Proyecto guardería: agosto 2018

Logan se encontraba en la piscina, sentado en una hamaca mientras Spencer nadaba y jugaba en el agua cristalina, la cara del pequeño era la máxima expresión de la felicidad, pues el mayor, con gran astucia, había conseguido que el pequeño jugara solo, diciéndole que había una barrera invisible que le impedía entrar en el agua y que debía encontrar el botón que lo desactivaba.

El castaño, se había quitado la camiseta, pues hacía un calor impresionante, y de paso había cubierto sus infantiles crox, aún estaba vistiendo sus pantalones y no tenía intención alguna de quitárselos.

El calor era sofocante, el estrés de que alguien le viese con su infantil bañador y las constantes réplicas de su hermano diciendo que estaba cansado de buscar y que quería jugar de una vez, no ayudaban a que el muchacho se relajase.

Mirando a todos lados, no veía a nadie a quien conociese, por un segundo pasó por su cabeza el meterse, pues daba igual, nadie lo conocía, pero de pronto apareció la imagen de un Alex llegando en cualquier momento, riéndose y sacando fotos, por lo que esa idea fue descartada.

De pronto sintió que debía ir al baño, informó a su hermanito, básicamente porque no quería que se perdiese, ya que sus padres le culparían a el. Tras esto se dirigió al baño más cercano, atravesando la terraza del bar, mientras hacía esto, tropezó con algo y calló al suelo, no le dio tiempo a reaccionar cuando había alguien ayudandole a levantarse.

-Disculpe caballerete ¿Se encuentra bien?

Logan aún aturdido no respondió

-Siéntese conmigo, lo siento, no había visto donde había dejado mi bastón.

Un señor vestido con unas elegantes bermudas azules, una camisa blanca remangada y un cinturón a juego lo levantaba sin demasiado esfuerzo y lo sentaba en su mesa. Cuando Logan recuperó un poco el sentido, vio al hombre, era un señor mayor, como de unos sesentaitantos años, con muy buena presencia, pelo cano y de mirada afable.

-G-Gracias señor

-De nada caballerete, lo siento, por mi culpa te has raspado un poco el pecho y se han ensuciado tus elegantes pantalones

Logan se miró abajo, efectivamente su pecho sangraba un poco y sus pantalones estaban sucios, el hombre hizo un gesto y rápidamente se acercó un camarero.

-¡Camarero! Un margarita virgen para mi joven amigo

-¡Sí señor!

El camarero se marchó, el señor miró a Logan, sacó un fino pañuelo de seda y se lo tendió a este para que se limpiara un poco, Logan con mano temblorosa lo tomó y comenzó a frotarlo por su pecho quitando la sangre, el silencio reinaba hasta que el camarero volvió y colocó la bebida frente al caballero.

-Te he dicho que es para el chico...

-Oh... lo siento señor

Logan pareció ser consciente por primera vez de esto, miró conmocionado al señor y le dijo.

-No, muchas gracias señor, no tengo edad para beber alcohol y debería marcharme, tengo que ir al baño...

En verdad no era la primera vez que probaba el alcohol, pero tenía miedo de que sus padres apareciesen y le pillasen bebiendo y con un completo desconocido, que aunque había sido muy amable con él, no dejaba de ser un desconocido.

-Tonterías, es virgen, es decir, sin alcohol y pareces un chico mayor, no creo que te lo vayas a hacer encima ¿Verdad?

Logan en verdad si que quería ir al baño, pero esta persona era la primera que lo trataba de una forma adulta desde hacía varios días, por lo que se quedó, le devolvió el pañuelo y tomó la elegante copa, dio un sorbo y saboreó aquel delicioso cocktail, comenzó a beber más rápidamente, pero fue interrumpido el hombre.

-Bueno caballerete ¿Me dirás tu nombre?

-Eh... Logan...

-Oh, ¿En serio?

-Sí...

Logan no comprendía la sorpresa de aquel señor, pero supuso que solo pretendía ser amable, dio un trago largo al margarita y entonces preguntó.

-Y usted señor ¿Cómo se llama?

-Oh, cierto que desconsiderado, yo me llamo Gonzalo, y dime Logan, ¿Cuantos años tienes?

Iba a responder cuando un muy mojado Spencer los interrumpió con las manos en las caderas y con gesto enfadado.

-Jolín Logan, me dijiste que ibas al baño, estoy harto de jugar solo y cuando vengo a buscarte te encuentro con un desconocido, se lo voy a decir a mami y papi

El castaño iba a contestar pero el señor se adelantó y de una manera simpática dijo.

-Vaya, no sabía que tenías un amiguito, supongo que es tu hermanito ¿No?

-Em sí...

-Vaya, lo siento jovencito, me temo que es culpa mía que tu hermanito se haya retrasado se había caído y...

No pudo terminar puesto que el menor al escuchar lo último, reparó en los pequeños rasguños en el pecho de su hermano, rápidamente, su enfado se transformó en preocupación y se lanzó a abrazarlo dándole besos en el pecho mientras repetía palabras tranquilizadoras como le hacía su madre cuando era pequeño, el mayor ante esto, estaba rojo, pudo notar que aquel caballero reía ante la escena, por lo que muy enfadado se levantó y se marchó muy airado sin ni siquiera decir adiós. Spencer sin comprender esta actitud seguía a su hermano, cuando estuvieron muy lejos, atravesando de nuevo la piscina, el pequeño seguía preguntando que qué pasaba. Logan dio rienda suelta a toda su maldad y dio un fuerte empujón al rubio tirándolo dentro de la piscina, cuando emergió, este gritaba y lloraba, cosa que hizo reír al mayor. Sin embargo, su triunfalismo no duró mucho, puesto que una voz conocida le devolvió a la realidad.

-Eso no es demasiado amable chiquitín

Alex se encontraba detrás del chico, con su hermanito pequeño, ambos descamisados vestidos con bañadores tipo pantalón corto neutros, Logan tenía uno así, se maldijo a sí mismo por haberlo olvidado, rápidamente, Liam se dirigió al agua y ayudó a salir a Spencer de agua, el pequeño salió y abrazó a su amigo mientras sollozaba, Logan en ese momento sintió una mezcla de remordimiento y miedo, pero Alex tenía su propio momento preparado para su nuevo hermanito.

-Eso no está bien ¿Que pasa si yo te hago lo mismo para que aprendas a ser amable? incluso después de que llores te podría ayudar a salir...

-Te voy a....

Alex lo interrumpió poniendo al frente una mano mientras le decía.

-Ah ah ah, recuerda, sé educado con tu hermano mayor

-Eres gilipollas...

-Ohhh... parece que alguien está muy enfadado, pero no parece que hayas tenido un accidente...

El chico que torturaba a Logan comenzó a rodearle frotándose la barbilla con una sonrisa siniestra y cuando estaba juste detrás de este dijo.

-No me digas... que el pequeño Logan.... hizo un apestoso....

El castaño oscuro se volvió para propiciarle un puñetazo, pero Alex rápido como una serpiente se giró y le bajó los pantalones exponiendo su infantil bañador, el verdugo, al ver esto, no pudo reprimir una gran carcajada, sacó su móvil de nuevo y comenzó a hacerle una sesión de fotos, mientras reía histérico con Logan rojo de rabia y vergüenza le decía.

-Adelante Logancito, canta la canción de tu serie favorita, seguro que te la sabes

Logan se lanzó hacia este, de un tirón le quitó el móvil y lo lanzó a la piscina, Alex montó en cólera y ambos chicos acabaron a puñetazos por el suelo hasta que el socorrista les separó. Sin decir nada Logan se marchó sangrando, habiendo perdido su pantalón y seguido por su hermanito.

-¡Logan, espera!

Gritaba el pequeño detrás de su hermano, el cual solo respiraba de forma acelerada, no estaba para soportar las cursiladas de su hermanito, cuando avanzaba por el vestíbulo rodeado de miradas curiosas que no podían pasar por alto a un niño de un tamaño como Logan, vestido con un bañador slip de la patrulla canina y cubierto de heridas, hubo algo que de nuevo que frenó al chico, sus padres charlaban animadamente con los recepcionistas, rápidamente, estos se dieron cuenta de la presencia de este y no pudo evitarlos, su madre corrió hacia el mientras le abrazaba y le cubría de besos pregundandole que ¿Qué había pasado? Spencer llegó y comenzó a explicar a sus padres lo sucedido, pero de nuevo, esto fue demasiado. El castaño explotó en mitad del vestíbulo.

-¡BASTA! ESTOY HASTA LA POLLA DE VOSOTROS Y TODO EL MUNDO DEJADME EN PUTO PAZ...

No pudo continuar, una bofetada cruzó la cara del mayor, dejando a este sin habla, unos fuertes azotes sobre el bañador cayeron en su culo dejando salir del chico unos chillidos de dolor y finalmente, su madre sin decir nada más, lo llevó cogido de la oreja hasta la enfermería, donde entró.

-Buenos días doctor, mire lo que le traigo

Dijo la madre señalando al catorceañero y lanzandolo frente al hombre, este era grande, un poco menos que su padre, pero aún así, muy imponente, de mediana edad con pelo negro y alguna que otra cana, de complexión fuerte y expresión seria, la consulta era bastante sobria, con paredes grises e instrumentales médicos además de una camilla. El hombre lo miró y seguidamente miró a su madre para decir.

-Lo siento, señora, esta es la enfermería de adultos, para un niño, debe ir a la enfermería infantil

-¿Qué? mi hijo está sangrando ¿No puede hacer nada?

Decía una muy enfadada Daniela y un doctor un poco inexpresivo mirando el atuendo del joven respondía.

-Lo siento, es protocolario, aquí no puedo tratarlo, además, no tiene nada grave, solo sangra, y creo en la enfermería infantil estará más cómodo y acorde, aquí no atendemos a niños de doce años

-¡TENGO CATORCE!

Rugió el chico que de nuevo fue silenciado de un fuerte azote, su madre estaba indignada por el trato del doctor, pero también estaba furiosa con su hijo, por lo que sin decir nada, volvió a agarrar la oreja de su pequeño y se marchó. Tras cinco minutos de búsqueda, encontró la enfermería infantil, para empezar, el marco de la puerta, era un dinosaurio vestido de enfermero, la puerta se situaba en su bata, una vez entraron la cosa no mejoró, pues aunque era una enfermería similar a la anterior, todo tenía toques infantiles, para empezar, las paredes estaban pintadas en un color amarillo anaranjado, con stikers de amimalitos pegados por todas partes, había una zona llena de juguetes, las sillas, eran sillas con forma de animalitos y la camilla, tenía una funda de plástico igualmente estampada con todos los animales de la selva. Una enfermera joven y de una altura algo menor Daniela, se dirigió hacia ellos con una gran sonrisa.

-Vaya, parece que hemos tenido un accidente ¿No pequeñín?

Logan se quedó rojo por la ambigüedad de la afirmación, pero no hizo falta que dijese nada, su madre se adelantó, contando una versión distorsionada de lo que había pasado, la doctora se aproximó al chico con un paño y se lo colocó en la nariz para detener la hemorragia, después de esto miró al chico y dijo.

-Bueno campeón, vamos a tomarte la temperatura

Logan no sabía por qué de esto, pero lo aceptó abriendo la boca, la enfermera se rio mientras se daba la vuelta y decía.

-No, campeón, aquí no tomamos la temperatura así, aquí los niños suelen ser un poco más inquietos, por lo que usamos esto

La mujer se aproximó a Logan y colocó rápidamente lo que parecía ser una tirita en su frente, el castaño se tocó esto y dijo desconcertado.

-Pero que coño...

-Eh eh eh jovencito, esa boca, te la voy a lavar con jabón para que aprendas

Logan intentó elegir bien sus palabras para proteger su culo de nuevo dolorido.

-Eh.. Que coñ... ¿Que es esto?

-Es una tirita de temperatura, las usamos para los niños que no son capaces de estar quietos y mantener un termómetro en su sitio, ahora, pasa a la zona de juegos mientras te mede la temperatura campeón, tengo que hablar con tu mami

-¿Qué? Espera, yo no soy un niño que no pueda mantener un termómetro, no necesito que me tomen la temperatura como un niño pequeño

La enfermera empezaba a ponerse exasperada, se puso las manos en las caderas y se fue hacia su escritorio y dijo.

-Vamos a ver niño, aquí tenemos solo; tiritas de temperatura, chupetes termómetros o termómetros rectales, así que dime tú si prefieres cambiar ese por cualquier otro...

Logan se quedó helado ante las alternativas, una tirita de temperatura no era tan mala como un chupete o un termómetro en el culo, por lo que no le quedó más remedio que disculparse con la señora, acto seguido esta, volvió a mandarle a la sala de juegos, cuando entró, encontró un montón de peluches, mesas para colorear, algunos libros, una televisión, bloques de construcción y demás juegos de niños pequeños, evidentemente esa no era una habitación enfocada a los adolescentes, el catorceañero se tumbó en una alfombra a la espera de que lo llamasen, allí vio un peluche de dalmata, era el dalmata de la patrulla canina y sin saber por qué, lo cogió, lo elevó y comenzó a mirarlo, no podía negar que le parecía un poco mono, aunque nunca lo fuese a reconocer ante nadie.

Allí pasó un buen rato, con el peluche elevado sobre él, imaginando que tenía vida propia y que era su perro, pero esto fue interrumpido bruscamente con un flash del móvil de su madre que lo miraba desde la entrada.

Vamos cielo, ya hemos terminado, el chico se levantó rápidamente y salió corriendo hacia la puerta, pero la enfermera lo retuvo agarrando la parte posterior de su bañador.

-Espera hombrecito, a todos los niños que vienen por aquí les damos un pequeño regalo

Logan no estaba seguro de querer aquello, la mujer sacó una pulsera azul y comenzó a meter dados blancos, cuando terminó, la mostró y vio que en ella, marcaba su nombre. Mandaron al chico que se sentara en la camilla y finalmente le colocaron la pulsera en el tobillo.

Finalmente madre e hijo salieron de allí cogidos de la mano, Logan pasó todo el día ya vestido únicamente con su bañador y evitando a cualquier persona conocida, mientras su hermanito nadaba y jugaba con su amiguito del cole y algunos más que había hecho a lo largo del día. Finalmente, cenaron en un restaurante en la playa y acabaron subiendo los cuatro al dormitorio para descansar para el gran día. Cuando subieron y entraron, su padre declaró.

-Muy bien ¡Soldaditos listos para la cama!

Spencer medio dormía en brazos de su padre, este lo dejó en la cama y el pequeño se hizo bolita mientras chupaba su pulgar inconscientemente, esto enterneció el corazón de su padre, mientras tanto, un muy molesto Logan extendía la mano pidiendo su protección para ponérsela rápidamente e ir a la cama, su padre lo miró y lo sentó.

-A ver gatito, esto verás... es que... ya sabes que habéis acabado con el paquete de protección nocturna que os compramos en casa, así que...

No terminó, cuando su madre llegó con un paquete cuadrado en el que marcaba "JUNIOR" algo se encendió en el interior del castaño, de pronto comprendió lo que su padre quería decir, pero todo aquello fue confirmado con la frase matadora por parte de Lucke.

-Acuéstate boca arriba gatito...

Un volcán más explotó en el interior del mayor, la ira estalló de manera inigualable hasta el momento, haciendo que su hermanito pequeño se levantase sobresaltado y gritando del susto, buscando instintivamente algo que abrazar.

-ME CAGO EN VUESTROS MUERTOS, JODER, ¡PAÑALES! Y UNA POLLA, ESO OS LO PONÉIS VOSOTROS QUE SEGURO QUE OS PONE, A MI DEJAD DE TOCARME LOS COJONES, SOIS UN PAR DE SUBNORMALES QUE...

El chico no pudo terminar, su padre lo mantenía pegado boca abajo en su regazo y con su diminuto bañador en las rodillas, el adulto estaba más enfadado de lo que lo había estado jamás con su hijo, los azotes caían de manera indiscriminada y con toda la fuerza de su padre, Logan no tardó mucho en llorar y suplicar perdón, pero su padre no se detenía, mientras decía.

-PIERDES LOS PANTALONES NUEVOS...