El desayuno finalizó, Spencer se marcho
al colegio y mientras Logan, ataviado con el delantal de "el pequeño
ayudante de mami" recogía la mesa mientras su madre y su tía terminaban de
arreglarse, una vez estuvieron listas, bajaron, iban muy arregladas, cuando
estas vieron a Logan, lo miraron de arriba a abajo y le su madre le dijo.
-Logan, hombrecito, mejor sube y cámbiate
las zapatillas, esas están muy viejas, hoy vamos a ir a tiendas de diseño y no
puedes ir con eso.
El chico sabía a qué zapatillas se
refería su madre, eran sus zapatillas nuevas, las negras de belcro con dibujos
de Mickey Mousse. Rápidamente replicó.
-Pero mami... Esas son de niño y tienen
belcro...
-nonono, nada de discusiones, las reglas
¿recuerdas?
-Pero...
Su madre sin mediar más palabra cogió a
su hijo del brazo y lo llevó escalera arriba, hasta el dormitorio de este. Allí
esta, lo dejo de pie en mitad de la habitación y comenzó a desatarle los
cordones, una vez deshizo el primer nudo, pidió a su hijo que levantara el pie,
a lo cual el chico comenzó a negarse y replicar, pero entonces de nuevo su
madre le detuvo diciendo.
-Nonono, ¿otra vez? ¿Tengo que recordarte
todas las reglas? Como vuelvas a romper otra regla tendré que darte los catorce
azotes del mentiroso...
Logan como movido por un resorte se
detuvo y dejó que su madre le quitase las zapatillas, una vez estuvo descalzo,
Daniela se detuvo y miro a los pies de su hijo y suspirando dijo.
-¿De donde has sacado estos calcetines?
¿Tienes un cajón secreto donde guardas todos estos harapos? Con la cantidad de
calcetines nuevos que tienes, anda vamos a ver.
La mujer se retiró y abrió un cajón de la
mesita de noche de su hijo, empezó a remover buscando, hasta que
finalmente extrajo unos calcetines que para horror de Logan tenían el mismo
estampado que sus calzoncillos, Daniela empujó a su hijo hasta que lo tiró
sobre la cama, una vez sentado comenzó a remangarle el pantalón, por suerte ese
día el castaño se había puesto unos pantalones bastante holgados, por lo que su
madre pudo subirle el pantalón sin problema, entonces comenzó a ponerle los
calcetines, estos eran largos, le llegaban a la altura de las rodillas, Logan miró
hacia abajo y sintió como si llevase los calzoncillos en los pies, quería
gritar y golpear a alguien, pero sabía lo que aquello conllevaría, por lo que
se reprimió, finalmente su madre le bajó las piernas de los pantalones, le
puso las zapatillas nuevas y le ajustó las cintas de belcro. Tras esto,
su madre dio unas palmadas en uno de los pies del castaño y le instó para que
bajase rápidamente, este se miró los pies por un momento y pudo ver lo infantil
que le quedaba aquel calzado, se puso un cojín en la cara y gritó hasta
desahogarse, finalmente decidió no pensarlo más y bajó, mientras caminaba pudo
notar que a pesar de que detestaba sus nuevas zapatillas, le resultaban
extremadamente cómodas. Una vez abajo, antes de salir su madre le dijo.
-Logan, mi cielo, antes de salir ¿tienes
que ir al baño?
-¿Qué?
-Que si tienes que hacer pipí tontín
-No, obviamente, ¿a que viene esa
pregunta?
-Tranquilo hombrecito, es solo que vamos
a estar hoy de arriba para abajo todo el día y no se cuando vamos a parar
-No tengo que ir al baño ¿Vale?
De pronto unos brazos rodearon al chico
dándole un abrazo, y le mecía, cuando Logan reaccionó y vio a su tía sobre el
que le decía.
-Ay mi pequesobri, ¿estas chinche por lo
de esta mañana?
El chico se encendió y bajó la cara, rojo
como un tomate con un sentimiento mezclado entre vergüenza e ira, no respondió,
solo se liberó del abrazo y rápido como una centella entre las risas de su tía
y su madre se dirigió al coche, tras esto, las mujeres salieron por la puerta y
pusieron rumbo al centro. Llegaron a la calle de las tiendas de lujo de la
ciudad, allí entraron a Versace, los dependientes, como era habitual, les
ofrecieron champagne, y vinos, además de canapés, y todo lo que pudiesen desear
las clientas, un joven preguntó.
-¿El chico desearía tomar algo?
Daniela sin dar tiempo a consultarlo con
su hijo dijo de manera muy dirigente y como si supiese lo que su pequeño
deseaba.
-Un zumo de manzana, muchas gracias.
Los dependientes se retiraron un momento
y Logan fue a reclamar por esta decisión de su madre, sin embargo, esta,
intuyendo lo que iba a hacer su hijo le cogió del brazo con mucha fuerza
mientras gritando en voz baja decía.
-No me vayas a montar una escenita aquí,
esto es un sitio de categoría, no nos hagas quedar mal, compórtate, si te he
pedido un zumo de manzana, tu te lo tomas y eres el niño perfecto ¿Está claro?
Logan atónito ante esto se calló,
mientras tanto, llegó de nuevo el dependiente que traía un par de copas muy
elegantes de champagne y un vaso muy ancho con hielo y lo que el castaño dedujo
que sería su zumo de manzana, se lo entregaron y se lo bebió enseguida,
mientras miraba como a su madre y su tía elegían delicadamente cada prenda y
los dependientes les hacían la pelota. Se sorprendió de ver la elegancia y el
estilo con el que se comportaban ambas mujeres. Logan sabía que su madre junto
a sus hermanas cuando eran jóvenes habían viajado por todo el mundo, se habían
hospedado en los mejores hoteles y se habían juntado con la Jet set, pero que
después, su madre se había casado con su padre y eso no le agradó mucho a su
abuelo, sus padres no solían hablar mucho del pasado, y a Logan y Spencer no
les habían enseñado jamás nada de cómo comportarse en un ambiente como aquel,
comenzó a alejarse mientras echaba un ojo a toda la tienda, paseó hasta que vio
algo que llamo su atención, un maniquí masculino que llevaba puesto un bóxer,
solo hacía tres días que estaba usando slips y ya echaba de menos los boxers,
de pronto pensó que no sólo estaba usando slips, sino en el tipo de slip que
llevaba puesto en ese momento, la vergüenza y la ira le recorrían, estaba a
punto de explotar cuando escuchó la voz de su madre.
-Logan, cielito, ven aquí anda
El chico llegó a donde estaban su madre y
su tía, la primera le ofreció su mano, este extrañado la tomó, entonces recibió
un apretón tan fuerte que tuvo que reprimir un grito, sabía que con ese gesto
le estaba diciendo que no se moviese de su lado. Por si no le había quedado
claro, su madre le atrajo de la mano hacia ella y le dijo.
-Mi vida, no te alejes que te puedes
perder y le darías un disgusto a mami, anda, cógeme de la mano.
Logan hizo lo que se le pidió, una vez
terminaron de ojear, se marcharon de allí, Logan fue a soltarse de la mano de
su madre que aún lo llevaba cogido, pero su madre no se lo permitió, el castaño
tuvo que soportar la vergüenza de ser arrastrado a los catorce años de la mano
de una tienda a otra por su madre. Recorrieron Pedro del Hierro,
Gucci, Chanel y mil tiendas más hasta que ambas mujeres estuvieron satisfechas, para entonces Logan ya estaba bastante cansado de ver tiendas, sin embargo su tía lo miró y le dijo.
Gucci, Chanel y mil tiendas más hasta que ambas mujeres estuvieron satisfechas, para entonces Logan ya estaba bastante cansado de ver tiendas, sin embargo su tía lo miró y le dijo.
-Muy bien Logan, es el momento de ir a
buscarte un traje a ti y a Spencer.
De nuevo el mundo calló con toda su
crueldad sobre el chico, su tía anunció que se dirigían a armani, donde había
seleccionado ya unos cuantos, entraron en la tienda y el procedimiento fue
igual que en las anteriores, el dependiente era un señor canoso con un traje,
muy elegante, miro a la madre y a la tía de Logan y les dijo.
-¿Puedo ayudarlas en algo señoras?
Cayetana comenzó a hablar
-Hola buenas, pues mire, encargué unos
trajes para una comitiva infantil de boda, ha habido algunos problemas y será
un traje menos, pero también necesitaríamos un traje para este señorito.
Dijo señalando al castaño, el dependiente
miró al chico, parecía que le estaba examinando de arriba abajo, Logan se
percató también de que seguía cogido a la mano de su madre, intentó liberarse,
pero esta no se lo permitió. Entonces finalmente el dependiente se dirigió de
nuevo a su tía.
-¿Un traje de adulto con corbata para
este niño?
-Sí por favor
Concluyó su tía, Logan no sabia que hacer
o decir, ¿A qué se había referido exactamente con un traje de adulto para este
niño? ¿Que pasaba por aquella canosa cabeza? El dependiente finalmente se dio
la vuelta y pidió que le siguiesen, llegaron a una zona donde el hombre comenzó
a sacar trajes que podrían ser de la talla de Logan y a mostrárselos a su madre
y su tía, ambas seleccionaban algunos, finalmente, el señor, cargando con seis
trajes les indicó que pasasen a la parte de atrás de la tienda, una habitación
llena de telas, máquinas de coser, cintas métricas, espejos y demás, allí el
señor indicó que Logan podía probarse los trajes ahí, y tras decir esto se
marchó. El castaño pidió un poco de intimidad para cambiarse, sorprendentemente
su madre y su tía salieron de la habitación, allí se desnudó quedando solo en
calzoncillos y calcetines, allí se vio en un espejo de cuerpo entero, se
recordó al chico que modelaba en el paquete en el que venía su ropa interior,
se odiaba a sí mismo, sin pensarlo más cogió los pantalones del traje y comenzó
a ponérselos, cuando se subía la cremallera, de repente irrumpió su madre con
una serie de camisas que acompañasen, se las dejo y salió de nuevo, Logan se
terminó de vestir y llamó a los que le esperaban fuera, todos entraron y vieron
como el traje le quedaba al castaño demasiado grande de espalda y un poco
grande de pierna, y la corbata era demasiado ancha, parecía un niño que se
viste con la ropa de su padre, su madre y su tía no pudieron reprimir una risa,
el dependiente intervino.
-Lo que me imaginaba, es demasiado
pequeño para un traje.
Cayetana intervino con un cierto tono de
preocupación.
-¿Y no hay ninguna solución?
-Podríamos hacerle un traje a medida,
pero es mucho más caro que arreglar uno normal y tampoco se quedaría bien del
todo, su problema es que a su edad los niños tienen un cuerpo difícil, no son
hombres para llevar un traje de hombres, pero tampoco son niños para llevar uno
de niños.
-Y el dinero no es problema, pero ¿Cuanto
tardaría en hacérselo a medida?
-Una semana, cinco días como mínimo
-Demasiado
Concluyó la novia, que intentaba pensar
en un plan alternativo, otras tiendas no ofrecían sección de tallas pequeñas,
hasta que como si se le hubiese encendido la bombilla dijo.
-De acuerdo, ¿Qué trajes puede
confeccionar en un par de días?
El señor salió y volvió con un voluminoso
libro en el cual comenzó a mostrar a su tía y a su madre, mientras Logan seguía
observando la escena sin saber que hacer o decir, hasta que la voz de su tía le
sacó de sus pensamientos.
-¡Este! Será perfecto.
El dependiente asintió complacido y dijo.
-Buena elección señora, entonces debo
tomarle medidas, que se quede en calzoncillos.
Logan no podía
creer lo que escuchó, de lo más profundo de su ser brotó un incrédulo.
-¡¿QUÉ?! NI DE
COÑA
Su madre
mostrando una sonrisa se acercó a él mientras disimuladamente le pellizcaba el
trasero decía.
-Venga cariño,
no digas tonterías, ahora se un niño bueno y haz lo que se te pide.
El señor canoso
intervino también diciendo.
-Tranquilo
campeón, no vas a ser el primer niño al que vea en calzoncillos.
Logan escuchaba
esto rojo de vergüenza y aguantando el dolor del pellizco de su madre, iba a
mostrar sus slips de nubes, soles y aviones y a nadie parecía importarle, iba a
reclamar de nuevo cuando su madre ya le estaba quitando la chaqueta del traje.
En su cabeza hubo algo que colapsó, ya no sentía como su madre le Desnuda a de
cintura para arriba ni el tirón de sus pantalones exponiendo su slip y
calcetines a juego, ni los comentarios de su tía acerca de lo adorable que
estaba vestido con su ropa interior a juego y ni siquiera como el señor canoso
le tomaba medidas con su cinta métrica. Logan había desaparecido, en aquella
instancia sólo quedaban tres adultos y un cuerpo sin voluntad que hacia todo lo
que se le pedía, entonces de repente comenzó a escuchar la voz de su madre
llamándole, mientras le decía.
-Logan cielito, vamos, es el momento de
vestirse.
Como caído de una nube de repente el
chico se vio a sí mismo de pie sobre un pequeño taburete vestido solo con sus
calcetines y calzoncillos mientras su tía le sacaba fotos con su teléfono, este
se tapó con la cara roja como un tómate mientras su madre le subía los pantalones,
le ponía su camiseta y le ajustaba las zapatillas, dándole la mano le ayudó a
bajar, y sin soltársela salieron de la tienda, finalmente su madre dijo.
-Muy bien Logan mi cielo, como has sido
un niño muy bueno vamos a ir a tomar un helado ¿Quieres?
La cara del castaño se iluminó, por fin
podría sentarse, descansar y dejar de ver tiendas, aquello era más tedioso que
tener que ir al colegio, de una manera más infantil de lo que le hubiese
gustado soltó un rotundo.
-¡SÍ!
Su madre y su tía rieron un poco ante
este comportamiento, cogiendo de nuevo la mano del chico se marcharon a un
centro comercial cercano. Una vez sentados comieron su helado y cuando se
marchaban su tía dijo que se quedaría atrás para hacer algunos mandados más,
pero que ellos dos podían marcharse. Daniela no se preocupó, cogió de nuevo la
mano de su hijo y se marchó, el castaño cabizbajo solo deseaba terminar con
aquella tortura. Llegaron a casa, allí comenzaron a hacer los quehaceres, más
tarde llegó Cayetana, y después Spencer y finalmente su padre. Cenaron, Logan y
Spencer se vieron obligados a utilizar de nuevo la servilleta de babero, y
cuando fueron las 20:30 mandaron a los niños a prepararse para la cama, Logan
sabía que esa noche le volvería a tocar compartir cama con su empalagoso hermano,
pero decidió no verlo como algo tan malo, pues el día había sido terrible. El
castaño fue a su dormitorio donde cogió un pijama verde con dinosaurios de
colores y se desnudó, rápidamente se quitó los calcetines a juego, pues no
quería recordarse más al modelo del paquete de slips. Cuando estaba a punto de
ponerse el pijama entró en su cuarto su hermano en calzoncillos, preguntándole
que pijama se iba a poner, no dio tiempo a la respuesta del mayor cuando vio el
que tenía en las manos y salió corriendo, Logan suspiró cansado y se puso su
pijama. se dirigió al cuarto de Spencer a la espera de que llegase
alguien que le subiese la cremallera. Entró y se encontró al rubio vestido como
el, cansado se tiró sobre la cama, en ese momento entró su madre, el menor,
como movido por un resorte se dio la vuelta sin decir nada, a la espera
de que le cerrasen su cremallera, sin embargo su madre le cogió de la mano y lo
sentó en la cama junto a ella y junto al mayor, mientras con una voz tranquila
decía.
-A ver cielitos, hoy... como ha habido un
accidente esta mañana... hoy... nos vamos a proteger... como no sabemos
quién ha tenido este pequeño accidente, es necesario... que os protejáis
ambos... em... ¡LUKE!
Llamó la madre, de inmediato entró el
padre de los chicos llevando consigo un paquete rectangular, los chicos estaban
estupefactos, solo observaban como su padre abría el paquete y extraía un par
de artículos mientras les decía.
-Muy bien gatitos, hoy vais a poneros
estos calzoncillos para acostaros, se adaptan a la talla de los dos, así que no
os preocupéis ¿De acuerdo?
Diciendo esto depositó un calzoncillo
doblado en el regazo de Spencer y otro en el de Logan, entonces ambos chicos
vieron que eran pañales calzoncillo y empezaron a replicar, pero rápidamente se
calmaron una vez vieron la expresión de sus padres, se hizo el silencio
brevemente y entonces de nuevo Spencer intervino.
-Pero yo no soy un bebé, no necesito
pañales...
El mayor cortó el discurso del pequeño
diciendo.
-Yo tengo catorce años ¿Cómo podéis pretender
que me ponga esto?
Decía muy airado, entonces su padre y su
madre se plantaron frente a los dos chicos que seguían sentados y con voz muy
dulce y tranquilizadora su madre comenzó a hablar.
-A ver, no sabemos cual de los dos mojó
anoche la cama, por lo que esta noche los llevareis ambos por protección.
Spencer agachó la cabeza y aceptándolo
dócilmente, puso rumbo al baño para cambiarse. El castaño por el contrario
montó en cólera.
-¿CÓMO QUE POR PROTECCIÓN? ¿CREÉIS QUE
SOY UN BEBÉ MEÓN?
Sus padres simplemente al ver su reacción
suspiraron hasta que su madre simplemente dijo.
-Las pataletas no te van a servir de nada
jovencito, te vas a poner esta protección o te la pondremos nosotros.
Logan no sabia que hacer, que decir o que
pensar, por un lado estaba condenado a llevar aquel pañal aunque no quería
ponérselo de ninguna manera y por el otro si se negaba a ponérselo sus padres
lo harían por el, cosa que veía muy probable teniendo en cuenta como se habían
comportado últimamente, entre sus pensamientos su padre le agarró el pijama y
tiró de él hacia abajo, exponiendo a su hijo en sus infantiles calzoncillos, le
colocó el pañal calzoncillo en las manos y le dio un empujón mientras le decía.
-Último aviso pitufín.
El chico reaccionó y finalmente con la
cabeza gacha se dirigió hacia el baño, mientras caminaba, observaba su
"protección", con su edad Logan pensaba que ya estaba más cerca de
usar un condón algún día para protegerse en lugar de un pañal, sin embargo ahí
estaba, desfilando en calzoncillos por el pasillo, un acto que se había vuelto
extrañamente frecuente en los últimos días, en dirección al baño a ponerse un
pañal por si mojaba la cama. En el trayecto se cruzó con Spencer, ambos chicos
bajaron la cabeza evitando la mirada, sin embargo el mayor pudo ver como el
trasero del pijama de su hermano se arrugaba, lo cual no le gustó nada,
finalmente entró al baño, ahí miro el pañal con asco, no quiso pensarlo más, se
quitó el calzoncillo, extendió su protección, metió un pie, después el otro y
tiró hacia arriba, ajustándolo con un contoneo. Inmediatamente pudo notar el
relleno y la incomodidad de este le provocaba, aunque debía reconocer que era
bastante suave, más que cualquier calzoncillo que hubiera llevado nunca, aunque
lo odiaba le gustaba aquella suavidad, se quedó durante un rato inmóvil,
asimilando las sensaciones que su nueva protección le proporcionaban, tras un
largo rato sonó la puerta, su padre hablaba desde el otro lado.
-Logan, gatito ¡vamos! ¿Necesitas ayuda?
No hubo respuesta, Logan estaba como
anestesiado, comenzó a volver en sí cuando sintió como su padre lo levantaba y
lo aplastaba contra su pecho, dejando la cabeza del castaño en su hombro, de
pronto se dio cuenta de su situación, estaba siendo llevado en los brazos de su
padre, vestido solo con su "pañal" por lo que comenzó a protestar.
-Papi, déjame en el suelo, puedo andar yo
solo, además donde está mi pijama, ¿Por qué no me lo has traído?
-Ay mi tontín, vamos a la camita que hay
que descansar.
Decía su padre ignorando a su hijo y
mientras le daba un beso en la mejilla y lo seguía llevando en brazos. El chico
siguió replicando e intentando zafarse en vano del agarre de su padre, el
cual solo se reía, cuando llegaron al cuarto del hermano menor, Luke bajó a
Logan y sin que este dejase de quejarse comenzó a ponerle el pijama, Spercer
reía levemente sentado en la cama, finalmente ambos chicos acabaron con sus
pijamas y en la cama, mientras sus padres les arropaban y les ponían sus
tacitas con agua en la mesita de noche, los niños estaban rojos de vergüenza,
pues como si la situación no fuera suficientemente humillante cada vez que se
movian podían escuchar un leve sonido plástico que venía de debajo de las
mantas. Finalmente ambos niños se quedaron solos en la habitación metidos en la
cama, ninguno se movía, hasta que el menor rompió el silencio.
-Logan... estabas muy gracioso solo con
el calzoncillo protector y papi poniéndote el pijama
Un golpe cayó sobre el menor que hizo un
puchero mientras decía.
-¡AY! me has hecho pupita...
-Que te calles y te duermas meón, que por
tu culpa estoy usando esta mierda
-No sabemos si he sido yo...
Logan amenazó a su hermano levantando el
puño una vez más, sin embargo se detuvo, se giró y se acostó dándole la espalda
al menor y disponiéndose a dormir. El menor simplemente se sorprendió, sonrió
un poco y poco a poco se acercó al mayor y se acurrucó junto a el, cerró los
ojos y se durmió.
muy muy muy interesante tu historia espero q continue pronto
ResponderEliminarcontinua la historia por fissss
ResponderEliminarcuando continuaras con su historia
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