoselos a sus hijos. Estos con horror miraban lo que les iban a obligar a llevar, pero en esta ocasión fue Spencer el que habló.
-Pero mami... 
-No hay discusión pequeñín...
-Pero mami, si tenemos que ir al baño y hay un baño cerca podemos usarlo o debemos hacerlo en nuestra protección
El rubio estaba completamente rojo de vergüenza su padre le acarició la cabeza, y le dijo.
-Pero por supuesto, no tenéis que usarlos, es solo por vuestra propia protección
Entonces el castaño, sintiéndose totalmente humillado decidió intervenir, no podía permitir eso.
-Pero solo es un viaje, en caso de que nos durmamos no vamos a mojarnos en tan poco tiempo
-He dicho que sin discusiones jovencito, ¿O quieres que hable mi mano?
Logan comprendió de inmediato lo que quería decir y calló. El menor pareció un poco más complacido, cogió su protección y procedió a ponérsela, el mayor lo cogió con más desgana y pidió intimidad, cuando estuvieron solos Spencer comenzó a vestirse, una camiseta amarilla con un osito en el centro y unos pantalones azules oscuros muy cortos, pero para sorpresa del castaño, su ropa era idéntica a la de su hermano pequeño.


Logan cogió su ropa y salió del baño ante la mirada confusa de su hermano, llegó a su cuarto y abrió el cajón de sus calzoncillos, era extraño, pero a pesar de tener solo slips se sintió un poco más mayor al poder volver a elegir sus calzoncillos, en vez de ponerse los que elegía su hermanito, revolvió y buscó los que fuesen menos infantiles, finalmente encontró unos que no le hacían mucha gracia, pero que eran mejores que el resto, eran unos slips blancos con un minion en el centro.

Tiró el pañal calzoncillo debajo de su cama y rápidamente se puso su slip seguido de su ropa, estaba ridículo, pero no quería hacer un escándalo ya que había desobedecido a sus padres. Tras esto bajó a desayunar, sintiéndose por primera vez en varios días un poco mayor que su hermano pequeño. Mientras desayunaban su padre llegó y les dijeron que habían preparado sus maletas, pero que fuesen y les echasen un vistazo por si se les había olvidado algo, ambos chicos asintieron.
Cuando terminaron, como su padre había indicado, subieron a sus dormitorios, en ellos encontraron sus maletas echas, Logan iba a revisar la suya cuando su padre entró.
-Gatito, ¿Has terminado? Tenemos que irnos ya
-No papi, aún no
Lucke sin embargo miró a su hijo un momento y le dijo.
-Escúchame gatito, tenemos que hablar
-¿Qu... qué pasa papi?
-¿Tienes algo que decirme?
-Em... no...
-¿Estás seguro?
-Si...
-Mi amor, se que llevas calzoncillos, te los he visto, mientras desayunabas se te ha levantado la camiseta y he visto la cintura elástica, es la última oportunidad que te doy, pontelos.
-¡Pero papi....!
-No hay peros que valgan
-¡PUES NO ME LOS VOY A PONER! 
Una bofetada cruzó la cara del muchacho, que hizo que se le saltasen las lagrimas, su padre no estaba dispuesto a soportar más rebeldía, estaba muy cansado de la actitud desafiante de su hijo.
-SE ACABÓ, NO VOY A DISCUTIR MÁS CONTIGO
Diciendo esto le bajó de un tirón su pantalón y lo lanzó sobre la cama, el catorceañero pensaba 
-No puedo permitir esto, debo recuperar un poco de mi orgullo...
Sin embargo antes de que pudiese reaccionar ya estaba desnudo de cintura para abajo y su slip en manos de su padre, Logan intentó levantarse, sin embargo Lucke le empujó hacia abajo como si no pasase nada, después su padre indicó.  
-Muy bien gatito, levanta los pies
Logan quería negarse, pero al ver esto, su padre le dió un fuerte azote que le hizo replantearse las cosas, rápidamente puso sus pies apuntando al techo. Después Su padre cogió un nuevo pañal calzoncillo y lo metió por sus piernas, cuando había recorrido hasta los muslos, Lucke indicó que se levantase, esto lo hizo con rapidez y entonces subió su protección hasta sus caderas, ajustándola con pequeños tirones finales. Una vez "protegido" le vistió cerró su maleta y de la mano lo llevó hasta el coche, donde ya esperaban su made y su hermano. Comenzó a conducir Daniela durante la primera mitad del camino, después cambiaron y continuó Lucke, durante este período de tiempo, Logan y Spencer iban viendo el paisaje, entonces su madre les dijo.
-Campeones, ¿Tenéis sed?
Los chicos en verdad si que tenían beber algo, por lo que aceptaron, lo que no esperaban es que su madre sacara de su bolso las tazas con boquilla que les daban durante las noches, Spencer la tomó sin ningún reparo y comenzó a beber, sin embargo el mayor de nuevo fue más reacio, hasta que su madre se percató, de esto, entonces le explicó que era sólo para evitar que se derramarse si pillaban algún bache. Logan la cogió y la miró, después la llevó hasta sus labios y comenzó a chupar, era la primera vez que la usaba, y el sabor no era desagradable, pues era zumo de manzana, pero era terriblemente humillante. Cuando hubo terminado se la devolvió a su madre. Siguió mirando el paisaje, se percató de que Spencer se había dormido, pero no le dio importancia, siguió mirando el paisaje y al cabo de unos cuarenta y cinco minutos estuvo igualmente dormido. 
Cuando llegaron al aeropuerto, sus padre les despertaron, bajaron del coche, su padre desapareció un momento, mientras su madre se giró hacia sus hijos e introdujo un dedo por la pernera de sus pantalones cortos y en sus protecciones, comprobándolos a ambos.
-Campeones, necesitamos un baño, estáis mojados
Los dos estaban rojos, sin embargo no tuvieron tiempo de decir nada, pues volvió su padre, traia consigo a un operario del aeropuerto que cogió sus maletas y les guió hasta el control de seguridad, una vez pasado, buscaron la puerta de embarque, ambos niños se sentían sumamente incómodos, pues a pesar de que habían mojado varias veces sus protecciones, nunca habían tenido que andar con ellas durante tanto tiempo, esto les provocó que caminasen un poco extraño, sintiéndose bastante incómodos. Tardaron más de la cuenta en encontrar la puerta y cuando llegaron ya estaban embarcando, por lo que Daniela miró a sus hijos y les dijo.
-Campeones, tranquilos, cuando estemos en el avión os cambiaréis
Logan y Spencer se miraron con expresión desesperada, pues aunque no lo reconociesen el pañal calzoncillo mojado estaba comenzando a rozarles y les estaba creando irritabilidad, tanto en el culo como en el carácter. De pronto el hijo mayor vio algo con lo que podría haber muerto, en la cola divisó a alguien, era un chico con el cabello castaño claro, ojos café claro también, era un chico delgado con cuerpo un tanto atlético, piel piel blanca y un peinado estilo skate, Logan lo conocía a la perfección, era el estúpido de Alex. 
Alejandro Saez de León, que así era como se llamaba, un chico de su clase, llegado al colegio había un año y contra el que había competido y perdido por la capitanía del equipo de fútbol, este había ganado debído a su complexión un poco más delgada que la de Logan, esto le proporcionaba un poco más de agilidad e inclinó la balanza hacia el en las votaciones finales, en las que nuestro protagonista perdió por un solo voto. A esto también se sumaba las similitudes en sus caracteres, pues aunque Logan era un matón abiertamente que lideraba a la clase, Alex era el típico que iba de chico bueno, pero que en el fondo era igual que él, por lo que tenían varios encontronazos y no eran demasiado amigables entre ellos.

El castaño empezó a retorcerse, demasiada incomodidad, ocasionada por demasiados factores, pudo fijarse en que Alex estaba con su familia, su padre, su madre y dos chicos que parecían sus hermanos uno mayor y otro menor, tampoco lo sabía debido a que no le interesaba demasiado su vida. Pero para horror del chico, pasó algo que no hubiera esperado. Su hermanito salió corriendo en dirección hacia donde estaban y se abrazó fervientemente al que Logan especulaba era su hermano pequeño.
-Hola Liam
-Wow, hola Spence
Spencer reía frenéticamente, para cuando sus padres se percataron de esto, se acercaron a ver que pasaba, su padre le dijo.
-Spencer cariño ¿Qué haces?
-¡Papi mira! Es mi mi amigo Liam, del cole
Sus padres miraban incrédulos ante tal casualidad, entonces repararon en la familia, los saludaron, pero entonces Daniela dijo.
-¿María? ¿Eres tú?
-¿Daniela?
-¡Ay, no me lo puedo creer!
Ambas mujeres se abrazaron, pues eran amigas de la infancia, pero con el paso del tiempo, cada una acabó siguiendo su camino y distanciándose la una de la otra, ambas comenzaron a ponerse al día, mientras Logan intentaba esconderse detrás de su padre y hacer el menor contacto visual posible con nadie, por suerte Alex hablaba despreocupado con su hermano mayor sin reparar en la personas que habían llegado. Entonces María dijo.
-Bueno Daniela, no sabía que el encantador Spencer fuera tu hijo ¿Y donde está su famoso hermanito?
-Sí, yo tampoco sabía que el famoso Liam fuese tu hijo tampoco, no lo conocía, pero es igual que tú. Mi otro hijo es este, Logan, mi amor ven aquí
Logan aún escondido detrás de su padre no tuvo más opción que salir y mostrarse, cuando llegó se colocó al lado de Spencer, ambos vestidos estúpidamente iguales, ante esto la madre de Alex no pudo más que dejar escapar una expresión ahogada antes de decir.
-Vaya, si están vestidos iguales, están demasiado adorables, un placer campeón
Diciendo esto le dio dos besos en la mejilla, el castaño estaba rojo como un tomate, cuando levantó la vista, pudo observar que Alex le miraba a punto de estallar en carcajadas, no dando crédito a lo que estaba viendo, pues su mayor rival estaba delante de él, vestido como un niño de cinco años, antes de que pudiese decir nada su madre intervino.
-Bueno, Daniela, una curiosidad ¿Como se apellidan finalmente? porque recuerdo que eso era un tema muy importante para tu padre ¿Se va a perder el famoso De Ampúrias?
Daniela se rió, pues desde muy pequeñas su padre se había enorgullecido de el gran abolengo de sus apellidos, y cuando se casó con un "yanki" como lo llamaba no aceptó de buen grado a Lucke y mucho menos que con sus nietos se pudiese perder su linaje.
-Pues finalmente mi padre aceptó a Lucke, a la vista está, pero con la condición de que mi apellido fuese delante, Se apellidan De ampurias Wood
-Vaya, así que al final tu padre capituló, los años han apaciguado a Don Gonzalo
-Eso parece, pero bueno, no hablemos de esas cosas, dime, ¿Como es que cogéis este avión?
-Pues creo que vamos para el mismo sitio, porque Cayetana me envió una invitación para su boda
-¡Ay no me digas, que bien!
Logan quería morir, vio negras sombras planear sobre la boda de su tía, finalmente embarcaron, aunque para desgracia del chico, decidieron cambiar los asientos, la disposición finalmente concluyó sentando a Alex y Logan juntos, este último corrió y se sentó en el lado de la ventanilla, el castaño claro solo se limitó a mirarle con disgusto y se sentó a su lado, otros veinte minutos pasaron hasta que el avión estuvo en el aire y pudieron levantarse, para entonces Logan estaba retorciéndose de dolor, pues su protección mojada seguía rozándole, sin embargo vio como su hermano y Liam iba a hablar con sus padres y después de eso, cogieron el bolso de su madre y juntos fueron al baño, el mayor pensaba. 
-No es posible que vaya a entrar al baño con ese chico y le enseñe que está en un pañal empapado
pero eso mismo hizo, entre risas y juegos volvieron a su asiento como si nada hubiese pasado, un clima muy diferente al que tenían sus hermanos mayores, que intentaban ignorarse a excepción de algunas risas por parte de Alex, cuando ya no pudo aguantar más, rápidamente se levantó y mientras salía, el olor de la orina en descomposición llegó hasta la nariz de su rival, pero este no pudo imaginar de donde venía, Logan pidió una nueva protección y se le entregó el bolso, rápidamente fue al baño, donde se quitó los pantalones y se bajó aquella protección, y la tiró a la papelera, por curiosidad miró dentro y vio que allí también estaba la de Spencer, por lo que el hermano de aquel maldito usurpador de capitanías sabía que mojaba la cama, por un momento le pasó por la cabeza que le hubiese contado también que el mismo las usaba, pero la descartó, pues por muy inocente que fuese su hermanito, nunca diría eso, ya que sabía lo importante que era aquel secreto para el. Cogió papel higiénico, lo mojó e intentó limpiarse un poco, el escozor era grande, pues pudo ver como su culo estaba un poco rojo, cuando se sintió mas o menos aliviado, se puso su protección seca, se vistió y volvió a su asiento, tan aliviado estaba, que en cuando estuvo en su asiento rápidamente se durmió, sin saber que cuando despertase comenzaría su verdadero horror.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Cap XIII (Consecuencias)

Logan, vestido únicamente con su pañal calzoncillo, comenzó a llorar, sintió algo que no creía que pudiese sentir, echaba de menos a Spencer, que le abrazarse, pero ahí estaba el solo, entre lágrimas y sollozos vio algo, el osito de peluche de su hermano, lo cogió y lo abrazó muy fuerte, pegándolo contá su pecho y su barbilla, el peluche olía a su propietario, y esto tranquilizó al mayor, finalmente entre sollozos y para su sorpresa consiguió conciliar el sueño, no sin un cierto reparo a poder mojar su protección.

Pasó el rato y el castaño comenzó a despertar, palpó su entrepierna para notar la sequedad, esto le causó un alivio.
De pronto la puerta se abrió, de nuevo, su padre entró en la habitación esta vez mucho más calmado, lentamente se acercó al muchacho y con una siniestra sonrisa comenzó a hablar utilizando el tono de voz más forzadamente dulce e infantil que podía poner.

-Hola mi principito ¿A que se encuentra mucho mejor mi pequeñín después de su sientecita? Bueno, vamos a comprobar que el meoncete no ha hecho travesuras durante su siesta.

Diciendo esto bajó la mano a la entrepierna de su hijo y metió un dedo dentro del pañal para comprobarlo. Notando la sequedad dijo en un tono de extraña felicitación.
-Muy bien mi niñito, ese es mi chiquitín, séquito y cómodo. Pues bueno, vamos, tienes que hablar con tu mami y con  tu tita.
Diciendo esto le ofreció la mano, Logan aún un poco aturdido por la siesta, no estaba siendo muy consciente de nada de lo que pasaba a su alrededor, su padre vio esto y lo cogió en brazos y se lo llevó en dirección al salón mientras decía.

-Mi pequeño principito aún está un poco adormilado, necesita una alludita de su papi para andar.

Fue ahí cuando se comenzó a dar cuenta de su situación, en la que aún iba vestido únicamente con su pañal calzoncillo y estaba en los brazos de su padre, comenzó a resistirse pero fue inútil, rápidamente se dio cuenta de lo que pasaba, su padre había iniciado una carrera de humillación y aniñamiento, todo lo que le iba a pasar a partir de ese momento solo estaba enfocado a humillarlo y a tratarlo como un niño.

Lo primero estaba siendo ser llevado en brazos de su padre sin otra vestimenta que su protección nocturna. Lo siguiente no sabía que podría ser, rápidamente pensó en un plan de acción, para intentar reconducir aquella situación que ya intuía acabaría desembocando en más azotes. Su padre caminaba rápido y Logan seguía sin un plan que aplacase a sus verdugos, entraron en el salón y Lucke soltó a su hijo frente a uno de los sofás donde estaban sentadas Daniela y Cayetana, al chico se le indicó que se sentase sobre la alfombra que había bajo sus piés. Mientras lo hacía se le ocurrió una locura ¿Y si actuaba como el niño que le decían que era? Era una idea muy loca y seria difícil de llevarla a cabo, pero si salía bien se libraría. Entonces su padre como el inquisidor mayor, se sentó frente a él, junto a las dos mujeres y comenzó a hablar.

-Bueno pequeñín ¿Hay algo que quieras decir?

Logan sintió un cierto dolor al notar que su padre ya no le llamaba  ni "Gatito" ni por su nombre, era una sensación extraña, pues aunque odiaba aquel apodo, aquel nombre pronunciado por su padre hacía que se sintiese cómodo y seguro, sin embargo ahora sólo le llamaba chiquitín, pequeñín, niñito y cosas por el estilo que sólo hacían que el catorceañero se sintiese mucho más incómodo. Logan comenzó a buscar en su interior las palabras adecuadas que diría un niño.

- Lo siento mami, papi, tita, me he portado mal como un niño pequeño.

Daniela miró muy seria a su hijo, sentado en la alfombra, vestido solo con su pañal calzoncillo, verdaderamente parecía un querubín, pero debía enseñarle una lección, por lo que con gran seriedad dijo.

-No es solo eso Logan, te has portado mal y has humillado a tu tita y a mami.

El chico ardía por dentro, pues pensaba.

-¿He humillado? ¿Yo? ¿Y ponerme los mismos calzoncillos que mi hermano pequeño, pijamas de una sola pieza, calzoncillos nocturnos y demás no es humillarme?

Pero obviamente no podía decir nada de eso, por lo que intentó mantener su dócil y sumiso discurso.

-Em... Pero yo...

Su padre lo interrumpió mientras decía.
-Si ni tienes nada importante que decir mejor calla. Has hecho una cosa muy mala, y necesitas un castigo.

Logan lo estaba intentando, y aún así no era suficiente, apretó fuertemente los dientes sintiendo la rabia contenida, tal era su nivel de intensidad que dos lágrimas calleron por su rostro, a estas dos le siguieron otras dos y así dos cascadas se formaron en los ojos del castaño, que empezó a convulsionar mientras gimoteaba frente a los tres adultos, su tía que aún no había intervenido pareció conmovida por el llanto se su sobrino y le dijo.

-Logan, mi amor ¿Que te pasa?

El llanto del chico estalló con fuerza, mientras decía.

-Lo... Lo siento... Mami... Tita... Papi... yo... yo no... queria... pero... e... estaba... tan... cansado...

Antes de que pudiera continuar su tía se lanzó abrazandolo y acariciandole la cabeza y lo consolaba, el chico dejó de hablar y se refugió en los brazos de su tía mientras continuaba llorando. Cayetana miró a su hermana y su cuñado y dijo.

-Dani, Lucke, yo lo siento, pero no puedo quedarme indiferente viendo como el niño pasa este sofocón.

Daniela guardó silencio, fue Lucke el que habló.

-Cayetana, entiendo lo que dices, pero tu también entiende que es mi hijo, se ha portado mal y merece un castigo.

-Puede que lleves razón, pero mírale, está que le va a dar algo, además ha reconocido que estaba chinche porque estaba cansado, fíjate, se ha echado su siesta y ya está mejor ¿verdad que sí mi niño?

Logan seguía llorando sin decir nada, la humillación había sido llevada a cabo de un nuevo método, por medio del perdón, lo estaban intentando librar de los azotes, pero a cambio de decir que era un niño que necesitaba siestas.

El estado del muchacho había empeorado, seguía llorando incansable en brazos de su tía, pero debido a esto su cara se había puesto roja, de su nariz caían mocos. El castaño no terminaba de comprender el por qué de este llanto, pero no podía detenerlo. Finalmente sus padres se miraron y finalmente su madre declaró.

-Está bien, cuando estés más tranquilo hablaremos

Logan no comprendia nada, pero entendía que de momento se había librado, de un modo que ni comprendia demasiado bien. Sin embargo su padre le cogió en brazos de nuevo y lo sentó sobre su regazo, con su gran mano cogió la de su hijo y la cerró en un puño, dejando hacia arriba solo el dedo pulgar, tan rápido como esto estuvo hecho, lo llevó a la boca de su hijo, metiéndolo entre sus labios. Todos incluido Logan que no paraba de llorar estaban sorprendidos al ver esto, sin embargo Lucke dijo.

-Muy bien mi niñito, esto te tranquilizará, chupa sin miedo

Por el tono de su padre, sabía que no era una sugerencia, el castaño comenzó a chupar, su pulgar estaba salado, pero después de un rato se le fue el sabor, e irónicamente comenzó a calmarse, el llanto pasó a un pequeño gimoteo y finalmente se detuvo. Comenzó a sacarselo, pero si padre le detuvo.

-Nonono mi pequeñin, es mejor que lo mantengas, por si vuelves a tener ganas de llorar

Logan rojo como un tomate dejo su pulgar en su boca y asintió. Lucke continuó hablando.

-Muy bien, en la tienda has sido un niño malo...

Su hijo volvió a asentir, Lucke siguió hablando.

-Por consiguiente, mereces un castigo, pero... como pasado mañana debemos asistir a la boda de tu tía no lo recibirás hasta después, así tendremos tiempo de pensarlo con detenimiento.

Diciendo esto bajó a su hijo aún con el pulgar en la boca de su regazo y dándole un pequeño azote sordo en el trasero lo mandó a su habitación, en este caso la habitación de su hermano, a jugar, debido a que el ordenador estaba restringido ahora no sabía exactamente lo que podía hacer. Entro en el dormitorio de Spencer y se frenó en seco, ahí estaba su hermano, mirándole con una expresión sorprendida, pues el mayor se dio cuenta de que aún llevaba solo el pañal calzoncillo, de manera patética intentó taparse, muy nervioso inspeccionó sus alrededores en busca de su ropa o incluso de sus horribles calzoncillos, hasta que llegó la frase que le mortificó.

-Logan ¿Por qué llevas los calzoncillos de noche?

El castaño no soportó más esta humillación y corrió hacia su propio cuarto, el cual se encontró cerrado, con aún más estrés fue a buscar a sus padres, los encontró en la sala donde los había dejado con anterioridad, y cuando los encontró gritó histérico.

-¿POR QUÉ ESTÁ CERRADA LA PUERTA DE MI HABITACIÓN Y DONDE ESTÁ MI ROPA?

Este comportamiento lejos de provocar el enfado en sus padres solo provocó ligeras risas, pues era una escena muy cómica, el ver a su hijo mayor actuando como un niño de cinco años y vestido solo con su protección. Su padre se levantó, se acercó a el y posando sus manos sobre los hombros del castaño dijo.

-Verás chiquitín, es una pequeña sanción, estarás vestido tal y como estás hasta la hora de acostarte

-¡PERO TU DIJISTE QUE NO ME CASTIGARÍAIS HASTA DESPUÉS DE LA BODA!

-No es un castigo, es una sanción, que es muy diferente, y controla tu tono de voz si no quieres que Don Pulgar vuelva a callarte

Logan derrotado y humillado calló, apretó los dientes y salió corriendo hacia su cuarto, aunque recordó que estaba cerrado, a punto de caer ahí mismo, llegó al cuarto de su hermano, entró corriendo ignorando al rubio que jugaba en el suelo con sus peluches y se tiró sobre la cama y comenzó a gritar y llorar, para pánico del pequeño que observaba todo esto atónito, este sintió mucha pena por su hermano mayor, por lo que se acercó a la cama y se sentó a su lado, comenzó a acariciar su espalda, el mayor seguía ignorando al pequeño y seguía llorando sin consuelo. Spencer se tumbó junto a el y le abrazó, ahora sí hubo respuesta, el castaño sin mediar palabra se abrazó a su hermanito mientras seguía llorando sin consuelo. El rubio estaba tan feliz porque su hermano le estuviese abrazando y a la vez tan triste porque estuviese llorando que no sabía bien como reaccionar, el abrazo se prolongó hasta que el mayor se calmó un poco, entonces el pequeño suavemente le dijo.

-Logan ¿Por qué llorabas? ¿Papi o mami te han castigado?

Logan pareció darse cuenta de su situación y de la pregunta de su hermano, entonces reaccionó lanzandolo lejos de el y girando la cara, para frustración del otro que dijo muy enfadado.

-¡JOPE! ¿Pero que te pasa? yo solo quería ayudarte, pero eres un tonto

Hinchando los mofletes se giró y continuó jugando con sus juguetes, se disculpó por hacerles esperar y siguió como si no hubiera pasado nada, Logan escuchaba el discurso de su hermano con sus peluches, en verdad este era dulce, era muy dulce, entonces, ¿Por qué le molestaba tanto? no hacía nada en particular, solo era el mismo, pensando en esto, cada vez se sentía peor de haber sido tan cruel con el, por lo que finalmente se incorporó en la cama y se sentó en el borde, olvidándose de su vestimenta, se dispuso a hacer algo que no había hecho nuca sin que le obligasen, se iba a disculpar, bajó la vista hacia su objetivo que seguía inmerso en su juego.

-Esto... Spencer... yo...

El otro seguía sin hacerle caso, el mayor comprendió que su hermano seguía muy enfadado, por lo que decidió intentarlo de nuevo.

-Spencer... verás...

-¿Oye usted algo señor oso? parece que el viento suena fuerte

Era lo que Logan jamás había visto, su hermano le ignoraba de manera deliberada, nunca lo había visto así, finalmente se aunó de valor y lo soltó todo como lo sentía.

-Siento haber sido un idiota... ¿Me perdonas? Spency...

El rubio se detuvo en seco, no dijo nada, pasaron unos segundos, entonces el mayor dijo.

-¿Spenc....?

No le dio tiempo a terminar, el menor saltó del suelo al cuello del mayor, abrazándole y cubriéndole de besos, mientras se reía y decía.

-Pues claro que te perdono, te quiero mucho Logan

La carita del rubio irradiaba felicidad, pues a pesar de que no nada frecuente que su hermano se disculpase con el de su solo cabo, además le había llamado por el diminutivo que no utilizaba desde que eran muy pequeños y que a este le encantaba, un día su hermano se volvió idiota y dejó de llamárselo para cambiarlo por Spencer a secas. Logan reía también, ambos se abrazaron hasta que el menor se separó y de forma muy animada le dijo.

-¿Quieres jugar conmigo y mis amiguitos?

Al mayor no le pareció un momento para negarse, por lo que aceptó, otro gran abrazo llegó por parte de su hermano, finalmente lo cogió de la mano y lo llevó al suelo, donde estaban todos sus peluches, se sentaron y entonces el rubio inició una conversación.

-Mirad chicos, este es mi hermanito Logan, del que tanto os he hablado

-...

-¡Oye, es mi hermanito y puede jugar con nosotros si quiero!

-...

-Me da igual lo que digas, va a jugar con nosotros, y si no me haces caso, te castigo en el rincón

-...

-Eso está mejor. Bueno Logan, estos son: El señor osito, Mr. Trompita, Pancho,
Cuaqui, y Rocky

(El señor osito = Oso   Mr. trompita = Elefante   Pancho = Perro   Cuaqui = Pato    Rocky =Tigre)

El castaño levantó una mano a modo de saludo, no muy convencido de lo que estaba haciendo, entonces el rubio, un brillo especial en la mirada procedió a explicar la historia que estaba desarrollando. El señor osito era el policía de la ciudad, que perseguía a Mr. trompita que había robado todas las chuches de la ciudad y estas eran el alimento básico de los peluches, Rocky era el ayudante del señor osito, Cuaqui era el alcalde que le enviaba esta misión al policía y Pancho era el confidente que simpre daba la clave para resolver el problema. A Logan le pareció un poco simple, pero su hermano parecía feliz, así que decidió seguir el juego, se le asignó a Rocky y Spencer sería el señor osito, aunque según pasaba el rato alternarian roles según la conveniencia, después de un rato, durante una persecución, el menor hizo como si el mismo fuese atacado por Mr. Trompita, tras esto comenzó a quitarse la ropa, hasta quedar en calzoncillos, después la cogió junto al peluche y los lanzó lejos, mientras decía.

-¡Oh dios mío, Mr. trompita nos ha atacado y nos ha robado la ropa, debemos detenerle

El mayor no daba crédito a lo que veía, su hermanito se acababa de desnudar en solidaridad con el, en verdad era un cielo de niño, siguieron el juego y cuando estaban a punto de coger al ladrón Logan se abalanzó sobre Spencer abrazandolo y riendo mientras le decía.

-Ajá, yo era el malvado desde el principio, nunca recuperarás las chuches

El rubio río aún más y ambos rodaron por toda la habitación hasta que el mayor se dejó ganar y se hizo el muerto, el pequeño finalizó la historia con un pequeño epílogo en voz alta y una vez hecho esto comenzó a reír y a abrazar a su hermano, dándole las gracias por jugar con el y luchar, fue en ese momento que entró la madre por la puerta, viendo la escena, no pudo más que reír mientras decía.

-Cuando termineis la lucha libre o lo que sea que estáis haciendo bajad a cenar, Spencer, tu vístete primero

Logan que había olvidado su situación, recibió una puñalada por parte de la realidad, entonces El pequeño se levantó y se dirigió hacia su madre, abrazandola y poniendo cara de cachorrito decía balanceandose de un lado para otro.

-Pero yo quiero bajar a cenar así, anda, porfi, mami, porfi

Daniela  lo cogió en brazos y lo acercó a su cara, mientras chocaban sus narices decía.

-Ay ¿Que voy a hacer contigo? Eres el niñito consentido de mami ¿eh? Bueno mi amorcito, como quieras, pero no tardéis ¿Vale?

Diciendo esto salió de la habitación dejando a los niños solos. Logan miraba perplejo a Spencer, acababa de autohumillarse para que el no se sintiese tan mal, este abrazó al menor que rápidamente correspondió. Después se cogieron de la mano y bajaron juntos a cenar.
Una vez allí, se les pusieron una vez más la servilleta de babero y comenzaron a cenar, esta cena fue diferente, hubo varias miradas y sonrisas cómplices entre los hermanos, hasta que Cayetana anunció.
-Bueno familia, debo decir una cosa, ha habido problemas con las reservas del hotel y debo irme hoy mismo, ¿Podríais llevarme esta noche al aeropuerto?

-Pues claro Caye, acostamos a los niños y nos vamos

-¡Ay! Muchas gracias Dani

Los chicos seguían a lo suyo, sin prestar mucha atención a su tía o a sus padres, una vez terminaron la cena, Lucke hizo la pregunta que Logan temía.

-Logan, chiquitín, ¿Estas mojado?

-No papi...

Lucke metió un dedo dentro de la parte frontal de la protección de su hijo, sintuendo la sequedad, esto provocó el rechazo del castaño.

-¡Papi! Te he dicho que estoy seco

-Lo siento chiquitín, tenía que cerciorarme, oye, y ¿No tienes ganas de hacer pis?

Ahora que lo decía, llevaba aguantandose todo el día, su padre lo notó en la mirada y cogió a Logan por la cintura y lo llevó hasta el salón, donde lo tiró sobre una alfombra y el se tiró también, Spencer sin comprender nada los siguió y una vez todos estuvieron tirados en la alfombra Lucke declaró una guerra de cosquillas. Todos se comenzaron a atacarse mutuamente, hasta que llegó un punto en el que Logan se detuvo en seco, se puso rojo y de inmediato su padre supo lo que había pasado y le dijo.

-Anda mi principe, ve a lavarte un poco y luego os preparo para la cama

Logan se levantó y como un rayo, corrió hacia el baño, totalmente humillado una vez más, se había mojado estando despierto, y lo peor de todo era que no sabía en qué momento había pasado. Decidió no darle más vueltas, casi a borde del llanto, se lavó y cuando estuvo listo, se lió una toalla a la cintura y fue hacia su cuarto, pues suponía que ahora que su tía se iba, podría volver a él. Grande fue su sorpresa cuando vio que su habitación estaba aún invadida por la huésped haciendo las maletas, que no eran pocas, le dijo que aún tendría que dormir una noche más con su hermano, con un suspiro cansado se dirigió hacia el  otro cuarto y se encontró con que Spencer ya estaba listo, llevaba un pijama azul cielo con una mamá pato seguida por sus tres patitos, el mayor recordaba ese pijama, era de los primeros que le habían comprado, vio como ya era costumbre que había uno idéntico para el sobre la cama, Lucke apareció por su espalda y le dijo.

-Bueno bueno chiquitín ¿Ya estas limpito? Vamos a prepararte para la cama

Y diciendo esto arrancó la toalla de la cintura del mayor y le dio un pañal calzoncillo nuevo, Logan estaba tan dolido ¿Por qué su papi había cambiado tanto? ¿Por qué ya no le llamaba gatito? Tantas preguntas, se puso la protection y seguido el pijama, su padre le cerró la cremallera y los metió en la cama, les dio un beso en la frente y les deseó felices sueños, les dejó sus tazas con boquilla sobre la mesita de noche y se marchó. Fue entonces el turno de Spencer de hablar.

-Logan...

-Dime

-¿Te has hecho pipí antes cuando jugábamos a las cosquillas?

El pequeño preguntaba sin maldad, solo lo decía con pura e inocente curiosidad, el mayor lo sabía, pero no pudo remediar un empujón al otro que se quedó descolocado, Logan se giró e intentó dormirse, el menor pareció comprender la situación, solo sonrió y se abrazó muy fuerte a su hermano mayor, por su lado este sonrió y antes de que se diera cuenta ambos dormían abrazados.

Pasó el tiempo, marcaban más 1:00 am cuando Spencer despertó en brazos de su hermano, pero sintiendo las ganas de ir al baño como si fuera a estallar, rápidamente fue en busca de sus padres, pero no estaban volvió al cuarto y despertó a su hermano, muy somnoliento escuchó la súplica e intentó abrir la cremallera, era mucho más difícil de lo que él podía haber pensado, no sabía como sus padres lo hacían con tanta facilidad, cuando por fin consiguió bajarla, vio la cara de urgencia de su hermano mientras le decía.

-Porfi Logan ven conmigo hasta el baño

-¿Qué? Ve tu solo

-Porfi, que me da miedo

-¿Pero como puedes ser tan maricón?

-JOHHH

Decía el pequeño mientras tironeaba de la mano de su hermano.

-Está bien, está bien, ya voy

-Venga, que se me escapa

Cuando llegaron al baño Spencer entró y pidió al mayor que no se fuese sin él, Logan estaba medio dormido en la puerta hasta que de pronto sintió también unas ganas irrefrenable de hacer pis. Rápidamente comenzó a tocar la puerta e intentar abrir, pero el rubio había entrado y se había quedado dormido en la taza de bater, el castaño desesperado comenzó a aporrear la puerta, hasta que finalmente el pequeño despertó, salió y con imperiosidad intentó bajar la cremallera, Logan se agachó para facilitarle el trabajo, pero esto fue su gran error, al agacharse, su esfinter se relajó y lo dejó todo salir, era la segunda vez que el chico se mojaba estando despierto en un día, era terriblemente patético, simplemente se quedó ahí y lloró, Spencer no sabía que hacer, intentó consolarle, pero ya no era el hermanito tierno de aquella tarde y noche, volvía a ser el bruto que no se dejaba ayudar. Por su lado Logan no quería ni ver a Spencer debido a que le culpaba a el por su torpeza y lentitud, pero lo más patético era que necesitaba que le bajase la cremallera para poder cambiarse, el menor lo intuyó y procedió, como ahora el mayor estaba sentado le resultó bastante más simple, sin mediar palabras ambos niños se dirigieron al cuarto, Logan se cambió su protección por otra seca, y se volvieron a acostar, esta vez no hubo abrazos por parte del mayor, y cuando el menor lo intentó lo apartó de su lado. Aquella noche había desandsdo todo  lo que habían conseguido. ¿O quizás no?

jueves, 17 de agosto de 2017

Cap XII (Los preparativos parte III)

Un día más el sol se colaba por la ventana del dormitorio de Spencer, acariciando con sus rayos a los hermanos, el menor comenzó a despertar y sonriendo mientras se estiraba sintió la sequedad de la cama. Con sus brazos tocó a su hermano mayor que se despertó y perezosamente se rascó la cabeza, este también notó que la cama estaba seca, de manera disimulada ambos se tocaron la entrepierna para intentar palpar si el pañal calzoncillo estaba mojado, el primero en hacerlo fue Spencer, el cual tocó y le pareció seco, cuando Logan comenzó a tocar su "protección" entró su madre y de una manera muy alegre y enérgica comenzó a hablar.
-Buenos días mis pequeñines, ¿Cómo habéis dormido? ¿Ha habido algún accidente?
Ambos chicos con rubor en sus mejillas negaron, a lo que su madre inclinó la cabeza y la sacudió, mientras con una expresión cansada decía.
-¿Estáis seguros de eso? ¿Os importa que mami lo compruebe?
El color rojo no abandonaba las caras de los hermanos, Spencer muy lentamente se dispuso, se colocó de pié frente a la cama, por el contrario el mayor, como siempre era más reacio, pero si algo había aprendido desde que comenzó su castigo era que ya no había miramientos con su culo, si desobedecía su culo se pondría al rojo y al final sus padres obtendrían lo que quisiesen desde un primer momento, sin darse cuenta, la rebeldía para el era cada vez menos una opción. Finalmente ambos estuvieron colocados en fila, su madre comenzó por Spencer, palpó la entrepierna de su hijo pequeño provocando un sonido plástico, este no dijo nada, solo estaba colorado como la remolacha, finalmente Daniela bajó el pijama de este hasta los tobillos y dijo.
-Spencer cariño, estas mojado.
La cara del rubio pasó de rojo remolacha a blanco nuclear, mientras unas lágrimas comenzaban a inundar sus ojos, su madre lo abrazaba mientras le decía.
-Ya está mi pequeñin, no llores, no pasa nada
El mayor expresó un aire de suficiencia mientras decía.
-Ya sabía yo quien era el meón
Daniela miró con fuego en los ojos al castaño mientras decía.
-Espero por tu bien que no estés mojado.
Súbitamente se levantó, dio una última caricia consoladora a Spencer y se dirigió a Logan, al cual directamente le bajó el pijama.
El mayor no esperaba una actuación tan rápida, por lo que no se dio cuenta de que estaba semidesnudo hasta que el fresco aire de la mañana tocó su piel, el contraste de su piel caliente con el frío provocó en el chico unas ganas irrefrenable de hacer pis, de pronto se vio frente a su madre y su hermano vestido solo con el pañal calzoncillo y haciendo un infantil bailoteo para luchar contra las ganas de hacer pipí, como pudo dijo.
-Mami, me han entrado muchas ganas de ir al baño, puedo ir?
-Bueno, supongo que si, puesto que estas seco después de todo, no quiero que tengas un accidente estando despierto.
Logan salió disparado hacia el baño, mientras salía su madre le dio un azote que detuvo momentáneamente su avance y que resonó con un sonido sordo, esto provocó que un chorrito de pis se le escapase y fuese recogido por la protección nocturna, al sentir esto, con una expresión de terror, reanudó su marcha, fue en el pasillo donde se topó con su padre, el cual lo retuvo dándole un fuerte abrazo y levantándolo por los aires mientras le daba los buenos días. 
El castaño sentía como otro buen chorro de pis inundaba su pañal, frenéticamente se liberó de los brazos de su padre y corrió hacia el baño, una vez allí, con virulencia se bajo el pañal calzoncillo rompiendo uno de los laterales de este e instintivamente se sentó en la taza, aún le quedaba bastante pis que expulsar y mientras eso pasaba decidió inspeccionar los desastres que podían haber ocasionado las inundaciones involuntarias. Comprobó cómo en el interior del pañal calzoncillo había una mancha amarilla mediana, se veía que no había sido un accidente, pero tampoco un escape momentáneo, reparó también en el lateral roto, mientras bufaba y maldecia su suerte terminó de orinar, finalmente se levantó, tiró de la cadena y se subió de nuevo aquella prenda que le obligaban a llevar. 
Pudo notar que el pis se había enfriado, la sensación le resultaba totalmente repulsiva, tener que ir por ahí paseándose en sus propios meados, para colmo tenía que agarrarse la parte delantera y la trasera, puesto que si no lo hacía se quedaba totalmente desnudo. Humillado como no lo había estado hasta ese momento, regresó al cuarto de su hermano donde se encontró a este siendo acunado por su madre mientras esta le cantaba una nana, la mujer ya calmada, al ver que su hijo mayor había regresado y en las condiciones en las que lo había hecho dijo.
-Logan, cariñito, ¿Que te ha pasado?
-Me lo he bajado demasiado deprisa...
Dijo el mayor mirando hacia otro lado y con el tono más condescendiente que pudo usar y omitiendo el detalle de su pequeño escape.
-Bueno, pues entonces mejor que os bañeis juntos, no puedes esperar teniendo que sujetarte el calzoncillo.
El castaño estaba rojo, pero muy airado dijo.
-No pienso bañarme con el meón, esta empapado en sus propios meados y si me baño con el me pasará el olor a mi.
Estas palabras provocaron una vez más el llanto de Spencer que continuaba en brazos de su madre. El rubio pensaba.
-Ahí está otra vez, mi hermano el arisco, siempre metiéndose conmigo y haciéndome llorar, es como si dentro de él hubiese dos personas, el hermano amable que me quiere y en ocasiones me muestra su cariño y el estúpido que suele predominar.
Mientras, fuera de sus pensamientos su madre muy enfadada regañana a Logan.
-... Y AHORA JOVENCITO, TE VAS A BAÑAR CON TU HERMANO O TE BAÑAREMOS TU PADRE O YO.
Logan muy asustado por esta amenaza cedió a bañarse con Spencer, ambos caminaron en silencio como si se estuviesen dirigiendo al patíbulo, entraron al baño, allí el ritual fue el mismo, desnudarse, bañarse, su madre entró a llevarles sendos calzoncillos idénticos, se vistieron, comieron y pasaron el día tratando de evitarse e ignorarse mutuamente, finalmente llegó la noche, como ya era costumbre, mandaron a los chicos a la cama, en esta ocasión a Logan se le permitió acostarse con calzoncillos, mientras que Spencer era obligado una vez más a llevar su protección nocturna. Esa noche no buscó el abrazo de su hermano mayor, sino que por el contrario cogió su oso de peluche favorito y lo abrazo todo lo fuerte que pudo. Los chicos se durmieron sin mediar palabra entre ruidos plásticos provenientes de debajo del pijama del pequeño.
La mañana llegó, ese día Luke libraba en su trabajo, por lo que fue a despertar a sus hijos, la escena que encontró fue conmocionadora, pues allí estaban sus pequeños, durmiendo apaciblemente y vestidos con sus pijamas, solo que al rededor del mayor una mancha de humedad empapaba toda su entrepierna, Luke se rascó la cabeza, intento determinar la mejor manera como abordar el asunto, finalmente decidió sentarse en el borde de la cama y acariciar la cabeza de su hijo mayor, este comenzó a despertar, al ver a su padre acariciandole mostró una sonrisa complaciente. Mientras su padre le decía con voz calmada.
-Buenos días Gatito
-Buenos días papi
Sin darse cuenta, la costumbre de llamar a sus padres "Papi" y "Mami" se estaba convirtiendo en un hábito frecuente y natural. Perezosamente comenzó a rascarse los ojos, con el movimiento despertó al pequeño que comenzó a desperezarse muy lentamente, de un modo que casi parecía que se había vuelto a dormir. Inexplicablemente Logan aún no había notado la humedad de su cama, por lo que la noticia calló sobre el como un martillo, partiendole por la mitad.
-Escuchame gatito, tienes que levantarte em... Has tenido... Un... accidente...
El castaño abrió los ojos como platos, mientras se incorporaba de un salto y esto causaba el sobresalto de su hermano pequeño que conmocionado vio la escena, Logan no podía decir nada, simplemente las lágrimas comenzaron a brotar como el día anterior le había pasado a Spencer, solo que en esta ocasión fue su padre quien comenzó a calmarlo. El mayor de los hermanos seguía llorando sin consuelo abrazado a su padre y este le decía cosas tranquilizadoras.
-Ya está hombrecito, shhh... Ya ha pasado, esto es sólo una fase, no llores más mi principito.
Por más que el hombre lo intentaba nada lograba calmar los gritos de llanto de su hijo. Tan altos eran estos que atrajeron al resto de habitantes de la casa, llegaron Calletana y Daniela, ambas vestidas con batas de encaje fino. La primera en hablar fue Daniela.
-¿Qué ha pasado?
Dijo un instante antes de fijarse en la escena que había dentro del cuarto. El ver a su primogénito empapado en un pijama de una sola pieza y llorando en los brazos de su marido le causó una gran empatía, se sentía muy mal por el, pero en cierto modo no pudo evitar verlo mono, tierno, adorable, vulnerable y mil adjetivos sinónimos. Desechó aquellos pensamientos y se lanzó a consolar a su pequeño, abrazandolo también decía.
-¡Ay mi pequeñin! Tranquilo ya está ya pasó
Spencer que hasta ahora había observado desde atrás la escena se puso muy celoso, por lo que se lanzó a la captura de los mimos, pero lo más que obtuvo fue un abrazo en común con su hermano y unas caricias en la espalda. Un poco frustrado se retiró, buscó a su oso de peluche que estaba por el suelo y lo abrazó muy fuertemente mientras hinchaba los mofletes en señal de enfado, pues todo el mundo parecía olvidar que el llevaba protección para eso mismo y parecía como si a nadie le importase que el pudiese estar mojado también. Entonces intervino Calletana que había visto todo esto como una espectadora.
-¡Vaya! Siento lo que te ha pasado campeón, dicen que el estrés puede ser un factor muy importante en estos casos, y ya se sabe el gran estrés que puede suponer una boda, sobre todo para niños pequeños.
Las palabras de su tía se clavaron y hundieron en el corazón de Logan mientras entre sollozos pensaba.
-¿Niños pequeños? Verdaderamente esta no sería la situation que viviría un chico normal de 14 años.
Sin que el chico dejara de llorar su padre lo levantó y lo puso de pie, le quitó el pijama, lo recogió al modo princesa y se lo llevó en brazos con dirección al baño, mientras Daniela comprobaba a su hijo pequeño que aún mostraba signos de enfado.
Logan estaba totalmente deshecho, poco quedaba en ese momento del orgulloso adolescente que había sido apenas cinco días atrás, ahora lloraba en los brazos de su papi desconsoladamente porque había mojado la cama, no percibió que su padre le bajaba su slip empapado y lo metía en la bañera hasta que notó el agua a su alrededor, pero para entonces tampoco tenía ánimos de protestar, de pronto se abrió la puerta y un muy animado Spencer vestido solo con su pañal calzoncillo entró en el baño brincando. Su padre le dijo.
-Hola gatito, te veo muy contento ¿Vienes a bañarte con nosotros?
-si papi y mira
El rubio comenzó a bajarse su protección, se la quitó y le mostró el interior.
-¡ESTOY SECO!
Decía eufórico, esto solo sumó dolor y humillación al mayor que solo soltó un quejido que fue ignorado por todos. Su padre aplaudiendo dijo.
-¡Muy bien! ¡Así se hace! ¡Ese es mi pequeñin! ¡Que orgulloso estoy de tí!
Logan veía desde dentro de la bañera como su papi ahora abrazaba a su hermano y le besaba como felicitación por haber mantenido seca la cama, finalmente lo levantó y lo metió en la bañera junto a él, entonces cogió una esponja y comenzó a frotar la espalda del mayor, su padre le estaba dando un baño y no le estaba importando. Por suerte para él, este respetó sus áreas privadas, una vez terminó con Logan ayudó a terminarse a Spencer, tras esto los sacó, los envolvió en dos toallas grandes que había y se los llevó en brazos al cuarto, donde empezó a vestirlos y una vez estuvieron listos bajaron a desayunar, esto se desarrolló igual que el día anterior, con el silencio sepulcral de los dos chicos, hasta que la madre lo rompió diciendo.
-Bueno mis peques, hoy tenemos que ir a que os hagan las pruebas de los trajes de boda de vuestra tía.
Logan no quería ir de nuevo a pasar vergüenza a aquella tienda, pero no tenía ánimos para replicar y Spencer se limitó a asentir. Una vez terminado su desayuno recogieron la mesa, se metieron en el coche y se pusieron en marcha hacia la tienda. Una vez llegaron pasaron a la trastienda y de nuevo el caballero indicó que se quitasen la ropa, pero en esta ocasión a los dos muchachos, Logan tan solo quería que aquello acabase cuanto antes, por lo que comenzó a desvestirse, Spencer lo imitó, el hombre se marchó y volvió arrastrando lo que se podía intuir, era un cuelga perchas con ruedas, pero no lo sabían con certeza puesto que estaba tapado con una sábana. Cuando el dependiente miró a los chicos, con una risa dijo.
-!Vaya, no sabía que iba a atender a Oliver y Benji!
El mayor de los hermanos no comprendía por qué decía esto, hasta que se miró abajo, con todo lo que había pasado no se había percatado de que de nuevo llevaba calzoncillos idénticos a los de Spencer, unos Slips blancos con botas de fútbol y silbatos.


 Este jocoso comentario provocó la risa de los mayores, una sonrisa incómoda por parte del pequeño y una cara de color lava por parte del mayor, tan como lava de volcán que explotó al ver los trajes, podían ver tanto el masculino como el femenino, pero al castaño le parecían trajes para niños de cinco años en vez de un traje para un chico de catorce, el femenino era un vestido acampanado sin mangas, acompañado de una especie de bragas a juego y un gorrito, todo de color marfil satén y adornado con lacitos verdes por varias partes, el masculino, era un traje de una sola pieza, de manga corta, pantalón extremadamente corto, en el mismo color que el vestido, con unos botones en el pecho de color verde que eran la única abertura del traje y un fajín del mismo color.

Logan estaba a punto de explotar cuando intervino su tía diciendo algo que le calmó.
-Pero disculpe, los dos trajes masculinos son exactamente idénticos, creo recordar que le pedí expresamente que el del mayor fuera de pierna larga.
El caballero miró y sin mucho revuelo explicó.
-Sí, eso es cierto, pero puesto que es un traje de talla infantil, no se le pudo hacer el pantalón más largo, debido a que el usuario hubiese perdido demasiada movilidad y las costuras se habrían sesgado, y esto es alta costura, no podemos permitir algo así. 
Cayetana pareció observar un momento a aquel hombre, asimilando este cambio, pero finalmente hablo.
-Bueno, que le vamos a hacer, pero al menos nos hará una buena rebaja debido a este cambio sin autorización ¿Verdad?
-Por supuesto señora, el cliente siempre es lo primero.
Logan horrorizado por lo que le iba a obligar a llevar explotó.
-¡NOOOOOOOOOOOO! NO PODÉIS OBLIGARME A LLEVAR ESA MIERDA, NO TENGO CINCO AÑOS, NO PIENSO PONÉRMELO NI SER COMITIVA INFANTIL, NI POR TODAS LAS MOTOS DEL MUNDO, TENGO CATORCE AÑOS QUE OS QUEDE BIEN CLARO.
Todos en la sala se quedaron estupefactos, el castaño jadeaba después de haber soltado todo aquello, miró las caras de los mayores, su madre y su tía tenían caras de horror, como si hubiese cometido el peor crimen de la humanidad, su padre estaba rojo, de ira, imaginaba, el dependiente tenía cara de poker y su hermanito tenía cara asustada, la tensión se cortaba con un cuchillo, hasta que su padre habló.
-Daniela, Cayetana, vestid a los niños, y usted señor, por favor ruego disculpe a mi hijo, está chinche porque esta mañana ha mojado la cama y esta tarde aún no se ha echado su siesta, los trajes son maravillosos, podría ponerlos ya para llevárnoslos, seguro que están perfectos.
El dependiente asintió sin una palabra y se llevó los trajes Daniela vestía muy bruscamente a Logan mientras Cayetana vestía a Spencer. Recogieron tres grandes bolsas en el mostrador y se marcharon, una vez en el coche su madre y su tía empezaron a llorar diciendo que había sido una vergüenza de espectáculo en una tienda de tanto renombre. Los niños no hablaban, solo miraban abajo. una vez en casa, Spencer, Daniela y Calletana entraron en casa mientras que Logan se quedó fuera con su padre, este lo cogió del brazo y zarandeadolo le dijo.
-Logan... esto que has hecho hoy lo vas a lamentar de un modo que no puedes ni llegar a imaginar.
Dicho esto, entraron en la casa sin soltar al chico, lo llevó hasta la habitación de Spencer, el castaño no paraba de intentar que su padre lo escuchase.
-Pero papi... papi... papi...
-ZAS
Una bofetada cruzó la cara del catorceañero creándole ligeras lágrimas en los ojos, pero antes de que pudiese decir nada su padre habló de nuevo.
-QUE NO QUIERO ESCUCHARTE NI UNA PALABRA MÁS
Finalmente llegaron al dormitorio, allí el adulto abrió el cajón de la ropa interior de su hijo pequeño y extrajo un pañal calzoncillo, antes de que el castaño pudiese unir conceptos, su padre de un solo tirón, le bajó los pantalones y los calzoncillos, después de un tirón hacia arriba le quitó la camiseta, lo tiró sobre la cama y mientras sus pies estuvieron en el aire aprovechó para ponerle la protección, lo levantó y terminó de ajustársela, después lo acostó en la cama y bajó las persianas, y mientras salía le dijo.
-Y ahora, mientras tomas tu siesta, piensa en lo que has hecho, cuando despiertes tendrás tiempo de disculparte.